Génesis.

A

Hablemos de ti.
Hablemos de tu cabello hecho un mar de nudos.
Hablemos de tu sonrisa, siempre ligeramente ladeada.
Hablemos de tus muñecas, siempre tan delgadas.
Hablemos de tus sospechas.
De tus mentiras.
Pero sobre todo, lo mas importante... tus verdades.
Hablemos de tu actitud tan contradictoria.
Hablemos de tu música, igual de contradictoria.
Hablemos de tus ojos, aquellos que no solo cargaban miles de susurros, si no que también hechaban chispas de felicidad.
Hablemos de las traiciones.
De tus defectos.
De tus dedos acariciando quijadas y mejillas ajenas.
De tu mirada triste al saber que no solo me has hecho daño, si no que también te has hecho daño a ti.
Hablemos de tus letras. Y sí, tus letras, porque nadie escribía como tu. Parecías tener el corazón en la punta de los dedos y crear un nuevo idioma.
Hablemos de tus uñas, tan largas y sin embargo, rotas.
Hablemos de tus andares.
De tus muslos.
De tu abdomen.
De tus pechos.
Pero no nos vayamos a lo lujurioso.
Así que cambiemos el tema a algo que no seas tu.
Como yo.
Pero tu eres una gran parte de mi, así que si sigo lo mas probable es que siga hablando de ti.
Ni siquiera sé que hago.
Pero a estas alturas del partido ya deberías de darte cuenta que no sé nada.
Porque nada es seguro.
Como tu.