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Yulián escupió la sangre en su boca y jadeó tratando de conseguir aire, ese mínimo movimiento dolía, sus costillas estaban rotas, lo sabía después de pasar por esto unas cuantas veces.

El peor dolor era el de su vínculo roto, Yulián no sabía el estado de Darien, pero esto no era nada bueno, maldición, su cachorro estaba en peligro gracias a su incompetencia.

Yulián frotó el tornillo en la soga que lo mantenía aferrado a la silla, el padre de Darien entró esta vez y le sonrió al verlo.

—Mírate ahora, Yulián. ¿Qué pasó con tu socarronería? —Yulián lo fulminó con la mirada, no estaba para los juegos de este Alfa.

—¿Dónde está Darien?

—Mmm... eso no es algo que debas saber —Yulián terminó de cortar la soga y apretó los labios.

—De todas formas, vas a matarme, podrías decirme eso al menos.

—Ya no hay cachorro, así que no te preocupes más —Yulián se paralizó.

¿Ya no había cachorro? ¿Qué pasó? Yulián tragó intentando bajar el nudo en su garganta. ¿Su cachorro? ¿El cachorro que tanto quería Darien? Dios bendito, mataría a este maldito Alfa por hacer una cosa así.

Con tal de conseguir lo que quería no podía creer que le hiciera daño a su propio hijo, no de esta manera, no con lo emocionado que estaba Darien con su cachorro.

Yulián se le fue encima y golpeó su rostro con toda la fuerza que podía reunir, su hombro estaba herido, pero eso no importó lo suficiente, otro Alfa lo agarró y golpeó su abdomen, Yulián se quejó tosiendo, cuando el Alfa estuvo seguro de su derrota aprovechó para encajar el tornillo en uno de sus ojos, él se alejó gritando.

Se puso de pie y agarró la navaja de la cinturilla del Alfa para acercarse al padre de Darien, el hombre estaba hecho presa del pánico ahora que no lo tenía amarrado y a su merced.

Yulián lo pateó y se sentó sobre su estómago, lo golpeó y luego gruñó.

—¿Cómo pudiste hacerle eso a tu propio hijo? ¿Cómo fuiste capaz?

—No quiero que tu descendencia forme parte de mi familia —escupió con ira, Yulián enterró la navaja en su abdomen.

—¿Dónde está, que hiciste con él?

—No te diré nada —gruñó, Yulián giró la navaja causándole más dolor.

—Habla.

—Vete al infierno —Yulián sacó la navaja y volvió a enterrarla arrancándole un gruñido de dolor, el Alfa no cedió, estaba perdiendo el tiempo.

Arrancó la navaja y se puso de pie, si él no le decía nada iría a buscarlo él mismo, Darien lo necesitaba con urgencia.

Yulián suspiró con más alivio viendo a su gente de confianza en el lugar, se habían demorado mucho.

—¡Yulián! —Yulián se dejó sostener de Damon, el Alfa estaba ensangrentado y había adelantado bastante de trabajo mientras él estaba siendo torturado.

—Necesito encontrar a Darien —gruñó, Damon lo arrastró por el pasillo y lo recostó a una pared cuando llegaron fuera.

—Necesitamos que un doctor te vea.

—Joder, no hay tiempo —gruñó agarrando las llaves de su bolsillo y caminando hacia el auto.

Yulián tomó el volante y giró la llave, Damon intentó sacarlo a la fuerza, pero comenzó a conducir hacia la casa del Alfa y siguió llevándose la reja de la entrada, Yulián buscó un arma en la guantera, como siempre, Damon tenía la mala costumbre de esconder su arma ahí, eso lo había salvado esta vez.

( I ) Un cachorro para amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora