Darien tragó mirando a Yulián, tenía razón al pensar que se acercaba a él por razones impuras, el alfa se arrodilló frente a él, se metió entre sus piernas y le abrazó la cintura, su cabeza descansó contra su abdomen.
— Darien, no me odies, por favor.
— No estoy seguro de que sentir ahora mismo — murmuró, Yulián sacó la cabeza y lo miró como un cachorro.
— Sí, lo admito, me acerqué por razones impuras, pero eso cambió casi al instante, todo lo que te mostré fue porque lo sentía, nunca más tuve doble intención — Darien negó.
— No confío en ti, Yulián.
— Lo sé, sé que no, pero haré que confíes, soy tu Alfa — murmuró, luego dejó un beso en su vientre — Y el padre de este cachorro, por favor, no me alejes.
Darien no haría algo como eso, quería que su cachorro tuviese a sus dos padres, no le quitaría eso, sabía que Yulián sería un buen padre y no dejarlo estar con el cachorro sería muy ruin de su parte.
— No te alejaré del cachorro, pero no me pidas confiar en ti otra vez — dijo poniéndose de pie.
— Darien…
— No, asunto terminado ¿Puedo darme un baño?
— Si, puedes hacer lo que quieras — mencionó apuntando hacia el lugar.
Darien caminó hacia allí y se quitó la ropa, meterse bajo el agua tibia alivió sus músculos agarrotados, maldición, esta relación entre Yulián y él estaba más que condenada desde el principio.
Dejar que se acercara mas sólo los haría sufrir a ambos otra vez, joder, no podía creer que su padre hubiese hecho eso después de pedirle que no quería a Yulián cerca de él otra vez.
No quería que le hiciera daño.
Si lo pensaba bien, era él quien más había hecho sufrir a ese alfa, tenía la culpa por no ser comunicativo y explicarle la situación con su profesor, por no enfrentarse a él cuando fue el momento e ir corriendo con su padre.
Maldición, era un desastre con la interacción humana ¿De qué mierda le servía ser un genio? Eso sólo le había traído problemas.
Darien acarició su vientre con la esponja, sí que estaba más grande de lo que se suponía debía estar, pero no había podido ver a un médico, sólo esperaba que todo estuviese bien.
Darien terminó de lavarse y salió, tomó una toalla limpia del cajón y se secó, ni siquiera tenía ropa así que se puso una bata, Yulián estaba en la pequeña cocina y caminó hacia allí.
Él lo miró con sorpresa en cuanto lo vio.
— Oh, lo siento, no me di cuenta de que no tenías ropa, ve a mi cuarto y ponte lo que quieras — Darien fue a su habitación, el cuarto tenía el aroma de Yulián hasta en el último rincón y era realmente agradable.
Darien cerró los ojos y aspiró, sus feromonas calmando las suyas propias que últimamente eran un desastre, finalmente escogió una camisa y un jean desgastado de su armario para volver y sentarse en una butaca.
— Siento mucho lo que pasó con mi padre — Yulián se acercó y le acarició la mejilla, su sonrisa fue tenue.
— No te lo conté para que sintieras lástima por mí, quería que las dudas entre nosotros desaparecieran.
— ¿Por qué tiene que hacer esto? — Darien se alejó de su contacto, Yulián frunció los labios.
— Porque no me quiere ahí, mis padres cometieron un error al hacer esto, él se ofendió aún más.
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( I ) Un cachorro para amarte
RomanceUn cachorro. Darien nunca pensó que lo querría teniendo el estilo de vida que tenía, su matrimonio era una farsa, su marido un mentiroso que le había roto el corazón años atrás así que la idea de tener un hijo era absurda. El Alfa con el que vivía n...