EL ZORRO ESMERALDA

Capitulo 10: Viaje de Maestra y Alumno

Shota Aizawa se encontraba en la enfermería de la academia, pues era aquí donde los alumnos y profesores que resultaron lesionados eran atendidos para una mayor privacidad.

La bella mujer tenía vendas en el rostro y en partes de su torso y brazos.

Ella miraba al zorro en la cama, a diferencia de los demás el chico no estaba vendado, pues tenía un factor de curación bastante alto, pero en estos momentos estaba completamente inconsciente, debido al agotamiento de la pelea contra el Nomu.

Shota de vez en cuando acariciaba el cabello, las orejas o una de las colas de su alumno, cosa que era bastante relajante y al parecer le gustaba que lo hicieran ya que se inclinaba hacia su toque.

Las familias vinieron a ver a sus hijos, algunos obviamente molestos con este suceso en la mejor academia de héroes de Japón.

Pero en la casa de los Midoriya estaba pasando algo completamente diferente.

Pues los otros 3 integrantes de la familia verde, miraban con asombro los restos de la katana de Izuku.

Esto debido a que cuando su abuelo inspeccionó la hoja decidió darle un pequeño golpe con sus dedos, ahí fue cuando se partió en muchos pedazos pequeños.

-Su poder crecer demasiado rápido- hablo de manera preocupada el anciano.

-Papá ¿Qué sucede?- pregunto Inko entrando a la habitación.

El hombre le mostró el estado actual de la espada y está se sorprendió mucho, ya que no era normal romper la espada en el primer intento.

-Crees que el debería-.

-¡NO!, no quiero ponerle esa carga, a menos que sea necesario- dijo con firmeza.

Ambos miraron hacia una puerta cubierta de sellos y completamente tapada con tablas de madera como si no quisieran que algo no saliera.

-Por ahora solo hay que esperar mañana regresará Izuku y tendrán la semana que viene completamente libre- le dijo la mujer a su padre.

Este simplemente asintió y ambos fueron a la salsa para ver la televisión, pues sin Izuku ahí el lugar era increíblemente silencioso y aburrido.

A la mañana siguiente El zorro finalmente despertó completamente recuperado y lleno de energía.

Pero no sé había parado de la cama, por su hermosa profesora estaba dormida a su costado.

Era increíblemente como una mujer que por su vestimenta y actitud no tendría una higiene personal muy buena.

Pero sorprendente ella estaba completamente bien en ese sentido, tanto que incluso tenía un olor a Jasmin que pocos podían detectar, en este caso Izuku.

Poco a poco la mujer comenzó a abrir los ojos y lo primero que vió fue la linda y sonriente cara de su adorable alumno zorro.

-Buenos días Sensei, espero que haya dormido bien- le dijo Izuku.

-Claro que si, además tengo que llamar a Recovery Girl para que venga a hacerte unos chequeos y corroborar que estás bien antes de darte el alta definitiva- explico la mujer mientras inconscientemente se estiraba como un gato.

Esto le pareció tan lindo al peliverde, que por unos instantes se la imagino con orejas y cola de gato de color negro, que rápidamente pasaron a ser unas de zorro.

Sacudió la cabeza sacando esos pensamientos de su mente antes de que pensara en otro tipo de cosas sobre su sensei.

Después de que la ancianita le realizará los chequeos y viera que no tenía nada malo, le dió el alta y ya pudo irse.

Sin Embargo su maestra lo detuvo antes de salir de la habitación.

-Momento chico, yo te llevaré a casa, no debes andar corriendo por ahí como loco, tienes que descansar- dijo la pelinegra.

-Pero sensei, ya escucho a Recovery Girl, no tengo nada y además vivo en las montañas segura de que quiere acompañarme- pidió el chico.

Aizawa solo asintió sin una pisca de vacilación en su mirada.

Encogiéndose de hombros el zorro comenzó a guiar a su maestra a la estación de tren que tenían que tomar.

Caminaron bastante y para la sorpresa de la mujer, el boleto era bastante caro, más de 2mil 500 Yenes.

Se le hacía un robo, pero después recordó que está era la única línea del metro que conecta con la zona donde vive Midoriya.

Cuando finalmente llegaron al lugar se sorprendió al ver como todos saludaban a su alumno con sonrisas en sus rostros y los niños le pedían jugar con el.

Era extraño, ya que parecía que en la ciudad solo se enfocaba en hacer lo que fue hacer, pero aquí era completamente diferente.

Aquí ella era la extraña.

Siguieron caminando y caminando, y caminando, en un punto pasaron por una clínica que más bien parecía un hospital debido al tamaño.

Saludo a un conjunto de chicas, de las cuales unas trillizas le pedían que regresará a jugar con ellas pronto.

Aunque el sonrojo en el rostro de la pelimorada más grande no pasó desaparecido para ella.

Finalmente después de lo que parecía ser una eternidad, llegaron a los terrenos y la casa de la familia Midoriya.

-Muchas gracias por traer de regreso a mi hijo,. Aizawa-san- agradeció Inko.

-No se preocupe solo me aseguraba de que no se lastimara- respondió la pelinegra.

-No gusta pasar a tomar té- le dijo una anciana.

-No gracias aún tengo trabajo que hacer en la academia- declinó la oferta amablemente.

-Para la otra será-.

Mientras Shota regresaba a la ciudad, se pregunto que esconde la familia Midoriya y este lugar.

Pues apesar de ser una zona rural con tecnología estándar para una ciudad, seguía teniendo un aire a Campo.

Además no sabía por qué, pero 2 chicas de la clínica tenían un aire de poder, una más que la otra y era muy similar al de su alumno.

Esto se repitió con los familiares del propio Izuku cada uno emitía diferentes niveles de poder, sus instintos que había desarrollado como heroína profesional le decía que ellos eran extremadamente peligrosos.

Pensó en decirle a Nezu en cuanto regresará, pero sabiendo como era esa rata, prefirió no hacerlo apesar de que sería el propio Nezu el que saldría perdiendo.

Y aunque ella estaba ansiosa de ver a esa rata recibir una cucharada de su propia medicina, no quería hacerlo a expensas de uno de sus alumnos, y mucho menos de su alumno favorito.

Sin duda alguna este fue un viaje interesante.

FIN DE CAPITULO.