Calma

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El golpeteo de la ventana lo exaltó, abrió los ojos y observo su alrededor con un presentimiento de pánico abordando sus extremidades. La lluvia abarrotó el auto completo y los primeros rayos de luz, aparecían por las aberturas del cielo.

Se había quedado dormido, recordaba el dolor de su cuerpo al conducir, su organismo le estaba rogando internamente, un respiro para poder descansar. Por fortuna Merlina no lo había golpeado por retrasar su viaje, sin contar que ella fue la primera en desconectarse del mundo.

Al voltear a ver hacia su costado, buscando con la mirada a la pelinegra, su corazón se exaltó y su cuerpo empezó a tensarse. ¿Dónde mierda se había metido Addams?

- ¿Merlina?- pregunto dentro del auto, con los ojos abiertos y sus dedos sujetando el volante con nerviosismo.

Rebuscó en la parte trasera, tocando cada espacio con brusquedad. Convencido mentalmente de que Merlina podría estar, hasta dentro de algún bolsillo dentro de auto. Tocó y busco con desesperación, su mano encontró el comando de la puerta y salió sin importarle la fuerza con la que caía la tormenta.

Se giró hacia la autopista y se sujeto de las cienes con angustia, podía escuchar los golpeteos de su corazón, anunciando que podría haber sucedido lo peor. De seguro la azabache había estado en peligro, pero él no era lo suficientemente capaz para protegerla.

Soltó un sollozo de preocupación y giró como una moneda en medio de la carretera. Los peores pensamientos estaban llegando a su cabeza, como balas acumuladas dentro de su estómago. Podía ver las escenas en las que se podría encontrar su compañera y las náuseas empezaron a ascender en su garganta.

Volteó a fijar su vista en el suelo, su cabeza ya no estaba conectada a su cuerpo, su alma se sentía pesada y culpable.

Un abrigo negro apareció en sus ojos y su mente lo obligó a avanzar. Al agacharse a tomar la prenda que llevaba puesta Merlina, pudo percibir el aroma de su cabello.

Arándanos y vainilla.

Vaciló antes de asomarse hacia adelante, sus manos soltaron el abrigo al ver a la chica frente al auto, con los cabellos cubriendo cada espacio de su rostro y con sus manos abrazando su cuerpo, de manera protectora.

- ¿Merlina? ¿Estás bien?- dijo en un susurro y la abrazo por los hombros, una oleada de tranquilidad lo embargo y pudo volver a respirar.

Merlina no respondió, parecía estar dormida con los ojos abiertos. Tan fijos en una sola dirección.

- Debemos irnos...no podemos quedarnos aquí- le susurró suavemente para poder moverla del suelo.

- Déjame aquí- dijo ella con la voz apagada, Xavier sintió como si estuviera hablando con un robot automático. No sabía que le había sucedido, su comportamiento lo estaba alarmando nuevamente.

- Debemos ir a la estación...¿Recuerdas?- le dijo y quiso jalar su brazo, pero ella se lo impidió de un movimiento.

- ¿Para qué? ¿Para hechar todo a perder como siempre? Nunca ganaré nada Thorpe, yo nose ni porque estoy ayudando a este miserable pueblo, todos me ven como un maldito murciélago exasperante- dijo con la mandíbula apretada y los ojos entrecerrados.

- Eso no es verdad... - le dijo con una voz demasiado suave, aunque no quisiera admitirlo, le dolía verla desilusionada. Ella era una de las mujeres más valientes que había conocido, su ambición por encontrar la verdad, era una de las razones por la cual se había enamorado de ella.

- Claro que lo es- susurro y presionó sus labios en una línea antes de volver a hablar- ¿Sabes? Yo siempre he querido ayudar, a pesar de que todos piensen que no me importa nada, si lo hace. Yo me he arriesgado tanto y... nadie lo ve.

Tenebroso y Palpitante Amor 🖤🤍 MERLINA Y XAVIERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora