Chapter 30.

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Conozco a Jennie mejor que cualquiera. ❞

D E E P  W E B.
...

—¿Por qué caminamos tanto? Hace media hora que estamos caminando, me duelen los pies. —Pregunta Soo-ji con fastidio, Felix la obliga a caminar mientras le apunta en todo momento con el arma en la espalda. —Si vas a matarme entonces házlo ya, no me gustan los rodeos.

—Yo...no voy a matarte, no puedo hacerlo de ninguna manera.

La estudiante suelta una risa mirándolo con diversión ante sus palabras, ambos seguían caminando con cautela.

—¿Y entonces? Jennie te matará si no me matas a mí, ¿Lo sabes, verdad? Es como una ruleta rusa.

—Yo te dejaré ir ahora pero vete muy lejos, por favor. Lo más que puedas. —Le súplica Felix guardando la arma en su pantalón de vuelta, Suzy se gira notando la preocupación en sus ojos y entonces se da cuenta de que el chico era parecido a Roseanne. Era inocente o al menos conservaba algo de su inocencia, algo que lo hacía ser muy diferente.

—¿Por qué estás de parte de alguien como Jennie?  Tú pareces ser un chico bueno, no me explico porque estás relacionado en cosas tan ilegales.

—Aunque no me creas, Rosie y Jennie son lo más cercano que podré tener de una familia y siempre estaré dispuesto a protegerlas a las dos sin importar nada. No importa lo ilegal que pueda ser mientras tenga a alguien que pueda cuidar, un propósito que me haga sentir vivo.

Suzy asiente mirándolo por unos cuantos segundos antes de desaparecer de la vista del rubio rápidamente, Felix suspira aliviado al no tener que matar a nadie pero un montón de dudas invadieron su mente. ¿La policía lo estaba buscando también? ¿JiSoo la estaría buscando? Sólo deseaba que Suzy tuviera suerte en no encontrarse a la caníbal, sólo demasiada suerte.

D E E P  W E B.
···

Los primeros rayos de la luz solar caen como destellos en el rostro de Roseanne, se remueve incómoda ante la luz solar que comenzaba a molestarle, abre sus párpados y talla sus ojitos en espera de quitar el rastro de sueño. Cuando finalmente está más consciente intenta levantarse de la cama pero unos brazos se lo impiden de inmediato, el aroma de Jennie inunda sus fosas nasales como alguna fragancia primaveral. Intenta nuevamente quitar a toda costa quitar las manos de su cintura, ahoga un pequeño gritito cuando nota que ambas estaban totalmente desnudas. Avergonzada por lo que había ocurrido la noche anterior sigue intentando quitar las manos de su cuerpo, después de unos cuatro intentos más finalmente lo logra y con lentitud se coloca la camiseta de Jennie ya que cubría casi todo su cuerpo. Se coloca la ropa interior finalizando y justo cuando estaba a punto de salir de la gran cama una voz se hizo presente haciéndole detenerse en seco.

—¿A dónde vas?

Roseanne se sonroja evitando su mirada, se supone que no debería ni dirigirle la palabra siquiera.

—Yo...voy al baño. —Responde dándole la espalda aunque estaba seguro de que la mercenaria probablemente está mirándola atentamente.

—No vayas.

—¿Por qué? ¿También vas a prohibirme ir al baño?

—Mhm, sí. —Le dice arrastrándola de vuelta a la cama, Jennie esconde su rostro en el cuello de Roseanne aspirando su olor a bebé.

—Suéltame, necesito ir al baño. —Pide moviéndose insistentemente para safarse del agarre de la contraria.

—Primero dame los buenos días, sé respetuosa, muñequita.

—Buenos días, Unnie. ¿Me dejas ir al baño ahora?

La adolescente rubia batea sus pestañas de manera coqueta, sus manos rodean el cuello pálido de Jennie para brindarle un pequeño beso de piquito en los labios.

—Mierda, ve rápido antes de que vuelva a follarte ahora. —La azabache la suelta dejando que hiciera sus necesidades, Roseanne en cuanto puede corre al baño cerrando la puerta detrás de ella.

Puede suspirar de alivio cuando finalmente tiene un espacio de privacidad, el estar con Jennie sólo confunde más sus sentimientos y ella no quería ser la primera en salir herida de aquél juego entre ambas.

—¿Pero qué...?—Roseanne abre su boca sorprendida sin dejar de mirar los grandes chupetones que tiene alrededor de las clavículas, incluso tiene leves mordidas adornadas en el mentón y ni hablar de sus muslos y pechos.

Jennie era un animal, uno muy bruto.

—¿Te gustan? Atrévete a preguntarme por Suzy de nuevo.

—¡Eres una bruta, Jennie!

—Ayer no te quejabas en lo absoluto, no me vengas con esas mierdas, muñequita.

Roseanne casi se ahoga cuando nota la desnudez de la azabache y más aún cuando siente cerca aquél gran miembro entre sus glúteos restregandose descaradamente.

—N-No.

—Me vuelves loca, joder. —Declara ronco la mayor comenzando con una serie de besos húmedos por su cuello.

—Eso...no decías ayer, ¿Puedes recordarme que dijiste sobre mi cuerpo?—Contraataca de manera sorna la rubia y suelta un jadeo intencional, Jennie le muerde con fuerza al escucharla.

—Cállate, Roseanne. No me harás decir jodidas cursilerías si eso es lo que estás buscando.

La adolescente se gira dándole la cara, como de costumbre le rodea el cuello con sus manos y le mira a los ojos de una manera que volvería loco a cualquiera. Jennie no era la excepción.

—Yo no soy la que te hará decirlas, Nini. Tú misma vas a hacerlo.

Esto era un juego de quien llevaba a la otro primero a la perdición, Roseanne llevaba todas las de ganar sólo que su propia cordura se iba a la par en la que jugaba.

Y tal vez ese era un punto para Jennie.

D E E P  W E B.
···

—¿Hyeri? ¿Para qué me has llamado?

—Quiero que me diga todo, oficial Yerin. Todo lo que sepa, estoy dispuesta a ayudarle.

—¿Qué es lo que te ha hecho cambiar de opinión?—Le cuestiona la uniformada mirándole con seriedad aunque por dentro estaba irradiando felicidad de que alguien pudiera colaborar con ella, de que alguien le creyera.

—Roseanne. Ella es la razón principal por la cual le ayudaré, yo realmente...necesito que vuelva a casa. La necesito.

Yeri asiente entendiendo las razones que tenía, la desesperación que podía percibir perfectamente en ella.

—Sé que vamos a encontrarla pronto y con tu ayuda es aún mucho mejor.

—¿Cómo está tan segura? ¿Por qué tanto interés en hundir a esa tipa?

—Porque conozco a Jennie mejor que cualquiera. —Declara con una sonrisa amarga entre sus labios, Hyeri le vuelve a mirar sin entender nada. —Sé todo sobre ella, sé cómo detenerla y hundirla en la cárcel.

—¿Y cómo piensa detenerla?

—Con tu ayuda y con la de la misma Roseanne, ella será su debilidad. Roseanne es quien hará a Jennie retorcerse ante mí, las encontraré a ambas.

D E E P  W E B.
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𝐃𝐞𝐞𝐩 𝐖𝐞𝐛┃𝐂𝐡𝐚𝐞𝐧𝐧𝐢𝐞/𝐑𝐨𝐬𝐞́ 𝐇𝐚𝐫𝐞𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora