Tenebroso y Palpitante Amor 🖤🤍 MERLINA Y XAVIER

¿Celos?

Los lápices no se separaban de las hojas de evaluación, raspando ligeramente la punta al dejar un resto de carboncillo como respuesta final. Ninguno de los estudiantes de Nunca Más, sabía lo que estaba haciendo, cada uno tenía su propio criterio, su propio pensamiento, sus propias ambiciones y sueños. Nadie podía entenderlo más que ellos mismos. Todos se consideraban egoístas por imaginarse una vida, en donde uno mismo era el protagonista, mientras que los demás eran simples imágenes borrosas sin ninguna función dentro de una fotografía.

Pero todos se encontraban igual de confundidos, todos compartían la falta de conocimiento, todos ignoraban lo que pasaría con su futuro. Sus vidas no eran iguales a las de los demás, sus vidas eran despreciadas por el mundo exterior, eran vistos como monstruos, como personas que no deberían formar parte de la sociedad, a pesar de los innumerables talentos que puedan mantener. Todo era complicado, sus decisiones no les pertenecían, sus deseos por triunfar estaban sobre una gran balanza que sostenía, el miedo, la decepción, los fracasos, las negativas, los adjetivos impuestos por las personas que se creían "superiores a ellos" y por sobre todo, y lo que más inclinaba el peso, era la exclusión de ser alguien. Eso no podía competir con un deseo, o con un sueño de convertirse en un personaje digno de admiración.

Todos estaban solos, todos se sentían traicionados. Sus perspectivas de lo que podía ser su vida, su carrera, era una total mentira. Por más esfuerzo que involucren los habitantes de Jérico en los variados e incomodos eventos que se han impuesto obligatoriamente, se ha notado el desprecio, los gestos y los arrugados de nariz al verlos pasar. Ni siquiera el alguacil, que era el mismísimo progenitor de un Hyde, había podido aceptarlos.

Así que sus respuestas sin ganas, sin una meta imaginaria dentro de su cabeza, o un futuro sin ambiciones o escalones que subir; estaban totalmente justificadas. Nadie sentía ganas de luchar por nada y los pocos que lo hacían, tenían la certeza de que se llevarían la decepción más grande de su vida, al tan solo dar unos pocos pasos.

Xavier llevaba ya su tercer suspiro, mientras volteaba el cuestionario de un lateral a otro, intentando imaginar lo que podría pasar si respondía las preguntas de manera sincera, y no de la manera en la que su padre quería que lo hiciera. Su adorado padre, quien estaba cegado locamente por el fanatismo, cada que tenía tiempo para verlo seguía implorándole que no le diera problemas y que siguiera sus mismos pasos, si quería tener éxito. Lo que no parecía saber, era que Xavier ni siquiera había querido tener visiones, sus sueños eran una verdadera tortura y ni en su loca existencia, pondría ni el más mínimo esfuerzo por trabajar toda la vida en ello.

No, a él no le interesaba lo que sucediera en el futuro, es más, lo único que le provocaba era nauseas y pánico. Sus nervios se alertaban cada que esas visiones se acercaban y al terminar, solo suplicaba porque ninguna de ellas se transformara en la realidad. La mayoría incluían a Merlina, torturándolo hasta la muerte, pero cuando su sangre comenzaba a brotar, su cerebro parecía darse cuenta de que tan solo era una pesadilla, que nada de eso era real. Sus ojos se abrían y todo parecía acomodarse.

¿Por qué querría dedicarse a algo así?

Su progenitor no consideraba el arte como un futuro prometedor, y era algo que lo lastimaba en gran parte. Sus pinturas eran alabadas por todo el mundo, menos por la persona en la que había buscado aprobación durante toda su vida. Todo su talento, era puesto en segundo lugar, mientras que lo que sobresaltaba, era una tortura que su padre se había tomado como triunfo. No pensaba formar parte de eso, no pensaba ser la marioneta de nadie y sabía que su camino sería difícil, lo había pensado desde que su amor por la pintura iba creciendo y creciendo, formando parte de su día a día, formando una increíble sensación en sus dedos y una fresca brisa al presenciar el resultado y hacerlo cobrar vida.