Los vampiros no pueden tener hijos, pero Caroline Forbes quedó embarazada del híbrido original Klaus Mikaelson, decidió no decirle nada y criar ella sola a su hija con ayuda de sus amigos, después de 7 años descubre que Caroline tiene una hija y que...
Klaus Mikaelson. Después de haber estado con Julietta, Marcel y Vincent entre a la casa y fui a la biblioteca, allí estaba mi hermana Freya, buscando en grimorios una respuesta.
-Deja de buscar, has tu vida hermana, han pasado 11 años y no encontraron nada- dije mientras me sentaba frente a ella.
-No, jamás me cansaré de buscar, se lo prometí a mis sobrinas no voy a fallarles además quiero que volvamos a estar juntos, extraño a Finn, Elijah y hasta a Kol.
-También los extraño, pero Elijah no tiene memoria, Marcel borro sus recuerdos y al parecer nuestro hermano no quiere recordar quien es- dije soltando un suspiro.
-Es porque tiene miedo de recordar todo el daño que hizo en el pasado- dijo Freya.
-Estas en lo correcto, sin embargo me veo obligado a que permanezca de esa manera, todo para proteger a mis niñas.
-Sabes que Julieta no te perdonará si te vas sin despedirte, puede que Hope si, pero ella no- dijo Freya y una leve sonrisa se formó en mi rostro.
-Ella es idéntica a mi, mi copia en versión femenina, mi hija no puede odiar a su padre para siempre, además sabe que todo lo que hicimos y hágamos ha sido pensado en ella y en su hermana.
Freya me abrazó fuertemente, sabía que no quería separarse de mi, pero no había otra opción.
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-Mañana cuando ellas despierten, les dirás que las amo más que nada en este mundo y deseo tanto estar a su lado, pero no es posible.
-Hay una opción- dijo Freya y yo negué con la cabeza.
-No- dije con seriedad -No obligare a Julieta a hacer algo que ella no este lista para hacer, su maldición la activará cuando ella misma se sienta lista para tomar esa responsabilidad, un poder como el de ella conlleva una gran responsabilidad.
-Klaus- se escucharon los fuertes gritos de Vincent.
-Puedes dejar de gritar, mi oído esta lo suficientemente desarrollado para oirte aunque hagas el más mínimo susurró- dije rodando los ojos mientras Freya y yo salíamos de la biblioteca.
-¿Quieres explicarme que hacen Finn y Kol camino a Nueva Orleans?- preguntó Vincent con seriedad.
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