Capítulo 1 _ Black Widow

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Myoui Mina tenía la vida planeada desde que era adolescente. Era de un pueblo pequeño donde todo el mundo se conocía. En el instituto conoció a Chaeyoung, quien era su prometida y junto a ella hicieron los votos de castidad hasta que se casaran después de terminar la carrera y justo ese día había llegado. Chaeyoung era dos años más que ella y marchó a la ciudad para trabajar en una empresa de moda importante, como asistente y que, por suerte Mina comenzaría a trabajar como ayudante. Así pues, esa noche sus compañeros y ella se estaba montando la última fiesta, celebrando que ya habían acabado su vida como universitarios. En parte Mina estaba ilusionada, porque hacía meses que no veía a la mujer que amaba, así pues, estuvieron en un bar bebiendo sin parar mientras contaban sus batallitas en la universidad:

_La verdad es que no me arrepiento de nada_comenzó a decir Lisa_he bebido, he sudado la gota gorda para sacar las notas adelante y follado como una descosida_ Lisa era la compañera de habitación de Mina_ aquí la única que se mantiene virginal_rodeo los hombros de Mina con el brazo_ es aquí la amiga_ solto una carcajada_ ni siquiera cuando la novia se quedaba a dormir hizo nada.

_Sin embargo_ dijo sonriente Mina_ ya me conozco tus repertorios de gemidos y de orgasmos.

La chica que estaba enfrente esbozó una carcajada, bien sabía que mucho de ellos los había provocado ella:

_ Lo que no logro entender_ todos estaban  achispados, hasta la misma Mina y eso que bebía casi nunca_ ¿Por qué? Eso llegar de anciana y morirte solo con haber estado con una mujer, al menos cátalo con otra y tienes con que comparar.

Dijo Lesmes, otro chico con el que había ido juntos a unas cuantas clases:

_ ¿Tienes falta de livido?_ preguntó curiosa Lisa_ digo, ¿es que tú nunca te pones cachonda?

Mina frunció el ceño:

_Pues claro, solo porque he hecho votos de castidad no quiere decir que sea de piedra_ se terminó su combinado_ voy al baño.

Tenia la vejiga a reventar, ya estaba acostumbrada a que sus votos de castidad saliera a relucir. Era cierto en el instituto los hizo, más por Chaeyoung, ella quería vivir esa experiencia de casarse y estar con la única persona a la que había amado. Pidiéndole a Mina, que si decía que la quería, esperaría todo el tiempo que hiciera falta. Y lo hizo, quería a Chaeyoung, quería pasar ese tramo juntas, casarse y ser su primera vez, algo que contaría a sus nietos. Tambaleante entró en el baño, sonriente vacío su vejiga, lo cierto es que era de las pocas estudiantes que no fue a muchas fiestas. Ya que las fiestas sobre todo las de fraternidades, había mucho alcohol, muchas chicas con las camisetas mojadas marcando todo, y como bien había dicho, no era de piedra. Tiro de la cadena y se lavo las manos. Hasta ahí su vida iba bien, como había planeado junto a su prometida. Lo que no contaba, es que al salir de ese baño, todo acabaría y se toparía con que el diablo vestía de rojo. Mina en su plena borrachera, vio como un zapato se le caía a una mujer que estaba sentada. Cuán príncipe de cenicienta se tratará, se arrodilló y amablemente le puso el zapato de color rojo a su dueña, no fue hasta que le vio puesto, cuando recorrió la pierna con sus ojos cafés, que piernas más bonitas, comenzó la tela roja, un precioso vestido rojo y ceñido, bonito cuerpo, pensó cuando iba por el abdomen, no se dio cuenta que abrió un poco la boca cuando llegó al busto, señor que delantera, siguió con su mirada escaner hasta que, joder que ojazos Cafés:

_Gracias

Dijo sonriente la chica que estaba sentada, una pelinegra que quitaba el hipo y todos los putos males. Mina tragó saliva e intentando recuperar la compostura:

_De nada señorita

Sonrió y se giro para volver hasta su mesa:

_Señorita

El Diablo Viste De Rojo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora