I can't decide | Julienzo | ?

Capitulo 9

Podía oler el humo de cigarro inundando la habitación. También había algo de licor.

· ¿Ya estás mejor? — Preguntó Enzo, Julian lo ignoró y se quedó acostado en el sucio colchón — Tienes razón: no me importa. Cogerte mientras estabas inconsciente fue genial, creo que lo haré más seguido.

Julian no decía nada, apenas se movía, y eso era porque era necesario respirar.

No te preocupes, seguro tu Mamita se fue al cielo, ahora está en una toga tocando un arpa dorada — rió ¿Sabes? Estás siendo fastidioso. Si sigues así me aburrirás. Julian cerró los ojos.

-¿Estás bien? - No hubo respuesta, - Enzo empezaba a frustrarse - Si no me respondes, voy a...

- Quiero ir a su funeral... susurró, y resultó extraño cómo incluso eso hacía que le doliera la garganta.

Estamos a millones de kilómetros, Juli... bueno, no tanto, pero no tengo ganas de manejar...

Julian calló de nuevo, ¿de qué servía discutir si no ganaría nada?

- Tengo ganas de otra cosita... - dijo, levantando las cejas. Julian se preguntó si alguna vez se cansaba. Enzo subió a la cama y comenzó a tocar a Juli, brazos y piernas, cuando Julian lo interrumpió.

– Tengo una idea, si lo hago voluntariamente, ¿me dejarías ir con mi abuela? Puedo tomar un autobús, si no quieres manejar... te-te — piensa, Julian, piensa - te haría sexo oral...

- quiso vomitar sólo de pensarlo, pero lo único que le importaba era decirle adiós a su mama como se debía.

Mmm... no lo sé, tal vez apestes en eso y mi sacrificio sea en vano ¿tienes experiencia?

- No...

Pues... entonces no.

Pero...

- No.

Puedo... ¿practicar? · Julian se
odió por pensar en eso.

- Está bien — aceptó Enzo. - ¿Y me dejarás ir? - una pequeña —sonrisa apareció en la cara de Julian. - Sólo al funeral. Lo verás desde lejos.

- ¿Puedo dejar una rosa? — preguntó. - Como quieras, pero no debes dejar que nadie te vea.

- De acuerdo, ¿trato? — extendió la mano hacia nadie en especial, ya que Enzo se encontraba en otra dirección. Los labios de Juli se curvaban en una sonrisa.

- Trato - dijo Enzo, cruzando públicamente los dedos de su otra mano, en señal de farsa, aunque Julian no pudo ver ahora haz tu trabajo...

— Oh... mierda... está bien... se dejó caer de rodillas, mientras Enzo bajó su pantalón y su ropa interior, ya estaba sin camisa, así que ahora estaba completamente desnudo.
Julian usó sus manos para saber dónde se encontraba "todo", y cuando lo encontró, éste ya estaba erecto, excitado por los pequeños roces que le propiciaba el pelinegro, entonces acercó su boca a él. Trató de no pensar en lo que estaba haciendo, trató de hacerlo automáticamente, pero sentir cada parte del miembro de Enzo en su sensible lengua le daba asco.

Enzo comenzó a, literalmente, coger su boca. Entraba y salía, moviéndose con un ritmo impuesto por él mismo, mientras empujaba la cabeza de Julian contra él y jalaba algunos cabellos.

Julian sólo tenía que mover su lengua, tarea algo complicada por las embestidas de Enzo contra él, le daban arcadas cuando llegaba al fondo de su garganta, pero lograba excitarlo, lo sabía por los gemidos y por el grito final que escuchó, anunciando el orgasmo del mayor. Enzo sacó su miembro de la boca de Julian y, sin avisarle, se vino en toda su cara, manchando su pecho y dejándolo todo chorreado. Entonces escuchó el flash de una cámara. ¿De dónde demonios había Enzo sacado una cámara?

— ¿Q-qué? — Julian dijo, a punto de secarse la cara, cuando Frank detuvo su mano.

— Déjalo así, se ve sexy.

- Es molesto algunas gotas caían en sus ojos y le dolía, a pesar de que ya no sirvieran.

Que lo dejes... sólo algunas fotos más Julian suspiró.

- No fue muy bueno, tendrás que practicar un poco más. — dejó saber Enzo, y Julian sólo asintió, no prestándole atención al impulso de querer golpearle toda la cara al maldito.

Después de la incómoda sesión de fotos, y con un sentimiento de no valer nada, Julian comió un poco y Enzo, sin escuchar las protestas de Juli, lo ayudó a bañarse, y estuvo ahí todo el tiempo, observándolo.

Enzo le prestó algo de ropa limpia a Julian, y se prepararon para irse. Julian estaba ansioso, lo único que quería era despedirse y decirle a su abuela todo lo que ella significó para él. Era lo único que importaba.