Capítulo 23

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Capítulo 23.

Adams

Tres días antes.

—Buenas tardes Milo— anuncia mi madre con una sonrisa cuando me ve entrar a la cocina.

—Hola madre— respondo sentándome en él blanquito del mesón.

Escucharla decir ese nombre me recuerda a Adnels, diciéndome que también era mentira que mi madre me llamaba así.

—¿Dormiste bien?—

—¡Si algo!— miento, a pesar de las 13 horas de vuelo que pasé para llegar aquí, tendría que haber caído rendido por el cansancio pero no pude conciliar el sueño por tantos problemas.

—Me dirás ¿Por que llegaste así anoche?—

Estaba tan mal por Adnels que me dejé llevar por mis instintos, después de que me enfrenté con Richard y los chicos me fui a mi casa compre un boleto de avión con la tarjeta de crédito de mi padre para venirme a París dos días después de esa discusión. No podía seguir solo en casa por la desesperación y el temor a deprimirme más de lo que ya estoy. Todo sucedió rápido, el boleto, el aeropuerto, llegar a la casa de mi madre en plena madrugada.

Llegué llorando y no pude evitar abrazarla a lo que la vi. —¡Milo! ¿Que paso? ¿Por qué estás llorando? ¿Que haces aquí?.— me pregunta. La confusión y preocupación era evidente en su rostro y por el tono de su voz.

—¡Te necesito mamá! Hoy más que nunca te necesito— Digo en un mar de lágrimas acurrucado entre sus brazos. Anhelaba este abrazo con desesperación necesitaba sentir que había un lugar donde yo me sintiera seguro y eso era en los brazos de mi madre.

—Cariño ¿Estás bien?— ella estira su mano y toma la mia.

Le sonrío, apretando su mano.

—Si— miento, aunque mi mamá me conoce perfectamente a pesar de que no vivimos juntos.

—Ven vamos a sentarnos en la sala— me abraza y me guía al gran sofá de la sala, en esta casa todo es elegante y sofisticado no es para menos si ella se casó con un millonario francés dueño de una de las compañías de telas más importantes de Francia.

Dean conoció a mi madre en un viaje a Yorba Linda por una exhibición de telas que hizo para mostrar la calidad. Dichas telas las usan diferentes diseñadores en los trajes y prendas que perfeccionan. El viajó por unos días pero se quedó por varios meses cuando la vió en el centro comercial fue amor a primera vista, según lo que me contó ella. Dean se acercó a saludarla hablaron ese día y desde entonces se hicieron amigos, salieron por un par de meses para conocerse mejor, él la apoyo con los trámites del divorcio y la demanda de la patria potestad.

Ella toca mi mejilla con su pulgar.

—Milo te conozco se que te pasa algo, soy tu madre dímelo—

Miro a mi alrededor nervioso.

—No te preocupes que estamos solos, Dean está trabajando y tú hermano está durmiendo su siesta de la tarde— ella hace una pausa pregunta—: ¿Tu padre sabe que estás aquí?—

Niego con la cabeza.

—Oh Milo, ¿Por que no le dijiste nada a tu padre?— me sermonea.

—Sabes que yo no le importo—

—No digas eso, tu padre te ama a pesar de sus errores, ¿Cómo hiciste para la carta de autorización que piden en el aeropuerto?—

Me levanto de golpe del sofá.

Del Odio Al Amor Solo Hay Un Paso 🏳️‍🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora