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Jungkook miraba a su novio con atención, el de sonrisa cuadrada hablaba animadamente con algunos estudiantes que recién había conocido. El omeguita era simplemente precioso a los ojos del pelinegro, quien aún tenía problemas para creer que semejante chico fuera su pareja, no se sentía merecedor de la atención de tan lindo muchacho.

Mientras tanto, el de pelo castañito ajeno a los pensamientos de su novio charlaba feliz con algunos adolescentes que había visto ocasionalmente por los pasillos de su universidad, no había hablado con ellos antes pero estaba disfrutando la velada, ¿Qué más podía pedir? Tenía al alfita azabache con el, sus amigos estaban con el y parecía que la vida le sonreía mucho.

Era simplemente perfecto.

— Oye Kim, tenía una pregunta— dijo Jun, un alfa que recién había conocido al bonito chico. —tu eres amigo de Felix ¿Alguna vez te propuso algo? Tu sabes que le gustan los omegas aunque quiera taparlo estando con Chan.

—El no quiere tapar nada, si está con Chan es porque realmente le gusta, si solo te acercaste a mi para preguntar eso es mejor que dejemos aquí la conversación— respondió molesto, ¿Quien se creía para preguntar cosas así? Era un asunto que solamente le incumbía a su amigo de cabellitos platinados.

—El no quiere tapar nada, si está con Chan es porque realmente le gusta, si solo te acercaste a mi para preguntar eso es mejor que dejemos aquí la conversación— respondió molesto, ¿Quien se creía para preguntar cosas así? Era un asunto que solamen...

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Felix miraba la publicación una y otra vez, tratando de encontrar algún detalle en la fotografía que pudiera decirle quien había sido, se negaba a creer que había sido su novio, Chan no haría semejante cosa o al menos eso quería creer.

—¿Me puedo sentar?— preguntó una vocecita detrás del pecoso. Felix no respondió pero el chico igual se sentó a su lado, era a Chanhee, un bonito omega de primer año que había recibido una cuántas tutorías para inglés por parte de Chan. —lamento mucho lo que está pasando, se tiene que ser muy malo como para hacer semejante cosa— dijo el bonito chico.

—Solo Chan tenía esa foto, no quiero pensar mal de él pero no encuentro otra explicación— el omeguita de cabellos platinados suspiró triste, liberando sin querer feromonas que exhibían su decepción, su olor a frambuesas se percibía ácido.

—bueno, yo sé que tú y yo no somos precisamente cercanos pero si necesitas algo aquí estoy, estoy esperando a que la dirección me dé autorización para abrir un club para apoyarnos entre omegas que hemos pasado por situaciones cómo está, ya sabes, poder recibir ayuda profesional en caso de ser necesaria y tener un grupo de personas en la que apoyarnos, eres más que bienvenido si quieres entrar Felix—. Chanhee era un chico muy amable, era hijo único de un par de alfas mujeres, lo habían adoptado y era un consentido–en el buen sentido– que había sido criado con la mejor educación que sus madres pudieron permitirse, el no solía darle importancia alguna a los chismes sobre otros estudiantes y no hacía caso a los rumores, algo que odiaba era el prejuicio y se negaba rotundamente a ser partícipe.

Chanhee era un buen chico y Felix agradecía que el chiquillo le ofreciera su ayuda, si bien el podía solo una mano no le vendría mal, incluso aceptaba un hombro para poder llorar. El omeguita con olor a frambuesas se acercó a su nuevo cómplice y recargó su cabeza en hombro de su menor, quien acarició los cabellitos teñidos con cariño mientras susurraba un pequeño "no te preocupes, yo quiero ayudarte".

 El omeguita con olor a frambuesas se acercó a su nuevo cómplice y recargó su cabeza en hombro de su menor, quien acarició los cabellitos teñidos con cariño mientras susurraba un pequeño "no te preocupes, yo quiero ayudarte"

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Güerito 2: un ranchero en la ciudad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora