tres

5.1K 438 24
                                        

Después de aquel incómodo incidente, el alfa trató de mantenerse alejado del pequeño omega, la situación lo tenía abrumado y quería arrancarse los cabellos de la desesperación que le causaba el hecho de que al omega parecía no causarle remordimientos o algo así.

Jungkook seguía paseándose frente su casa muy notoriamente y parecía que todo entre ellos dos estaba bien, es más, tenía el descaro de saludarlo cuantas veces podía cada que lo veía y mandarle pequeños guiños mientras revoloteaba las pestañas, soltaba feromonas y sacudía su pompón; de repente el alfa tuvo la tonta sensación de sentirse cortejado por un omega.

Había dejado de lado su vida citadina para relajarse unos días lejos de todo el ruido de la ciudad y sin omegas encima de él cada que podían pero la verdad parecía ser un fracaso, no total pero por ahí iba.

El omega era lindo, no lo iba a negar, tampoco estaba ciego para negar la realidad pero le parecía algo insoportable y Taehyung detestaba a los adolescentes, que suponía que lo era porque no sabía su edad y eso era otra cosa que lo mantenía inquietante.

Estaba por irse a su cama por el resto de la tarde cuando el timbre comenzó a sonar una tras otra vez, ya sabía quién era y tuvo que ir, el pequeño omega lograba ser tan imprudente al punto de no dejar de tocar hasta que el alfa le abriera la puerta.

Como pudo se metió una camiseta que tenía tirada por ahí y se echó el cabello hacia atrás, bajó con pereza las escalera y fue directo a la puerta para ver al chico.

— ¡Hola! ¿¡Cómo ha estado, alfa!? — Jungkook se paró de puntillas para estar a la altura del alfa y le sonrió mostrándole sus dientes delanteros, algo que a Taehyung le desagradó por lo lindo que se vio.

Al alfa no le hizo gracia y le mostró una sonrisa forzada, una que hizo con toda la intención de mostrar su incomodidad, le importaba un grano de arroz si lo hacía sentir mal.

Curiosamente el lobo de Taehyung sabia que eso no hería al omega.

Jungkook se río del gesto del alfa y se meneó con las puntas de los pies hacia delante y detrás ansioso, sus orejas moviéndose al mismo ritmo.

— Bueno, ¿Qué necesitas?

— En realidad muchas cosas pero no se las puedo decir, — dijo con unas risitas y una clara doble intención que se entendió. — bueno la verdad yo quería pedirle disculpas por lo del otro día, creo que usted está muy apenado.

Con que solo él.

— Madre mía, omega, qué te puedo decir, aún así te atreviste a volver aquí. — Taehyung suspiró y se cubrió con rapidez la boca con disimulo.

El aroma del omega estaba envolviéndolo, no supo que dijo o que hizo que sentía las feromonas del omega disparadas; Taehyung quisiera saber todo lo que piensa el omega.

— ¿Qué tiene de malo, alfa? Usted es un hombre soltero y yo un omega sin marca, ni siquiera es mal visto.

Y Taehyung en tantos años no había escuchado hablar así de directo a un omega sin nada de vergüenza en su ser.

Taehyung se talló la frente y mantuvo la postura pensando en que decir, tenía muchas y pocas dudas resueltas.

— No has entendido nada, Jungkook, solo... solo deja de ser tan... así, por favor.

— ¿Así como? No se a que se refiere, alfa.

— Jungkook, solo vuelve a tu casa.

— ¿Por qué, alfa? No llevamos nada hablando, además, me parece que el sol está muy fuerte para que yo esté aquí afuera, es malo de su parte y otro alfa no haría eso así que...

Y jungkook no se esperó ser jalado del antebrazo con una fuerza que lo hizo jadear de la impresión del tirón en su cuerpo.

Taehyung lo había jalado hacia dentro de su casa, solo en la entrada, no quería que los posibles vecinos vieran algo, tomó a Jungkook por la barbilla y le alzó para verlo mejor, ya estaba harto, parece que esa había sido la meta del omega, hartarlo.

Las orejas de Jungkook que minutos atrás estaban erguidas ahora estaban bajas sobre su cabello.

— Escúchame, Jungkook, se lo que quieres y no te lo voy a dar, deja de ser tan impertinente y solo compórtate como buen omega, no estoy para caer en estupidos jueguitos, solo quiero dormir sin tener que escuchar el timbre cuatro veces al día ¿Entiendes?

— Ujum. — asintió moviendo la cabeza sin poder pronunciar bien una palabra, fue soltado y sus mejillas ardieron en rojo del agarre.

Ya lo tenía.

— Ahora fuera, omega, no te quiero ver aquí durante días.

Jungkook volvió a asentir mientras tallaba una de sus mejillas, sus labios se convirtieron en un puchero y sus ojos se aguaron por el ardor pronunciando las arruguitas que tenía debajo de estos.  Adorable.

— Adios, alfa. — se despidió saliendo bajo la ardiente mirada del alfa, se sintió cohibido de repente, las feromonas del alfa le exigían dominación y el aroma era tan fuerte para su sensible olfato.

Taehyung cerró la puerta y lo vio a través de la ventana de la sala caminar con la cabeza baja, una mano sobre la mejilla y la otra sobre su antebrazo, hasta ese momento Taehyung se dio cuenta que el omega había usado pantalones por primera vez en todo lo que llevaba ahí; dejó salir el aire que tenía retenido y se fue a la cama, exhausto, el aroma del omega y el propio combinado le causó dolor, tenía sueño pero el malestar no lo dejaría en paz si no controlaba los aromas combinados.

Por otro lado, Jungkook después de asegurarse de salir del rango de visión del alfa corrió entre saltitos, no podía describir en palabras todo lo que sentía, ¡Taehyung lo había tocado! No podía estar más contento, no se había sentido nada mal, podía hasta decir que estaba agradecido de ver al alfa en esa manera, si bien no había usado la voz de mando, todo su ser le transmitió dominación, poco no faltaba para que Jungkook le mostrará el cuello a desición propia.

¡Se lo tenía que contar a alguien!

Era un omega tan descarado que era capaz de presumir el moretón que se estaba formando en su brazo por el fuerte jalón del alfa.

naughty bunny. tk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora