<9>

187 15 3
                                    

La prima de Leandro junto a la chica de recursos humanos me llevan almorzar, no sé por qué lo hacen, solo sé que un momento estaba apoyando a Leandro y en un abrir y cerrar de ojos había sido arrastrado por estas dos huracanes que no me dejaron replicar solo me arrastraron hasta el restaurante.

—Y dime Mark —su mirada intimida—, ¿tú y Leandro ya tuvieron sexo?

Su pregunta me toma desprevenido causando que casi tire el jugo que tomaba. Llevo poco de conocer a Bárbara y cada día me parece más intimidante, no en el sentido malo, se nota lo fuerte que es y su carácter, no sabría como describirlo, según he escuchado, tiene el mismo temperamento que Leandro, pero a él no lo he visto enojarse y eso contradice a todos los empleados que le temen.

—Bueno, yo... verás él... y yo —me limpio la comisura de mi boca.

—No debes de estar nervioso, no haré nada si están saliendo, no hay ninguna regla que lo impida y si así fuera estoy segura de que Leandro la cambiaría solo por ti.

No sé cómo sentirme ante esa declaración, no ha pasado ni una semana desde que le di la oportunidad de conocernos a Leandro, no creo que todavía estemos en ese punto de cambiar las cosas solo por el otro.

—Lo estás asustando —Alexa gira mi asiento para quedar cara a cara con ella—, ignorarla, esta es un poco chismosa.

Hoy se veía increíble con su traje de dos piezas y su cabello castaño recogido con unas pequeñas florecitas.

—No me asusto —sonrió—, nosotros nos estamos conociendo, no hemos llegado a nada más. Leandro aceptó que fuéramos lento.

—Lento, parece que van a pasos de tortuga —Bárbara gira mi asiento a su dirección—, no es que los apure, pero es que después de varios años, veo a Leandro sonreír de verdad y eso es gracias a ti. Espero que cuando estén listos no haya arrepentimientos porque si lo haces sufrir iré tras de ti...

—Para, para, Bárbara, vinimos a animarlo, no a asustarlo. Lo que ella quiere decir que como al igual que a ti Leandro le han roto el corazón y no creemos que se recupere si le vuelve a pasar.

—¿Por qué dicen eso?

—Es imprudente de nuestra parte decírtelo, pero cuando paso lo de Samanta mi primo cayó en abismo en el que fue muy difícil de sacarlo, salía todas las noches a beber, se metía en pelas en los bares y muchas veces me toco sacarlo de algún callejón donde se había quedado dormido porque ya no podía caminar de lo borracho que estaba.

»Fue la primera vez que nuestra familia completa se unió para ayudarlo, pero él no hacía caso a nadie hasta que un día se acercó a nosotros llorando pidiendo nuestra ayuda, nunca llegamos a saber el motivo que lo hizo querer cambiar. Se volvió una persona fría, incluso enfoco su vida solo en el trabajo, pero todo cambio cuando te conoció no sabes lo feliz que me hizo saber de ti.

Escucharla, hizo que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo, Leandro y yo somos similares, aunque nos rompieron el corazón, seguimos adelante y no voy a mentir, todavía me duele lo que mi ex me hizo a menor escala que antes, Leandro se ha encargado que mi mente solo piense en él y un futuro juntos. Lo que me preocupa es que pongan toda esa responsabilidad en mí, no creo que yo sea el responsable de su cambio de humor.

—Espero que no pienses que te estamos presionando, es tu decisión, solo queremos que sean felices, además se ve muy lindo juntos.

—Tranquilas, no lo sentí como eso —mentí, apenas note que había terminado de comer— ustedes quieren verlo feliz y créanme, yo también quiero eso.

—Eres un amor —Bárbara sonrió—, tendrás algún hermano con los mismos valores que le gusten las chicas por si acaso.

—¡Bárbara!

El sueño de MarkWhere stories live. Discover now