Capítulo 9

127 10 3
                                    

Capítulo dedicado a: ZerrieLoveForever
Maratón 2/3

No había tenido mi primera vez, ni siquiera con Dylan quién era mi pareja desde hacía ya un tiempo. Quería esperar a sentirme correspondida, a sentir que esa persona iba a quererme pese a todo, que iba a estar ahí y me amaría como yo a el. Dylan sabía esto la perfección la verdad esque yo sabía que quería mi primera vez con Dylan, era él. Lo podía sentir era como sí el universo me estuviese diciendo que no podía derrochar ni un día más, qué Dylan iba a ser la persona que me amaría por siempre, y así lo creía yo.

Abrí el horno para encontrarme una pizza un tanto quemada -mierda-susurre para mí. Mire a Dylan con una mueca en la cara y él se acercó a mirar cómo estaba la pizza.-No te preocupes eso lo quitamos, tampoco está tan quemada- dice intentado suavizar el momento intentando hacer que no me sienta mal. Saco la quemada pizza y la pongo en un plato intentando no quemarme los dedos. Recuerdo una vez cuando intenté sacar una pizza del horno y por estar despistada y no prestar atención puse la mano en el borde del horno. Así que lógicamente me quemé la mano. No fui al hospital de milagro tan solo era una pequeña quemadura que podía curar en casa pero mi madre se puso histérica. Tendría unos 7 años y yo también me hubiese puesto histérica si mi hija se hubiese quemado por sacar una pizza del horno.
Cogí las tijeras del cajón y empecé a cortar la pizza como pude haciendo triángulos algo descompensados.- Se te da muy bien eso de cortar la pizza ¿verdad ,Mer?- dijo Dylan aguantando la risa.- Qué gracioso Dylan, al menos lo estoy intentando. Lo que importa es la intención ¿verdad?-dije riendo junto a él mientras miraba los trozos desequilibrados. Llevamos la pizza quemada y rara al salón y nos sentamos mientras encendía la tele. Dylan cogió un pedazo y se lo metió en la boca haciendo una mueca.- Está bueno, de verdad. Solo tiene un sabor... ahumado, diría yo.- Me río sabiendo que Dylan solo está diciendo eso para que no me sienta mal conmigo misma. Pero seamos sinceros quién no sabe cocinar una pizza no sabe cocinar nada y creo que a partir de ahora va a ser él quién cocine.
Tras dejar el plato vacío a un lado Dylan pasó el brazo detrás de mi cuello y se acercó a mí lentamente.- A pesar de que seas una terrible cocinera, no me importa. Lo que me importa es que estés aquí conmigo y que me quieras como yo te quiero a ti-. Sabía que sus palabras eran sinceras, muy sinceras. Podía ver en sus ojos como la verdad se expandía desde su interior. Beso con cautela mis labios como si fuesen delicados, como como algo que se fuese a romper, pero lentamente aumento el movimiento y comenzó una pelea pacífica entre nuestras lenguas. No recordaba haber besado de esa manera a nadie, ni si quiera recordaba haber besado a nadie, así que, esta era la primera vez que alguien me demostraba que me quería de verdad. Y adoraba que fuese Dylan. Sus manos se posaron en mis mejillas acariciando las lentamente. Podía notar el calor subir por ellas y quedarse dejando mi cara colorada. Dylan se tumbó en el sofá conmigo encima y bajo sus manos tocando con precisión mis hombros retratando en su mente cada uno de mis pequeños lunares. Su mano sigue el camino por mi espalda parando en la parte baja.- Te quiero, Meredith Amelie Donson-. Tras esa revelación, qué más que una revelación era una afirmación de lo que yo ya sabía, bajó la mano a mi trasero acariciando y apretando con delicadeza y empecé a notar un bulto que crecía en su pantalón. -Al parecer te tengo que gustar bastante-. Reí de manera inocente y Dylan solo asintió dejandome saber que tenía toda la razón. Subió de nuevo la mano a la parte baja de mi espalda y poco a poco fue subiendo mi camiseta dejando mi torso delgado ,y mi sujetador, a la vista.- Vaya... No me esperaba esto-. Dijo Dylan con media sonrisa. -¿Que pasa? Hay algo malo... Que vergüenza, por eso no me gusta...-Me calló con un beso- Eres perfecta-. Susurró observándome. Pude ver como sus pupilas se dilataban mientras subia y bajaba paseando la mirada por mis curvas y mi torso desnudo. Volví a besarle y esta vez fui yo quien se deshizo de la camiseta, pero en este caso, la suya. La pasión empezó a envolver el lugar, los besos eran más largos, mas duraderos y con mucho más sentimiento. Sabía a lo que me estaba exponiendo, pero era lo que quería y lo quería con él. Solo con él.

Is it real? | Dylan O'brienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora