El Diablo Viste De Rojo

Capítulo 3 _ Milán

Mina hojeo la agenda donde venían los números de todos los departamentos. La leche, ahí había un montón, aún estando en orden alfabético le costó encontrar recursos humanos, pero que aquí no acaba la encrucijada, había por lo menos cinco números diferentes para ese departamento ¿a cual llamaba?

_Mina lo necesito para hoy

Metió prisa Nayeon, la morena irritada:

_Dame chance que es mi primer día.

Jeongyeon esbozó una carcajada:

_Dejalo_ dijo al final la pelinegra malhumorada_ ya lo hago yo_ miró a su amiga_ ¿ves lo que te quiero decir obstinada. Soy su jefa y le da igual contestarme de mala manera.

_Chaeyoung lleva años trabajando para ti

Dijo Jeongyeon cogiendo el marco de una foto, en la que salía Nayeon sonriente y abrazando a dos niños pequeños, igual de pelinegros que ella. Nayeon le quitó la foto y lo puso en su sitio:

_No le voy a despedir, tan solo le ascenderé para que se despegue de Mina

_De todo el mundo te has ido a encaprichar de una que tiene pareja_ aspira fuertemente_ huele a vainilla por todos los poros de su piel_ negó con la cabeza_ demasiado tradicional, no te va a funcionar.

_Eso ya lo veremos

Chaeyoung estuvo de un departamento a otro. La señora Im le hizo entegra de unas invitaciones para un evento que haría en su casa. Podía hacer lo mismo que todo el mundo que hacía una fiesta, enviarlo por correo electrónico, pero no, Im Nayeon prefería métodos más tradicionales. Antes de poder subir y descansar, los pies le estaban matando con esos zapatos de Jimmy Choo tan caros, pero eran tan bonitos, tacón de aguja color negro y beige, puntas color de color negro y con una banda dorada, aunque no eran los más idóneos para estar de arriba para abajo, corriendo de una punta a otra, en esos instantes entendía a Mina, que los aborrecía.

Im Nayeon le llamó pidiendo que fuera al departamento de recursos humanos a por unos documentos. Quería ser optimista y pensar que no se trataría de otra cosa, pero temía que despedirían a Mina. En el ascensor se sintió tentada a mirar,pero hasta el momento había luchado para ser la perfecta trabajadora. Quedaba esperar para saber de que se trataba, si realmente despedían a Mina o no, quizás era otra cosa y se estaba comiendo la cabeza por nada:

_Señora Yoo_ dijo Chaeyoung al entrar al despacho de Im_ aquí tiene los documentos que pidió_ dejó la carpeta encima del escritorio_ señora Im

_Gracias Chaeyoung

Chaeyoung salió del despacho. Jeongyeon siguió con la mirada a la asistente y observó como se escondía detrás del mostrador, junto a la ojimarrón. Nayeon no desconfiaba de sus empleados, bueno era una maniática y aún así comprobó que todo estuviera en regla:

_Chaeyoung da más el pego a lo que buscas_ se mordió el labio inferior_ ¿nunca te ha atraído? Es muy atractiva.

_Prometeria mucho si no fuera tan puritana

Cerró la carpeta y lo dejó sobre el escritorio. Jeongyeon se levantó y se encaminó hacia la puerta:

_Tu eras igual o mucho peor cuando te conocí_ alzó una ceja_ conoces nuestro mundo Nayeon, tú no tienes voz ni voto con tu papel

_Me corrompiste de la peor manera_ esbozó una sonrisa, sabía a lo que se refería_ para eso te tengo a ti, me ayudarás en Nueva York_ miró de reojo al mostrador y bajó la voz_ le seguirás instruyendo cuando regresemos.

Jeongyeon esbozó una sonrisa llena de malicia. Cierto Yoo Jeongyeon no era el mejor ejemplo a seguir, si no todo lo contrario, era otro demonio y mucho más peligroso que la propia Im Nayeon. Miró fugazmente hasta donde estaban las otras dos chicas cuchicheando. Bueno ya que Nayeon intentaba, jugar igual de duro que ella, queriendo corromper aún cachorrillo como era Mina: