Rhaenyra Targaryen estaba molesta. Apenas llego a Kingslanding tuvo que ver como todo estaba siendo decorado para una boda en la que ni siquiera aprobo siendo ella la madre de la novia. Si, era otra falta de respeto hacia su persona igual que su hija no le conteste las cartas que le escribia cuando podia lo que generaba mas tensión sin saber que estas nunca llegaron a su destino.
- Las ratas deben eliminarse antes de reproducirse- Solto el canalla observando el lugar de arriba a abajo. Daemon penso en extinguir a la sangre verde hace mas de una decada. Nunca lo hizo por "respeto" a su hermano y ahora se arrepentía por no tomar aquellas medidas.
- ¿No te importa ser un matasangre?- Preguntó su esposa sorprendída como si no conoceriera la naturaleza de la persona que amaba.
- No creo en maldiciones, solo son de idiotas supersticiosos que persiguen sueños- Respondió en un tono seco como si lo que dijera no tuviera preso- Prefiero serlo antes de que mi sangre este mezclada con la de Otto Hightower pero no pareces dispuesta a ponerte firme y evitar que ocurra esa tragedia.
- ¿Tengo elección?- Su primer desacuerdo como pareja, uno de muchos que tendrian a futuro- Ella eligió, ¿que quieres que haga? Aemma solo se casaria a escondidas de prohibirle y cancelar una ceremonia con todas las casas partiendo hacia aquí seria humillar a la corona- Tal como ella lo hizo con Daemon, la historia era cíclica, generación tras generacion estaba el patron- No quiero, no deseó, es mi unica hija y se la entregare a un mounstruo pero no puedo hacer nada mas.
- ¿Tu heredera es Aemma o Jacaerys?- Pregunto al fin. Ante eso Rhaenyra palidefio, era un tema que no le gustaba tocar.
- Ella debe serlo si quiero crear un nuevo orden. Jacaerys lo seria de haber despozado a Helaena pero no es lo que tanto en mente.
- Todos creen que el sera el futuro rey, incluso ella.
- Lo sera- Dijo decidida sentandose en una de las sillas de madera. Esta era su antigua habitación cuando vivia en la fortaleza, de los pocos lugares donde podia sentirse a gusto ahora que Kingslanding no era su hogar.
- ¿Y el nuevo orden?- Cuestiono el peliblanco curioso. Su esposo llegaba a contradecirse tanto, ¿a que queria llegar?
- Podra esperar. No puedo darles ese gusto, no si pertenece a esa familia- Se sentía hipocrita y un tanto culpable. Ella en todos estos años a pesar de los errorea que comentio nunca habia sido degradada en la linea de sucesión e iba a hacer lo que tanto criticaba con su primogenita solo por elegir a quien amar- Jacaerys lo iniciara, no tengo confianza en dejarle el trono porque Aemond gobernara en nombre de ella, ¿crees que dejaria el reino en manos de alguien que intento asesinar a Jacaerys con una piedra hace cuatro años? Helaena o Daeron eran buenas opciones pero Alicent lo arruino "que nunca se uniria" y aqui esta ahora, una boda.
- Por lo menos tu amor de madre no ha nublado tu juicio- Respondio el canalla- Sangre de los Hightower en el trono de hierro, antes muerto.
- No seas hipócrita, madre- Respondio Aemma saliendo de su escondite ya que habia entrado por el acceso secreto. Si, ahora estaba mas herida que nunca sintiendose cada vez mas traicionada por su propia familia.
- Aemma.... - Dijo con dolor la heredera al trono. Estaba impactada por la belleza de su hija, la ultima vez que la vio era una niña y ahora era toda una mujer. Tenia el impulso de abrazarla, a pesar de eso logro controlarse.
- Escondida como una rata que acecha en silencio, ¿eso también aprendiste de los Hightower?- Pregunto su progenitor molesto.
- ¿Mis hermanos aprendieron a ser mata esposas?- Respondio molesta- ¿O eliminar esposos para ocupar su lugar?
- ¿Y tu prometido aprendio a atormentar a criadas?- Refuto Daemon refiriéndose al primogénito de la reina verde- La reina si que se encarga del "honor y la descencia de sus hijos.
- Silencio, parad- Rhaenyra los acallo molesta. Temia por la reacción de su esposo su la primogenita de ambos les seguia desafiando, sabia que una vez encendida la mecha el fuego no se apagaria- ¿Esa es la forma de recibir a tu familia, Aemma?
- ¿La misma que se encargo de mandarme cartas todo en estos años?, ¿la que habla de mi a mis espaldas por querer hacer las cosas bien y ser feliz?, ¿la que me juzga por amar de la misma forma en la que ustedes se aman? Es la misma historia, nada cambia. Madre, en tus manos tienes mas pecados que yo y aun asi conservaste tu poder.
- El amor te ha cegado, eso esta mas que claro....- Dijo la princesa molesta mas conservaba su tono si elevar la voz- Daemon no seria un matasangre, nunca afecto a tus hermanos, ni daño a la familia. Si bien tiene sus ambiciones personales hay amor de por medio, ¿crees que Aemond te ama? Solo eres una marioneta para el, nunca te amaria porque su madre se encargó de hacer que los odien y para el siempre seras una bastarda, ¡abre los ojos Aemma!, ¡ni siquiera recibiste mis cartas!
- ¡El seria incapaz!, ¡el me ama!, ¡el no me utilizaría!, ¡el me ama a pesar de las heridas que nuestra familia le ha causado!- Grito molesta como pocas veces- ¡Yo lo amo y me hace feliz!, ¿por que les cuesta tanto entenderlo?- Deseaba llorar mas no lo haria. No queria verse debil si bien estaba siendo un manojo de nervios- Nunca nadie me habia hecho sentir asi en mi vida, tan plena, tan feliz... ¡preferiria morir antes que alejarme de su lado!, ¡no me importa los titulos mientras lo tenga a el asi que hazlo madre!
La discucion no llego a mas ya que la menor decidio retirarse para preservar la poca estabilidad que tenia. Si, se sentia horrible deseando buscar su refugio, aquel lugar seguro yendo a los brazos del tuerto (que estaba estudiando en la biblioteca como de costumbre cuando este no entrenaba con Sir Criston Cole)
- Mi dragona.... - Le nombro mientras la sentaba en su regazo y acurrucaba a esta en su pecho envolviendola entre sus brazos. Aemma por su parte le explicó como pudo las cosas entre sollozos ya que era una persona frágil, de aquellas que se ponian mal con solo levantarles la voz, que deseaba esquivar los conflictos y que sus lagrimas salian con facilidad- Esta bien mi pequeña, esta todo bien mi Aemma- Decia entre sus brazos acariciando la cabellera blanca de esta- Nada te pasara mientras estes a mi lado, yo te cuido, yo te protégere, no dejare que nadie te lastime, mi amada dragóna- Mientras la princesa tenia su rostro acurrucado en su pecho sin mirarle el semblante de Aemond cambio a uno mucho mas sombrío deseandoles el peor de los males por provocar el dolor en la mujer que amaba y tratar de separarla de su lado. Si, en un mismo momento el amor y odio estaban presentes en la misma habitación pues asi como juraba proteger a su Aemma tanbien se prometía a si mismo destrozar a su enemigo y toda la familia de su hermana mayor eran sus enemigos. Ansiaba esa venganza mas que nada, el cobrar su deuda y prolongar su sufrimiento por todos los años en los que se le habian reido en la cara y claro que la obtendría comenzando por una boda que solo seria inicio del infierno en la tierra que les haria pasar, solo de pensar eso una sonrisa siniestra se formo en sus labios, esto solo comenzaba.
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Amor en La Danza De Dragones: Aemond Targaryen x Aemma Velaryon (Fanfic)
FanficEn el mundo de la cancion de hielo y fuego siempre hubo un dilema entre el amor y el deber, la danza de dragones no es una excepción a la regla floreciendo la semilla del amor en medio de la tragedia. Dos dragones enamorados que nacieron con diferen...