Capítulo 2

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-¡Meredith Amelie Donson, vas a llegar tarde al instituto! -dijo su madre entrando por la puerta cabreada. Del susto, Meredith saltó de la cama, fue corriendo al baño para asearse y acto seguido se vistió con un vaquero ajustado, unas Converse negras y una blusa negra. Salió de su casa sin desayunar prometiendo a su madre que compraría algo en el instituto. Cuando llegó entró corriendo a su primera clase pidiendo perdón por el pequeño retraso y sentándose, por desgracia, en la parte trasera de la clase en una mesa vacía rodeada de chicos que a penas atendían en clase. Sacó sus apuntes y su libro para centrarse como podía en la clase que estaban dando.

A mitad de la clase el compañero que tenía al lado le pasó una nota.

"Hola Meredith, ¿tienes clase luego? Como has llegado tarde y supongo que no habrás desayunado, te invito a algo. -Dylan"

La chica sonrió y miró hacia adelante viendo a Dylan girado con una sonrisa. Ella asintió para darle a entender que si iría a desayunar con él y siguió mirando a la pizarra atendiendo.

El timbre sonó y Meredith recogió sus cosas con prisa para salir e ir a desayunar con el apuesto chico de la biblioteca. Salió al pasillo y se encontró a Dylan esperando a la derecha apoyado en unas taquillas.

-¿No tienes clase? -preguntó el chico

-¡Meredith! -se oyó a Hazel al fondo del pasillo- Eh, ¿no tienes clase ahora? -pregunta cuando se ha acercado a ella- Hola, soy Hazel -se presentó al chico

-Dylan -dijo con una sonrisa

-No, Haz, tengo una hora libre, así que iré a desayunar porque no he comido nada -su estomago rugió con fuerza pidiendo algo para alimentarse.

-Ya veo -dijo riendo y mirando el estómago de su amiga- Pues que suerte, yo ahora tengo quimica... Te veo luego. - después de eso la chica salió corriendo en dirección a su siguiente clase.

La chica volvió a mirar al joven de 1 metro 80 y comenzaron a caminar hacia la cafetería del instituto. Una vez allí ella se sentó y Dylan fue a pedir por ambos.

-Toma -dijo Dylan entregándole un café con leche y un muffin de chocolate

-Gracias -sonrió ella poniendo el azúcar al café- ¿Como llevas historia?

-Bastante mal, sinceramente. Intenté ponerme, pero me costaba y me había olvidado de muchas de las cosas que me explicaste -dijo con una sonrisa avergonzada

Ella rió y pegó un mordisco a su magdalena de chocolate.

-Bueno -dijo tragando- esta tarde si quieres te ayudo -dijo pegando otro mordisco

-Si, claro, te espero a la salida y vamos a mi casa si quieres -dice con una sonrisa el chico. Ella asiente y termina su desayuno antes de que el timbre suene.


Tras un día agotador y lleno de tareas para hacer, Meredith sale del instituto buscando a Dylan con la mirada. Le ve a lo lejos apoyado en un coche que al parecer es suyo. Le saluda y entra sentándose en el asiento del copiloto. Avisa a su madre que comerá fuera de casa y ayudará a estudiar a una amiga, omitiendo, de nuevo, que estaba con un chico. Dylan comenzó su camino hacia su casa y en cuanto llegaron aparcó delante. Ambos salieron del coche y Meredith se sorprendió al ver la casa del chico. Era una casa de estilo americano bastante grande. Tenía un jardín frontal que era interrumpido por un camino de asfalto, pero no hacía que la casa se viese fea. La casa tenía dos grandes ventanales a cada lado y una puerta central de color marrón.

El chico abrió la puerta y entraron yendo directos a la cocina que tenía una preciosa isla central de mármol gris con asientos altos de color blanco.

-Hola, cariño -dijo una mujer de pelo corto y castaño con una preciosa sonrisa- Anda, hola -dijo mirando a Meredith- No me dijiste que traías a una amiga, tendré que poner comida para uno más -sonrió

-Siento causar molestias -dijo la joven avergonzada- Pensé que lo sabía y ...

-Ah, no, no, no causas ninguna molestia, es bonito ver a una mujer en esta casa que no sea solo tu propio reflejo -rió la mujer- Por cierto, soy Lisa.

-Meredith -dijo con una sonrisa sincera. Aquella mujer le parecía la mujer más sencilla pero simpática que había conocido- ¿Quiere que le ayude? -preguntó al ver que Lisa estaba muy ocupada.

-Claro, si no te importa. Dyl, ves poniendo la mesa tu padre estará a punto de venir.

La joven se puso al lado de Lisa y le ayudó a preparar una ensalada para los cuatro que iban a ser. La madre de Dylan era una mujer a la que le gustaba probar cosas nuevas, así que había hecho hamburguesas vegetarianas de berenjena y tofu, pero sabiendo que solo ella las comería, hizo hamburguesas normales para los chicos.

-Meredith, ¿probarás las hamburguesas de berenjena y tofu? -preguntó esperando no ser la única en la mesa que comiese aquello.

-Claro, supongo que los hombres comerán carne -dijo riendo levemente

La puerta principal se oyó y Dylan observaba como las mujeres hablaban entre ellas como si no hubiese nadie al rededor. Sin quererlo se le escapó una sonrisa. Su padre le saludó con un abrazo enérgico y al ver a la chica junto a su mujer le preguntó a su hijo, después saludó a su mujer con un beso en la mejilla y se presentó a Meredith quien dijo su nombre con una sonrisa.

Todos se sentaron en la mesa a comer y el padre de Dylan comenzó a hacer preguntas sobre ella y su familia a las que Meredith contestaba sin problema. Tras la comida ambos subieron a la habitación con las mochilas que las habían dejado en el recibidor y cuando entraron a su habitación, la chica dejó la mochila en el suelo y se sentó en su cama observando su al rededor con entretenimiento.

-¿Estudiamos? -preguntó ella sacando el libro de historia y sus apuntes

-Vale, pero después veremos alguna película ¿vale? -dijo Dylan poniendo cara de niño pequeño. Ella rió y asintió diciendo que no valía una película de miedo ya que era una chica muy asustadiza. Después de estudiar y explicarle a Dylan muchas cosas que no comprendía dejaron los apuntes y se sentaron en el sofá de dos plazas que tenía el chico en una sala a parte pero contigua a su habitación.

-Bueno, tengo varias películas ¿cual quieres? -dijo enseñándole las que tenía

-La que quieras, no he visto ninguna -dijo ella

Él encendió la gran televisión y puso la película mientras las palomitas que había puesto se hacían. Una vez hechas las palomitas las puso en un bol y se sentó junto a Meredith en el sofá encendiendo la película.

Dylan había sido inteligente y había puesto una película de miedo sabiendo que con la excusa de que tenía miedo, la chica se acercaría a él. No sabía porque lo hacía, pero sabía que había algo de ella que le atraía y por eso la quería tener más cerca, e incluso tenía ganas de cuidarla y hacerla sentir especial. Borró todo eso de su mente, puesto que acababan de conocerse y se concentró en la película.

Tras un rato de intriga, Meredith pegó un salto por el susto que se acababa de llevar y se acercó a Dylan tapando su cara con el hombro del chico.

-Perdón... -dijo apartándose lentamente y mirando al joven a los ojos

-No te preocupes, puedes esconderte todo lo que necesites -dijo con media sonrisa y unas ganas irrefrenables de acariciar su mejilla y acercarla a él.


Is it real? | Dylan O'brienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora