Para muchos, los lobos, los vampiros y los brujos no se deben relacionar, eso sería un gran pecado y algo de lo que te vas a tener que avergonzar toda la vida.
Arya, hija de un hombre tradicional, que no le gusta otra especie que no sea la suya, no le puede decir lo que le viene sucediendo desde que tiene tres años, ella tiene muy presente, que, si menciona una palabra, será obligada a dejar la manada y todos saben, que los lobos solitarios no sobreviven.
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