11. cosas que arden

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Pasan varias semanas. Julián y Natalia no se dejan de ver; a veces les cuesta un poco enganchar algún día en el que ambos estén disponibles, porque entre los entrenamientos diarios de Juli y los trisemanales de Nati, los únicos momentos en los que se pueden ver son los findes a la tarde. Pero no les jode, porque sacan lo mejor de cada encuentro.

No volvieron a coger, por acuerdo mutuo. Natalia le dijo que todavía estaba resolviendo algunas cosas internas, por lo que prefería esperar a estar mejor antes de engancharse sexualmente con otro pibe, y Julián respetó su petición sin cuestionarla. Total, no es por el sexo que él la quiere: con estar abrazados en el sofá de su casa le es suficiente.

Ninguno de los dos volvió a hablar con Enzo sobre el tema. Él tampoco preguntó, pero se le nota en la cara que ya tiene una idea de lo que está pasando, y Julián, como su mejor amigo, sabe bien que él no está completamente de acuerdo con la relación. Sin embargo, todavía no se atreve a decir nada al respecto, porque Natalia y Julián nunca hablaron de oficializar.

Bueno, tampoco es que estén cerca de ser novios. Comparten pocos besos (cada uno más especial que el anterior, debido a la escasez de éstos) y se dicen a sí mismos que sus constantes juntadas se deben a la emoción de boludearse mutuamente, ponerse nerviosos el uno al otro y robarse miradas cuando se encuentran en público. Obviamente, no es solo eso. Capaz se gustan un poquito. Pero por ahora no lo quieren admitir.

Julián se volvió fanático del vóley. Bueno, del vóley que juega Natalia, porque lo demás no le importa tanto: asiste a todos sus partidos e incluso hace algunos días la acompañó a Boca a probarse para la selección sub20, a pesar de que se la pasó refunfuñando todo el camino y haciendo caras ni bien entraron al club. Natalia no lo muestra para afuera, pero le da ternura ese chico.

El problema con ella es que le da mucho miedo volver a engancharse con otro pibe. Después de Santiago, no estuvo con nadie más durante un año, y que su primer chongo sea un jugador de la selección nacional, bastante conocido, la pone muy nerviosa. Por eso limita bastante la relación, recordándole constantemente a Julián que no son más que amigos. No le dice que no van a ser nada más porque no sabe, pero no está segura de si su cuerpo se lo va a permitir.

Julián y Natalia se encuentran actualmente en la confitería de GEBA. Ella jugó de titular contra San Fernando, por lo que él y Enzo fueron a verla; coincidentemente, el menor tuvo que irse antes para hacerse un chequeo médico, dejando a Julián y Natalia solos. Decidieron quedarse a comer algo y eso hicieron.

Por algún motivo, terminaron nuevamente discutiendo el tema de la ex de Julián. Ese es un tema que recurrió más de una vez las últimas semanas; incluso tuvieron una pequeña discusión al respecto, porque Julián volvió a seguir a Emilia en Instagram y al parecer, Natalia se puso celosa. Disfrazó este hecho diciéndole a Julián que era un pelotudo por seguir enganchado con ella después de lo que hizo, a pesar de que el cordobés negaba repetidamente todavía sentir algo por su ex.

—No está mal seguir enganchado con tu ex, Juli, posta te digo —dice Natalia, robándole papa fritas del cono—. Bah, onda, en mi opinión con tu caso, sí está mal, porque Emilia es una tarada y que te siga gustando después de lo que hizo... bue. Pero no es que es un crimen ni nada.

—Nat, ¿vos me escuchás cuando te hablo?

—A veces.

—Bue —Julián pone los ojos en blanco y agarra con la boca la papa frita que le extiende Natalia—, entonces te lo vuelvo a decir: no me gusta Emilia.

—Un poquito sí.

—No, Nat. No me cae mal, que es otra cosa.

—¿Y pero por qué no te cae mal?

CHERRY FLAVORED | julián álvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora