Del Odio Al Amor Solo Hay Un Paso 🏳️‍🌈

Capítulo 11

Capítulo 11.

Adnels

Llego al parque y miro a mi alrrededor hay parejas por todas partes unas paseando agarrados de manos, otras jugando con sus mascotas, unas haciendo ejercicios, hay hasta una pareja de ancianos sentados en una banca hablando, se ven tan felices tomados de las manos, se puede ver el amor reflejado en sus ojos, él le besa los nudillo y ella sonríe, haciéndome también sonreír por lo romántico y tiernos que se ven, eso es el amor verdadero, un amor en dónde envejecen y permanecen juntos hasta el final.

Sigo caminando por el camino pasando en frente de las diferentes parejas que están en el lugar, incluyendo una de dos chicas lesbianas que se dieron un beso corto en los labios y se acostaron en el césped, una de dos hombres gays muy atractivos que deben de tener como sus 30 años y que se están besando en la cabaña central. Me quedo paralizado por un momento al darme cuenta que esa es la cabaña que me indicó el chico misterioso, me acerco un poco más y puedo ver qué allí está la banca junto al árbol como dijo por mensaje. Observo detenidamente el sitio y hay un chico de pie junto al árbol dando la espalda en mi dirección, anda vestido con una botas negras, unos vaqueros del mismo color, una camisa blanca que se le ve la orilla por su cintura debajo de una chaqueta negra de cuero. Con cada paso que doy mis nervios aumentan, está de espalda pero se ve que es un poco más alto que yo y más musculoso, lo que significa que es hace ejercicios.

Respiro hondo para agarrar fuerzas y armarme de valor le tocó el hombro para que se dé vuelta y no puedo creer lo que estaban viendo mis ojos, ese chico estaba usando un antifaz negro con gris, me quedo paralizado sin reaccionar.

—Mmm lo siento me equivoqué— me doy la vuelta para irme.

—No espera Adnels soy yo, el chico del Usuario27—

—¿Eres tú?—

—¡Si soy yo!—

Lo miro de pies a cabeza.

—¿Y por qué el antifaz?—

—Ven te puedo explicar todo— camina y se sienta en una manta que está al lado del árbol.

Hago lo mismo y me siento frente de él, solo nos separa una distancia mínima. El silencio invade por un momento y no se que decir para entablar una conversación.

Él toma una bocanada grande de aire.

—Disculpa lo del antifaz, créeme que no lo tenía planeado, estaba acomodando las cosas que iba a traer y lo encontré por casualidad, decidí traerlo por qué no tengo el valor de mostrarte mi rostro, lo siento—

—Esta bien solo que me sorprendió verte así por eso casi me voy por qué pensé que me había equivocado—

—De verdad te pido perdón se que tenías la esperanza de ver quién soy pero no estoy listo todavía. No quiero que pienses que esto es un juego o una broma por qué te aseguro que no es así—

Si tenía la ilusión de ver quién es la persona que me trata con tanto afecto por mensajes, pero me doy cuenta qué ese chico tiene muchas inseguridades de si mismo así como me lo había comentado antes.

—Si te entiendo perfectamente, por qué en un tiempo yo estuve así como tú—

Él me mira confundido.

—Lleno de inseguridades y cuestionando todo lo que hacía—

—Tu nombre, ¿Lo puedo saber?—

—Si te digo mi nombre sabrás quien soy— Él hace una pausa. —Pero si te puedo decir cómo me dice mi madre "Milo" es la única persona que me llama así—