Capítulo 11

144 8 1
                                    

Llevo varios días en el hospital, rodeada de médicos que no paran de hacerme pruebas y de policías que controlan toda la entrada y salida de las personas que vienen a visitarme. Sólo ha venido una persona. Dylan. Lo que me parece estupendo, porque no me gusta nada estar sola en este lugar. Dylan suele venir a las 4 cuando acaban las clases y pasa toda la tarde conmigo. Me trae todos los deberes y solemos hacerlos juntos. Me explica todas las cosas que están dando y me entretiene cuando no tenemos nada que hacer o ya lo hemos hecho todo. Ayer trajo toda una serie de juegos de mesa y al final pasamos toda la tarde jugando al Cluedo. Juego que me encanta.
No se nada de mis padres. Se supone que iban a volver el domingo, pero no lo hicieron y estoy empezando a preocuparme. Les hemos llamado, hemos enviado mensajes, y nada. También llamamos a mis abuelos, y dijeron que ya se habian ido. Así que era casi imposible que mis padres no estuviesen aquí. Uno de los policías, que siempre está en mi puerta esperando... Algo. Me dijo que haría todo lo posible por encontrarlos y que me mantendría informada.
Le veo entrar por la puerta con unos papeles y me los ofrece mientras mantiene las distancias.
-¿Que es esto?
-Léalo, es importante.
Empiezo a leer la primera oja y entiendo todo en cuestión de segundos.
-No... ¿No les encontráis?- un nudo se hace en mi garganta dificultando la salida de las palabras.
-Lo siento...
-¿Cómo puede ser eso posible? Si habéis encontrado su coche, tienen que estar por alguna parte. No pueden haber desaparecido. No así, sin mas.
-Te prometo que haremos lo posible por encontrarles-. Acorta un poco la distancia acercándose a mi pero retrocede cuando Dylan entra por la puerta.- Les dejaré a solas. Tenga un buen día señorita Donson.
-¿Que le pasa a ese? -pregunta Dylan señalando a la puerta, dónde se ha quedado el agente.
-No... No lo se-. Digo en un susurro.- Dylan. Mis... Mis padres han desaparecido.
Estoy en shock. No puedo si quiera llorar. Es desconcertante saber que tus padres han desaparecido y tu ni si quiera puedas derramar una lágrima por ellos. Creo que Dylan lo nota, porque su mirada se ha entristecido. No dice nada, pero se tumba como puede a mi lado y me abraza después de posar un beso en mi frente. Esto es mejor que hablar. Porque sinceramente no se si podría hablar con nadie en estos momentos. Pasamos toda la tarde abrazados y prácticamente sin decir nada. Excepto cuando Dylan iba a por algo de beber o comer y me preguntaba si quería algo.
Se que se tiene que ir, pero le agarro del brazo con fuerza y le suplico con los ojos que se quede. No puedo estar sola. No quiero estarlo. Al parecer el agente, que se ha girado para mirar en el interior de la habitación, ha notado mi suplica hacia Dylan y se ha acercado a un doctor para decirle algo. Veo que ambos hablan y el doctor se dirige a mi habitación. Agg, idiota.
-Señor O'brien, puede quedarse a pasar la noche. Los agentes creen que es necesario para su salud-. Dice mirándome a mi y luego a él.- Cuídela.
Dylan asiente y el doctor sale por la puerta dejando al agente colocarse frente a ella.
Una hora más tarde nos traen la cena, que consta de una sopa de pollo y de postre unas galletas y un yogurt.
-Nos quieren matar de hambre-. Ríe Dylan- Voy a por pizza, ¿vale? No te muevas-. Dice riendo de nuevo. Que gracioso, como si pudiese hacerlo. Observo como Dylan sale por la puerta y cuando ha desaparecido por el pasillo el agente entra a la habitación.
-¿Puedo hacerte una pregunta? -me dice cerrándo la puerta tras él
-Después de que contestes la mia-. Asiente- ¿Cómo te llamas? Si al menos vas a mantenerme a salvo tendré que saber tu nombre-. Le digo apartando la bandeja de comida y mirándole
-Jacob Forest -dice serio.
-¿Forest? ¿Como Forrest Gump?
-Si, bueno... Aunque solo con una r, no dos.
-Bueno. ¿Cual era tu pregunta? -. Digo mirándole con detenimiento. El tio es guapo. Pero castaño, ojos marrones, y una sonrisa estupenda. No subirá de los 23 años. Lo que me hace preguntarme ¿cómo es policía?
-Encontramos el carnet de identidad del hombre que os seguía
-Si, algo oímos en las noticias.
-Vale. Bueno, este hombre nació en Sandusky.
-Vale ¿y? ¿Que tiene de importante eso? Jacob, eso no sirve para nada.
-No, así a solas no. Pero... ¿Tú dónde naciste?
-¿Yo? Aquí, en Oregón.
-¿Y Dylan?
-También-. Oigo a Dylan y me giro hacia él.- Agente, no se que es lo que pretende, pero Meredith tiene que descansar.
-Dejadme que os explique esto, ¿vale? -dice sacando una hoja con todos nuestros nombres. Dylan, mi madre, mi padre, mi abuela, el asesino y yo.- Tú y Dylan nacisteis aquí, en Oregón. Tu madre y tu abuela en Newark, ¿no es así?
-Si... -digo mirando la hoja.
- Y tu padre en Delaware. Todos estos lugares pertenecen a Ohio.
-Si, bueno. Es normal. Su padre se mudó a Oregón para ir a la universidad, dónde conoció a su madre, que hizo exáctamente lo mismo-. Dice un Dylan muy molesto por toda la charla que el agente nos está dando.
-¿Es que no lo véis? ¿Que tal así? -dice mientras empieza a escribir todos los nombres en una lista.

Delaware
Oregón
Newark
Sandusky
Oregón
Newark

-Subraya todas las iniciales de las ciudades, Meredith -dice entregándome el bolígrafo.

D, O, N, S, O, N

-¿Por qué todas estas ciudades forman mi apellido? -digo mirando a Jacob en busca de una respuesta.
-Eso es lo que intento averiguar.

----------
Ay, ya llegamos a la parte más intensa y emocionante de toda la novela. Tengo muchas ganas de que sigáis leyendo y descubriendo todo lo que les pasa a los personajes. Sobre todo a Meredith.
¿Que significará esto?

Muchos besos!

Is it real? | Dylan O'brienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora