Capitulo 7

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Supo que no debió hacerlo cuando escuchó el típico sonido del automóvil andando.

¡Al fin despertaste!—exclamó Enzo, entusiasmado, dándole un beso robado a Julian, a quien le lagrimearon los ojos con este acción -No puedo decidir si tirarte en el lago... decidí no enterrarte vivo, porque podrías escapar con un cuchillo y matarme mientras duermo. Disfruta tu último paseo.

- ¿No puedes dejarme vivo con mi familia? se escuchaba infantil, tonto, ingenuo y patético. Pero era lo único que la mente de Julian podía crear para expresar su deseo de estar con sus seres queridos y no morir asesinado fríamente por un secuestrador. - Awww, no, pequeño, eres mío.
Y así te quedas. Pero no llores, probablemente irás al cielo. En serio no me conmueves, ahórrate tus lágrimas. Mi corazón se siente duro, petrificado y muerto.

Pueden arreglarlo, con pastillas y terapia, mi familia lo pagará si no tienes el dinero, pero déjame ir con ellos, ¡tal vez me extrañan!

¿Escuchaste lo que dijiste? Dijiste: "tal vez me extrañan" ¿Entiendes mi punto? No tienes la certeza de que ellos te extrañan o te necesitan. Yo te necesito. Y te extrañaría si te vas... más bien: te extrañaré cuando te vayas. Ellos no. Por eso te quedas aquí conmigo.

Me extrañan.

Cállate, y disfruta del paisaje.

- ¡No puedo ver nada, imbécil! — gritó desesperado al ver que no sería liberado y al terminar la frase, el auto paró.

—¿Te sientes machito, eh? Déjame mostrarte de nuevo a ver si aprendes...

se acercó a él, lo podía escuchar:el cinturón de seguridad siendo
desabrochado, el cuero del asiento
con su respectivo aroma y su ropa. Oh, Dios, se estaba quitando la ropa. Julian intentó abrir la puerta del auto, buscó la manija pero no encontró nada, ni siquiera podía bajar el cristal de la ventanilla. Se quitó el cinturón como pudo y trató de irse, pero cuando supo, sus ojos estaban bañados en lágrimas y estaba siendo besado por él.

El secuestrador tocaba su cuerpo como si le perteneciera, cada roce se sentía como pequeñas dagas hacia su orgullo, él no quería sentirse así. La impotencia lo aplastaba, y el trataba, juraba que trataba evitar que pasara, pero no pudo evitarlo, estaba ciego. Tenía hambre y no tenía las fuerzas suficientes para librarse; así que pasó: fue violado de nuevo.

Y Julian odiaba ese sentimiento. Estaba siendo penetrado por segunda vez, por un hombre extraño que lo había secuestrado; Juli rasguñaba, gritaba, pataleaba y hacía todo lo posible para no dejar el camino libre, pero ni siquiera eso era suficiente. El miembro de Enzo entraba y salía de él con velocidad, cada vez dolía menos para Julian, mientras Enzo estaba en el éxtasis. Se sentía tan excitado con Julian gritando y sufriendo. No le importaba, después de todo, no lo conocía, sólo importaba que fuera hermoso. Y le gustaba, amaba cómo se retorcía y lo rasguñaba, cómo se le distorsionaba la voz con cada embestida y las lágrimas, awwh las lágrimas.

Era su dueño, era Enzo quien decidía el destino de Julian, tenía una vida en sus manos. Era su títere y podía hacer lo que quisiera con él. Tener sexo era su prioridad. Por eso lo escogió desde que lo vio, su pálida piel, sus verdes ojos y nunca sonreía, eso le atrajo.
Frank se estremeció bruscamente,cuando el último vaivén llegó, dirigiéndolo al orgasmo. Se vino dentro de Julian, quién gritó "no", pero no pudo hacer nada. Y se dejó caer derrotado en el asiento del auto, con lágrimas silenciosas saliendo de sus cafes ojos muertos.

Y Enzo cayó por su lado también, pero con una sonrisa en su rostro, satisfecho.
    ( Mas larguito 👄)

I can't decide | Julienzo | ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora