Chapter 2.

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Veo que no soy la única que quiere poseerte pero si la única que te tendrá.

                     


Fascinación. A Jennie le fascinaban cientos de cosas pero ninguna se comparaba a la gran y enferma fascinación que sintió cuando vió la cara aterrada de la rubia. Fácilmente podría calcular que la chiquilla no tenía más de dieciocho o diecinueve, para ser sinceros era la edad perfecta según ella. Quería destruirla en cuanto la vió por esa pantalla, destruir cada centímetro de su cuerpo y de su estabilidad mental. Quería arrancarle cada puta gota de inocencia que la chiquilla ésa destilaba, anhelaba hacerla llorar y verla suplicar, claramente notó que sólo era otra de esos adolescentes curiosos por entrar a la red oscura y estaba ansiosa porque fuera su víctima.                  

Una ronca carcajada salió de sus labios cuando vió esa carita llena de confusión y terror. Aterrada por ella.
Y bueno, así como llegó su risa también se fue así de rápido, su humor era tan confuso.

No quería que ésa chiquilla se fuera tan rápido, quería ver esa cara aterrorizada un poco más.

—Mierda. Ni siquiera me dió tiempo de rastrear su puta ubicación, maldita chiquilla. —Habló Jennie entre dientes, y pateó con fuerza la silla de madera en la que anteriormente estaba sentada.

—¿Por qué diablos pateas la silla, Jen? Sabes que salió costosa, es importada desde Francia. —Regañó Mingyu revisando si la madera estaba en buen estado, soltó un suspiro de alivió y miró con confusión a la mujer furiosa. —¿A ti qué te pasa? ¿No ha salido bien el negocio?                   

—Me vale verga que sea importada, compra otra y ya cállate.

Mingyu rodó los ojos con fastidio.

—Qué vulgar, mujer.

—Cállate la puta boca, Mingyu. No estoy de humor hoy. —Soltó bruscamente pateando de nuevo la silla "costosa".

—¡Joder, mujer! ¿Qué te puso tan rabiosa?

Jennie suspiró resignada antes de dirigir su vista al chico fastidioso que estaba ahí.

—Es que una chiquilla me la ha jodido hoy, la ví por la Web Cam ya que ella no la tapó cuando ingresó a la Deep Web o al menos eso creo. —Dijo sirviéndose un poco de líquido de la botella amarga llamada Whisky. —Nadie sería tan estúpido como para dejar encendida la Web Cam y encima no taparla.

—Pues esa chiquilla sí. Yah, Jen. ¿Y por qué te ha puesto tan rabiosa?

—La chiquilla cerró la PC o yo que sé, no me dió tiempo de rastrear la ubicación. —Tomó un largo trago del vaso de cristal antes de seguir hablando—Quería que fuera mi juguete.

—Triste. Ahora déjate de mariconadas haciendo berrinches y pongámonos a trabajar, tenemos un político que decapitar.

Mingyu soltó con diversión pero su expresión rápidamente se tornó aterrorizada.

—¡Mierda, mujer! ¡Con la silla no!

El sonido de la PC los hizo detenerse, Jennie dirigió toda su atención a ella acercándose rápidamente.

—Vaya, vaya. Estoy de suerte. —Mencionó enderezando la silla de madera en el suelo, se sentó en esta y miró a Mingyu con una sonrisa ensanchada. —La chiquilla está siendo ofrecida por una gran cantidad.

—¿Tan rápido? Bueno, venga, siempre has sido buena con los negocios.

La mujer asintió desde la PC sin prestarle atención, Mingyu se acercó a ella dispuesto a ver y tragó saliva cuando notó el precio.

𝐃𝐞𝐞𝐩 𝐖𝐞𝐛┃𝐂𝐡𝐚𝐞𝐧𝐧𝐢𝐞/𝐑𝐨𝐬𝐞́ 𝐇𝐚𝐫𝐞𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora