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Había escuchado la explicación de su novio una y otra vez. Conocía la historia de memoria, por supuesto todos les tenían tanta envidia que no encontraron otra forma que involucrarlos en un escándalo para sacarlos de la competencia.

Las cosas no se iban a quedar así, su papá y el de Na Jaemin eran abogados. Ya estaban ordenando todos para presentar una demanda en contra de la liga, la escuela y si era necesario la estación de policías que se metió a esa fiesta para encontrar drogas.

Jeno seguía hablando y Karina solo podía ver como el helado se derretía de su vaso y ya amenazaba con caer a la mesa. —Jaemin cree que fueron los de Cube. Es una escuela de Seúl, siempre nos han tenido envidia. —Karina asintió, pensando si podía pedir otro helado porque el suyo se estaba terminando.

Su novio comenzó a describir un partido contra ese equipo, Jimin ya estaba completamente disociada de la conversación y asentía sin saber lo que estaba escuchando.

Lo único que logró distraerla fue la imagen lejana de Yunjin entrando al mismo café junto a Jay, otro de los miembros del equipo de basquetbol. Los dos conversaban mientras caminaban al mostrador y pedían algunas cosas. Jimin los vio reír mientras escogían algunos dulces y luego notó que Jay pagaba por todo. Qué hipócrita, pensó Jimin.

Kim Minjeong.

—¿Qué? —Jimin volvió toda su atención a su novio en el momento en que escuchó ese nombre salir de su boca.

—Así se llama tu vecina ¿No? —Jeno por fin comenzó a tomar su helado, Karina hizo una mueca de asco al notar que ya estaba casi todo derretido. —Te decía que al menos van a animar al equipo de fútbol por ahora y que con Kim Minjeong ya no son tan malas o eso escuché.

Eso era cierto. Ya se había corrido la voz sobre la mejoría que tuvo el equipo de fútbol femenino. Ese viernes tenían su primer partido como locales y los tickets se habían agotado. También se dio cuenta de que Minjeong comenzaba a recibir cartas de admiradoras, lo que le molestaba un poco, pero que obviamente no confesaría.

—Todas las chicas están jugando mucho mejor, creo que el nuevo entrenador es muy bueno. —El fútbol era un deporte en equipos, ella no creía que todos los honores se los tendría que llevar su vecina.

Jeno pagó por los helados y se ofreció a caminar con Jimin hasta su casa. Ahora que no tenía partidos y el equipo estaba suspendido, tenía mucho tiempo libre para pasar con Karina. Definitivamente sus planes de querer estar sola no se iban a poder llevar a cabo.

El camino a casa giró en torno al mismo tema. Jeno estaba completamente obsesionado con la suspensión y Jimin estaba al borde de explotar y decirle en la cara que la mitad del equipo eran hijos de papi que se creían adultos por beber y conseguir drogas, pero que al final ninguno se hacía responsable de sus actos.

El chico hablaba sin parar y decidió nuevamente desconectarse de todo lo que decía. Cuando ya estaban llegando a su casa, notó esa figura que tanto la confundía. Minjeong iba corriendo en dirección a ellos, llevaba una sudadera y shorts demasiado cortos como para que Jimin mantenga la cordura.

Jeno de pronto se calló y alzó su mano para saludar a la chica, quien simplemente sonrió al pasar corriendo a alta velocidad.

—Oye ¿Crees que podrías conseguirme tickets para el partido?

Karina se detuvo frente a su casa, confundida por la pregunta. —¿Para el partido de fútbol? —Jeno asintió, acariciando la mano de su novia. Las manos de Jeno eran ásperas y Karina siempre pensó que obtenían el efecto opuesto al que él quería dar.

Just my type (Jiminjeong + Purinz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora