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Hyunjin no se consideraba un omega sensible y llorón pero en ese momento definitivamente cumplía con los criterios.

Tomó su teléfono con manos temblorosas mientras trataba de callar sus sollozos. Buscó entre sus contactos y cuando encontró a quien buscaba presionó el botón de llamar.

El aparato sonó un par de veces antes de que la llamaba fuera respondida y una vocecita adormilada se escuchara del otro lado de la línea.

"¿Hyunjin?" llamó al no recibir respuesta.

–Hola Chanhee –susurró el rubio tratando de que su voz no se escuchara gangosa. –yo se que estás saliendo de un celo pero de verdad necesito que me ayudes con algo–

"¿Que pasó?" El muchacho sonaba genuinamente preocupado.

–tuve otra discusión con mi papá y me sacó de la casa, no tengo a donde ir–dijo el rubio aun temblando al recordar la acalorada disputa entre su papá y él, mientras metía ropa sin orden a una mochila.

"Ay jinnie, solo estoy yo en mi casa pero puedes venir por mientras, voy a tomarme un supresor y cuando lleguen mis mamás podemos hablar con ellas, ¿está bien?"

–Gracias–

El omeguita miraba como sus amigos y sus hermanos jugaban volleyball con una pelota

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El omeguita miraba como sus amigos y sus hermanos jugaban volleyball con una pelota.

Jisung era equipo con Jimin, Felix, Jackson y Minho, y Lisa, Yoongi y el chiquito de Taemin estaban en el otro equipo. Era cómico verlos porque claramente un equipo tenía ventaja y claramente estaba contra las reglas que Yoongi cargara a Taemin para que el cachorrito pudiera pegarle a la pelota pero si así se estaban divirtiendo no había porque interrumpirlos.

–¿sabes qué hay cabras que se desmayan?– preguntó Jungkook a soobin que se encontraba sentado en su regazo, mirándolo con curiosidad. –la gente que no le sabe piensa que es porque están enfermas pero en realidad se desmayan porque se emocionan de más y se les congelan los músculos–explicó el alfa acariciando con cuidado el cachetito del cachorro.

–no creo que entienda mucho sobre cabras– dijo Taehyung mirando enternecido a su novio.

–no entiende mucho sobre cualquier cosa–respondió el azabache con una sonrisa, convivir con el pequeño cachorrito lo ponía de buen humor.

–gracias por esto, no pensé que fueran a organizar algo así–

–no me agradezcas, quería hacer algo especial para ti antes de regresarme al pueblo con eso de que no vamos a poder estar juntos para tu cumpleaños – el alfa tomó su mano cuidadosa mente y aparición con su pulgar el dorso de esta. – Tae, ven a vivir conmigo cuando te gradúes– soltó de repente.

–Jungkook ¿no es muy apresurado?–preguntó el omeguita aun sorprendido por la petición contraria.

–cada que estoy contigo mi lobo mueve el rabo como loco, soy feliz contigo y no me veo en un futuro con nadie más que no seas tú, no digo que nos casemos en este preciso momento pero algún día. Nada me haría más feliz que poder decir que el precioso Kim Taehyung es mi omega en todos los sentidos–.

El castaño sentía a su pobre corazón latir como loco, había unos días mientras dormía había soñado con formar una familia con el alfa y cuando despertó sintió un ligero vacío al darse cuenta de que no era más que eso, un sueño. Amaba tanto al azabache, lo hacía sentir seguro y respetado, si había un alfa que el deseaba como su pareja por el resto de su vida era Jungkook.

–no tienes porque aceptar en este momento, piénsalo–explicó el alfa. –si tienes planes que incluyen no vivir en un pueblo y quieres cumplirlos esta bien, voy a apoyarte en lo que decidas–.

Taehyung miró enternecido a su novio y junto sus labios para darle un pequeño besito que el alfa aceptó gustoso. Al separarse el azabache le sonrió bonito, mirándolo como si solo el existiera en el mundo pero de repente el alfa solo vio negro.

–ay Dios le pegó durísimo– dijo Jisung quien había corrido detrás del balón, mirando al alfa tomándose la cabeza tras el balonazo que acababa de recibir.

–¿mi amor estás bien?–preguntó el omeguita a su pareja, quien dijo que si con un asentimiento mientras se le escapaba una lagrimita.

–perdóname–dijo Jimin quien había volado el balón al ver a donde había ido a parar, en la cabeza de su cuñado.

Un lloriqueó los alertó a todos, de repente el omega castaño recordando que soobin estaba en el regazo de Jungkook, quien se doblaba tratando de aminorar el dolor en su cabeza, de seguro estaba apretando de más al cachorrito.

Taehyung con cuidado sacó a soobin, quien había empezado a llorar, del regazo del azabache, revisando rápidamente con sus ojos si el cachorrito no tenía algún golpe o herida pero se tranquilizó al ver que solo había sido el susto de ser apretado por el cuerpo del alfa.

Al final dejaron el balón de un lado y se sentaron a comer los bocadillos que Jackson y Jungkook habían empacado, el alfa azabache tuvo que terminar la agradable tarde con una paleta de hielo empaquetada presionada contra su cabeza, definitivamente le iba a salir un chichón.









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Güerito 2: un ranchero en la ciudad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora