La casa secreta

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Habían pasado 2 años, que locura.

Entre tantas cosas, su mente se revolvio y nunca pudo darse un minuto para pensar con detalle todas las locuras que habían pasado por sus ojos. Construir nuevas cosas en las Islas Hirvientes, hacerse un nuevo tatuaje, conocerse a sí misma... Haber cumplido 4 años con su hermosa novia.

Al acabar la fiesta de "king-ceañera" luz sintió como alguien envolvió su brazo al de ella, llamándole la atención y rápidamente poniéndose alerta, volteando su cuerpo y encontrándose con los ojos ambar y la sonrisa espectacular de esa chica, Amity.

-Acompáñame, por favor.

Fue lo único que dijo, para después, llevarla no demasiado lejos de donde estaban, pero si a una distancia donde ya no se escuchaba la tanta gente que fue invitada.

Mientras caminaban más y más diviso una pequeña casa, era hecha de madera aunque tenía un acabado blanco que hacía verla demasiado moderna y hermosa; tenía dos ventanas y un pequeño balconcito fuera de esta con una amaca. Amity, al fin ver que Luz comenzaba a entender, se paro frente a ella y hablo.

-Hice esta casa por los 4, casi 5 años que llevamos juntas, es algo en lo que trabaje desde hace mucho tiempo y que nunca pudiste darte cuenta debido a todo el trabajo que se a hecho reconstruyendo las Islas Hirvientes.

Luz solo abrió la boca, pero ni siquiera salió nada, solo lágrimas.

-¡Ah! Cariño, no, no ¿No te gustó?

Luz solo negó con la cabeza.

-Nada de eso, me encantó, demasiado

Limpio las lágrimas y la miro, tomando sus manos.

-Es solo que, ¡Tu hiciste esto!, tu te tomaste tu tiempo y hiciste un esfuerzo por esta humana.

Amity río y su vista fue de la casa a luz y de luz a la casa.

-Quieres conocerla

Eso se escucho mas a una afirmación que a una pregunta asi que no espero ninguna respuesta, rápidamente la atrajo a ella y corriendo llegaron a la puerta.

Procedió a entrar con Luz y lo primero que se veía era el suelo igualmente de madera, pero ahora está con su respectivo color; una mesa y dos sillas, al lado, el lavabo y un refrigerador.

-¿De donde sacaste la mitad de las cosas?

-El refrigerador fue regalo de tu madre, quisiera algún día cocinarte un poco de comida humana y para eso tiene que estar en buen estado ¿No es así?

Ni siquiera contestó, solo la miraba a ella, solo podía enfocarse en ella y en lo mucho que había ganado en la vida, es que dios mio.

-Amity, de verdad, gracias por esto y por todo. Es maravilloso todo tu esfuerzo.

Ella solo sonrió, en realidad, esto lo hacía por todo lo que habian pasado. Las dos estaban dando lo mejor de ellas y un poco de amor a la otra no era más, por que esa era la gran muestra de afecto: ayudarse y poderse darse un espacio, así como también, entenderse y tenerse confianza.

-Quiero que esto quede marcado en tu corazón, esta casa, fue hecha para que guardemos nuestro amor, lo conservemos y así cuando alguna esté cansada... venir y saber exactamente que estas en el lugar correcto.

Se acerco silenciosamente a Luz, puso sus manos al rededor de su cuello y la acercó a ella para unirse a un beso totalmente correspondido.

Ahora, la casa sabría de sus besos, de los abrazos y de alguna que otra discusión, pero siempre guardaría los recuerdos de esas dos adolescentes (casi adultas) disfrutando la mejor historia de amor.

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Para quien siga leyendo mis one-shots, se lo agradezco. Disfruten mucho este y pronto vendré con otro.

Gracias por ser parte del fandom hermoso de toh y también por seguirme en el corto tiempo que subi los one-shots.

Sin duda, the owl house es y será una caricatura que me marcó.

También gracias por todo el apoyo aunque no subo seguido y es notable. Tengan una linda noche, tarde o día. Les quiero 🤍

Lumity, one shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora