capítulo 14

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Capítulo 14.

Adnels

—Alli estan los productos de limpieza que van a usar, las escobas, trapeadores, trapos y demás, empezarán por el pasillo principal, es el único que limpiarán, luego los baños y por último los vestidores de la piscina— dice el profesor Enrique apenas llego al colegio. Viste con una sudadera azul clara, con un mono deportivo gris, su barba bien afeitada que hace resaltar su masculinidad de su rostro y unas botas deportivas, no entenderé por que siempre le gusta vestir ropa deportiva.

—Paso al rato para ver cómo van, voy a estar en la piscina por si me necesitan—

Comparto una mirada con Adams que tiene algunos moretones por los golpes que le dí que ya casi desaparecen, uno cerca de su ojo derecho que me hace recordar la pelea que causé por mis impulsos y me siento mal por eso, por qué nunca había reaccionado de esa manera, él viste un gorro de invierno blanco, a pesar de que el día solo está fresco, con una camisa cuello tortuga del mismo color y unos vaqueros azules.

En cambio yo estoy usando una camiseta roja y un shorts tipo mono azul, vine lo más cómodo posible por el trabajo fuerte que tenemos que hacer.

—Menos mal que solo es este pasillo porque sino hoy no terminamos— pensé.

Él y yo tomamos un par de escobas y comenzamos a barrer el pasillos desde la entrada hasta el final, barremos en silencio sin decir ni una sola palabra, Adams está escuchando música con sus audífonos inalambricos mientras barre el piso un poco alejado, lo miro de vez en cuando, pero él se percata de ello.

—¿Que?— pregunta curioso.

—Eh- Solo quería disculparme por haberte golpeado de esa manera, no hice lo correcto debí de preguntarte y averiguar si realmente fuiste tu—

—Tranquilo no te culpo yo fuera reaccionado de la misma forma—

Sonríe.

—Me lo merecía por tantas cosas que te hice en el pasado y te pido perdón por eso. Quizas no me creas pero estoy arrepentido por el daño que te eh causado, eh intentado cambiar mi actitud con las demás personas por eso dejé de molestarte, claro y también por la advertencia— sonríe amistosamente. —Déjame decirte que con lo que hiciste en la cafetería enfrente de los estudiantes, más nadie te molestará a partir de ahora—

Se ríe a carcajadas haciéndome reír también.

Su disculpa se escucha sincera, aunque un simple perdón no borrará todo lo que hizo tiene que demostrarse a sí mismo que verdaderamente está cambiando. Lo dice de una manera tan sutil y divertida que me hace reír, para nada es gracioso mis actos de violencia pero él lo hace ver divertido.

Acabamos de barrer y nos toca limpiar, cada uno coge una trapeador con el carrito de exprimir, Adams pasa el primero lo suficientemente húmedo para mojar el piso y yo paso el segundo seco para quitar la suciedad. Me pongo mis auriculares para trapear con calma y agusto, coloco mis canciones favoritas de Rihanna y canto fuerte sin importarme que Adams me escuche.

Ya en el baño que es lo siguiente que nos toca limpiar, está hecho un desastre, el piso de cerámica es blanco y está marrón por las pisadas de barro, no se puede ni respirar, es una combinación de rancio con orina. De los inodoros ni se digan, hay papel higiénico usado por los alrededores. Nos ponemos los guantes y recogemos la basura de las papeleras, la depositamos en los cubos del carro, limpiamos con trapos y desinfectantes los espejos, el lavamanos y por último los inodoros.

—Esto es asqueroso limpiar las pocetas de los baños— dijo Adams haciendo una mueca de asco. —No sabía que los hombres eran, bueno-tan-tu sabes— arruga la cara y me río de solo de verlo.

Del Odio Al Amor Solo Hay Un Paso 🏳️‍🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora