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2 meses atrás.

Irónicamente había sido el verano pasado en que la tormenta se había desatado. Yunjin había intentado hacerse la tonta por mucho tiempo, pero ya no lo podía seguir soportando.

No quería volver a Seúl, pero tampoco quería que su mamá Yuri fuera a Naevis porque eso significaba que tuviera que encontrarse con Yoona. Sus mamás no se odiaban, pero había una tristeza en los ojos de ambas cada vez que tenían que volver a verse. Cerró los ojos y todos los recuerdos se volvieron a ella.

Yunjin se abrazó a su almohada, otras veces se ponía audífonos y reproducía la música a todo volumen para no escuchar a sus mamás discutiendo. En este caso sentía su cuerpo completamente congelado, no era capaz de moverse y alcanzarlos. Lo único que logró hacer fue abrazar esa almohada y cerrar los ojos bien fuerte esperando que así las cosas le afecten menos, algo que no logró.

"¿Qué esperas que haga? ¿Que me quede aquí esperándote como una estúpida?" Yoona nunca le había gritado, jamás la había escuchado levantar la voz, pero ahora sus gritos contra su mamá eran desgarradores. El asunto llevaba meses y su familia estaba pasando por el momento más frágil.

No podía escuchar las respuestas que daba Yuri, no estaba segura si era porque le respondía en un tono de voz bajo o si simplemente se quedaba en silencio escuchando a su pareja despotricar contra ella.

"¡Estoy harta! ¿Crees que no me doy cuenta?"

"Al menos ten la dignidad de decirme las cosas a la cara"

"¿Cómo le puedes estar haciendo esto a nuestra familia?"

"Ya sé que no piensas en mí ¿Pero tu hija? ¿Piensas en ella acaso?"

No era la primera vez que Yunjin escuchaba frases de este tipo. No se había atrevido a preguntar directamente a qué se refería porque sus mamás hacían como si ella no estuviera al tanto de lo mal que estaban. Lamentablemente o no, Yunjin lo notaba y escuchaba todo.

Ya no podía concentrarse en la escuela, no tenía ganas de ir a sus actividades extracurriculares y sus amigas comenzaban a quejarse de la falta de interés que ella demostraba en alimentar la amistad.

Yunjin no quería nada, sentía que ese ambiente oscuro había succionado lo que quedaba de esa alegría infantil y la adolescencia le había llegado de golpe sin ella pedirlo.

Dos fuertes portazos la hicieron saltar de su cama. El primero provenía de la habitación de sus madres y el segundo de la puerta principal de la casa. Su respiración se agitó y cuando sintió que unos pasos se escuchaban en dirección a su habitación se volvió a meter en su cama y cerró los ojos para fingir una vez más que no había escuchado nada.

La puerta de su habitación se abrió y los pasos ahora fueron más sigilosos en dirección a su cama. Yunjin se mantuvo calmada y unas manos arreglaron las tapas de su cama para abrigarla. —Lamento que tengas que pasar esto, yo de verdad te amo. —Escuchó la voz suave y triste de Yuri, pero ni por eso abrió los ojos.

Volver a Seúl se sentía extraño, le había dicho a su mamá Yoona que no tenía ganas de venir, pero ella había insistido en que era importante que pase tiempo con Yuri. Yunjin quería decirle que solo ella deseaba eso porque Yuri no le había pedido ir, cada día sentía menos interés de parte de su mamá y estaba segura de que no sentirse deseada era uno de los peores sentimientos. Era como un trago amargo que no hacía más que aumentar su agrio sabor.

Just my type (Jiminjeong + Purinz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora