「CAPITULO DIECISÉIS: QUERIDA」

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CAPITULO DIECISÉIS

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QUERIDA

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Querida Adelaine,

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Querida Adelaine,

Estoy sentado en la mesa de mi cocina y no puedo dejar de mirar el lugar donde te besé por primera vez, y me hace sentir culpable.

Soy un cobarde, e incluso si sé que debería decírtelo en persona, no creo que pueda. Así que estoy tomando el camino fácil, y estoy escribiendo esta carta, solo para ti y para ti.

Siento que las cosas tengan que ser así, Addie, pero espero que entiendas que ya no puedo quedarme aquí en Avonlea. Estos cuatro días habían sido un tormento insoportable, ya que a donde quiera que voy hay un recordatorio de todas las cosas que he perdido. Me siento atrapado en una jaula, y no puedo ser el tipo que te mereces de esta manera, y me niego a darte menos que eso.

Me voy hoy. Voy a trabajar en un barco de vapor, con el objetivo de ver el mundo y tal vez encontrar mi verdadero camino en la vida. No sé cuándo volveré, o si alguna vez volveré, pero recuerda que una pequeña parte de mí siempre estará apegada a ti.

Lo siento mucho, y espero que algún día nos volvamos a ver para continuar nuestra historia, si quieres.

Con amor,

Gilbert.

ADELAINE SUSPIRÓ EN VOZ ALTA, mientras miraba el papel que tenía en sus manos, analizando cada centímetro de él. Fue algo que poco a poco se convirtió en parte de su rutina. Todas las mañanas se despertaba y miraba fijamente el cajón en el que había guardado la carta hasta que no podía resistirse más y caminaba hacia ella con la esperanza de que tal vez, tal vez las palabras escritas en ella cambiaran.

Fue una estupidez por su parte. Las palabras no iban a cambiar. Conocía la carta de memoria y la recitó sin siquiera leerla. Ella sabía que era mejor que sentarse en un escritorio y esperar a que las cosas fueran diferentes cuando no lo harían.

Una vez más, Adelaine no era la misma persona que era hace un año y medio, cuando se mudó a Avonlea. Si alguien volviera al pasado para decirle que en algún momento estaría sentada en su habitación en un pequeño pueblo, azotando a un chico, su primera reacción sería una gran risa.

Necesitaba controlar sus emociones. Necesitaba olvidarse de Gilbert Blythe y su sonrisa avellana y sus ojos color avellana. Ella estaba feliz, tenía a sus amigos, Sam, incluso Ethan estaba de vuelta en su vida ahora. No tenía ningún uso ser masoquista, no iba a volver después de todo.

PROMESAS, gilbert blytheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora