Capítulo 22 _ La Puerta

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Era un acumuló de "no me lo esperaba" primero blanco, luego negro, blanco, negro ¿Cómo narices creer que se mantendría y no cambiaría de idea? Esa era Im Nayeon, bipolar y con cantidad de caras, muchas de ellas por descubrir. Nayeon la mala perra, Nayeon la frágil, Nayeon la de Asbury Lake, Nayeon la sexual y la que terminaba de desconcertar, la que le ocultaba cosas. ¿Estaba dispuesta a esos cambios de humor? Te quiero ahora luego no te quiero, creo en ti pero desconfío a la mínima. Pero ahí estaba, suplicándole, asegurándole qué la quería y que quería estar con ella. Mina miró al suelo y suspiró, arriesgar o no arriesgar, se giró y abrió la puerta del taxi.

Un "se acabó" paso fugaz por la cabeza de Nayeon, sintiendo un pesar casi insoportable en su pecho. ¿En tan poco tiempo había llegado tan lejos Mina? La humedad de sus ojos pesó como plomo y cobraron vida, destinadas a humedecer sus mejillas. Pero espera un momento, algo detuvo su desconsuelo:

_Puede esperar otro par de minutos.

Escuchó decir la voz de Mina:

_Oiga señorita espero lo que quiera, pero el taxímetro sigue en marcha

_Pagaré_ la castaña se giró para quedar frente a frente con Nayeon_ ¿Por qué lloras?

Nayeon se quitó la humedad de las mejillas antes de dar un empujón pequeño a la vaquera:

_Pensaba que te ibas

Mina sonrió, le quitó una última lagrima traicionera con el dedo gordo, se acercó dispuesta a darle un beso, el beso que llevaban reclamando sus labios casi dos días, cuando miró a su alrededor:

_¿Qué pasa?

Preguntó la pelinegra, que se había acercado para recibir el impacto de su beso:

_Tus empleados alucinan, están viendo a la diabólica de su jefa llorar ¿estás preparada para que vean besándote conmigo?

_Que les jodan

Musitó agarrando la nuca de la vaquera para atraerla y acortar la poca distancia que les quedaba para chocar sus labios. Mina rodeo con sus brazos la cintura de Nayeon, disfrutando la delicadeza qué ofrecía su boca y que hacia enloquecer a cada neurona de su cuerpo, provocando cortos circuitos eléctricos y se elevaba su adrenalina hasta el punto de querer más. El claxon de un vehículo les hizo sobresaltar, la ojimarrón miró ceñuda al taxista que hizo señas a su reloj:

_Tengo que pedir otra vez las llaves a Sana

Nayeon se mordió el labio inferior y asintió con la cabeza:

_Terminó de hacer una cosas y ¿salimos a cenar? Si te parece bien claro.

_Si, será estupendo

Para que engañarse, primero fue el subidón para acabar en una sensación de extrañeza. Nayeon acostumbraba a no dar explicaciones de nada, acostumbraba a hacer lo que le daba la gana, sin habérselo propuesto se había metido en una relación con la vaquera. Y Mina no había acabado una relación cuando a los cinco minutos, ya se estaba besando con su ex jefa delante de su ex novia y de sus ex compañeros.

Chaeyoung y Sana contemplaron toda la escena típica de las comedias románticas cuando Meg Ryan estaba en pleno apogeo, solo que de comedia poco, se podía palpar el drama y la tensión. La ex novia sentía como la rabia y el dolor se aglomeraba en su interior como una bomba a presión:

_Ni si quiera la reconozco.

Dijo apoyada en el mostrador de la chica. Por unos segundos se compadeció de la chica, después de todo le habían dejado y no le habían dado tiempo de luto cuando ya estaba con le jefa metiendo su lengua hasta la campanilla. Hasta que recordó, Chaeyoung era otra endemoniada qué le caía mucho peor que Satán:

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2024 ⏰

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