❝ Favorite dessert ❞ ━ 𝐊𝐎𝐙𝐔𝐌𝐄 𝐊𝐄𝐍𝐌𝐀

007

Al menos, eso era lo que el chico pensaba.

―¡Buenas!― Se escuchó la voz de Umi mientras que la puerta era abierta.

Todos voltearon a ver hacía la puerta, encontrándose con dos chicas de tercer grado. Hanna, Chiasa y Umi. Habían ido ese día para ayudar con algunas cosas del club debido a que el suyo había sido cerrado.

―¡Chicas!― Exclamó Kai, mirando con sorpresa hacía la puerta.

―¿Qué hacen aquí?― Continuó Yaku.

―Eh, solo pasamos por aquí y decidimos ayudar.― Las otras dos asintieron tras las palabras de la chica.

Kenma se les quedó mirando un momento, la oji(c/o) no estaba con ellas, algo que era extraño, pues casi todo el día se las pasaban juntas. Kuroo lo miró por unos momentos y, al entender su mirada, se acercó a las chicas para preguntar.

―¿(N) y Kaori?― Preguntó con curiosidad.

―Ah, Kaori tenía que estar en su casa temprano, dijo que su madre había llegado a casa antes de lo esperado.― Respondió Hanna.

Se quedaron en silencio por unos minutos, ninguna quería decir lo que la chica de cabellos (c/c) había dicho que tenía que hacer, realmente nadie les creería si lo dijeran.

Después de unos minutos, Kuroo volvió a abrir la boca para preguntar por la chica restante, sin embargo, la voz de Umi lo interrumpió.

―(N) se fue, dijo que tenía que recoger a su hermano menor.― Habló por fin, extrañando a algunos.

―Mentira, ella es hija única.― Aquello pasó por la mente del chico de cabellos rubios.

Soltó un suspiro antes de regresar su vista al balón que tenía en sus manos, sabía perfectamente lo que había pasado.

Sin preguntar más, todos regresaron al entrenamiento, aceptando la ayuda que las tres chicas les brindaban.

“Supe que cerraron el club de cocina.
¿Estás bien?

Kenma”

Unas pequeñas lágrimas salieron de sus ojos. No esperaba que el chico que le gustaba se preocupara por ella, aún que de igual manera pudo haber sido por cortesía, pero, conociendo al chico, no se tomaría la molestia de ir a otro salón solo para poner esa nota.

Soltó un suspiro antes de tomar el papel en sus manos. Una sonrisa se mostró en su rostro, dejó sus cosas a un lado del asiento y se sentó. Seguido de eso, sacó una pluma para responder ante la pregunta del chico.

No obstante, se detuvo a media acción, pensando seriamente si debía de contestar ante aquella nota.

―(A)-san...― Escondió rápidamente el papel en su suéter en cuanto escuchó como le llamaban.

―¿Si?― Preguntó mientras se levantaba de su asiento.

―Uh... Quería saber si me podía ayudar con los apuntes de física.― La chica le dió una sonrisa y asintió.

Tomó la libreta de la materia con la que el chico necesitaba ayuda y salieron del salón, pues era la hora del receso y tenían tiempo para que la chica le ayudara con aquello.

Kuroo observó al chico que tenía a su lado en cuanto esté dejó de jugar en su consola, algo que realmente era extraño, pues su vida básicamente dependía de los videojuegos y no los dejaría en lo absoluto.

Sintiendo curiosidad por aquella acción, levantó la vista tratando de buscar que era lo que había llamado la atención del más bajo, confundiendose al instante al no encontrar nada.

Un suspiro salió de la boca del teñido, volviendo a llamar la atención del mayor, haciendo que lo mirara.

―¿Qué te pasa?― Preguntó con cierto enojo al no poder descifrar su actitud.

―Nada importante, solo perdí.― Regresó su vista a la consola mientras reiniciaba el nivel.

Kuroo lo miró con duda, encogiéndose de hombros antes de regresar su atención al camino hacia la cafetería.