Capitulo 4

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(aviso aqui habra alguna q otra parte explicita 🤙😥)

Lo único que podía hacer era escuchar, y en ese momento sólo escuchaba ruidos de cosas moviéndose alrededor, el ruido de unas tijeras y de repente, estaba libre. Corrió con sus manos por delante, tocando paredes y esperando encontrar una puerta. Chocaba con mesas y estantes y encontró una manija de una puerta. Casi lloraba de emoción cuando la abrió, deseando salir de ahí lo más pronto posible.

Cuando pasó a la habitación siguiente, tropezó con la alfombra y golpeó su nariz con el piso; inmediatamente más sangre comenzó a salir. Sin tomarle importancia se levantó y volvió a palpar objetos, desesperadamente.

– Idiota, regresaste - le informó Enzo, quien al parecer, sonreía de nuevo.

¿Era una broma? ¿El liberarlo era sólo para burlarse de él? Julian regresó, llorando, sintiéndose totalmente humillado, sintió la alfombra bajo sus
pies y siguió por la pared, pero en lugar de encontrar una puerta, encontró una cama. Estaba a medio camino de recorrerla, cuando Enzo lo empujó sobre el colchón, cayendo sobre él. La respiración de Julian comenzó a agitarse, su mente creaba muchos escenarios de lo que podía pasarle, cada uno más terrible que el anterior.

- Déjame ir, por favor, prometo no decirle a nadie nada, ni siquiera a mi familia y, yo les diré que me escapé y que me asaltaron, pero...

No te esfuerces. Decidí que no te dejaré ir. Eres divertido, lindo y especial.

Yo no soy lindo, soy todo menos eso, soy un perdedor, una basura, por favor, déjame ir... - Enzo se sentó en Julian, quien intentó quitárselo de encima rodando sobre la cama mientras intentaba explicar. Enzo era muy fuerte, aunque no lo parecía por su físico. Ahora Julian tenía las muñecas atadas en la cabecera de la cama.
- ¡No me hagas nada! Por favor... lloraba, desesperando, intentando desatarse aunque sabía que era casi imposible por cómo dolía.

Sólo escuchaba, y eso era desesperante. No sabía si Enzo seguía allí o lo había dejado sólo, hablándole a la nada.

- Si sigues repitiendo eso, te mataré - la boca de Julian se cerró inmediatamente. Era increíble que hubiera pasado de ser un adolescente rebelde y terco a ser una víctima sumisa que obedecía órdenes.

Puedes... ¿darme agua?—pidió Julian.

- ¿Alcohol, agua, leche, chocolate o jugo de naranja? — ofreció Enzo.

- Sólo agua, por favor - no confiaba en nada que viniera de ese hombre, en especial bebidas que podían contener veneno.

Enzo regresó con jugo de naranja, alegando que "no había agua natural" y le acercó el vaso a los labios, inclinándolo un poco para que Julian
pudiera refrescar su reseca garganta.
cansado de tanto gritar sin éxito.

Alvarez tomaba con urgencia, ya que estaba sediento, y cuando terminó, se dejó caer satisfecho en el respaldo de la cama. Se sentía adormecido, lo cuál lo asustaba: no podía dormirse junto a un psicópata, pero era tan fuerte su cansancio, y sintió sus párpados cayendo pesados sobre sus ojos, deseando descansar. Y se durmió.

Era de esperarse, pero eso no quitaba el terror que él tuvo al sentirse desnudo encadenado sobre la cama. Por suerte no sentía nada, y por "nada" significaba dolor extraño en su trasero. - Creí que habías muerto, ¿dormiste bien?

— Si, supongo... Ehm... ¿por qué estoy desnudo? -preguntó, sonrojado y cruzando sus piernas para que nadie pudiera verlo.

¿Tienes sed? - Julian supo que no
le contestaría, así que asintió. — ahora regreso.

Dulce café. Lo necesitaba. Aunque a ese rico café le atribuyó el calor que sintió al principio, ahora sabía que no era calor "normal". Se trataba de un calor sexual y él no quería sentirlo. No siendo secuestrado y no con Frank, y mucho menos desnudo.

Su respiración se agitó, necesitaba controlarse, pero no podía.

¿Estás bien, Julian? Luces... raro. · No sabía si sólo lo imaginaba o no, pero podía sentir la sonrisa de travesura que Enzo tenía en su cara cuando dijo eso. Awwh...— sus ojos se abrieron, a pesar de no ver nada, sabiendo que había gemido en voz alta. Necesitaba masturbarse. Pero no podía mover sus manos. Rozaba sus piernas con su propio pene, aunque no resultaba la misma experiencia que lograba con sus manos--

I can't decide | Julienzo | ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora