4: Un vampiro y una tribrida

15 3 81
                                    

Marta se despierta, pero está atada de pies y manos a un pilar, mira a su alrededor y ve que Martina también pero que aún está durmiendo, en el suelo están Sandra y Alan

Klaus: Parece que una ya se ha despertado... vas a presenciar las muertes de tus queridos amigos.

Marta: Cada día que pasa me caes fatal.

Klaus: Tampoco pretendo caer bien.

Marta: ¿Y era necesario que me secuestraras mientras estaba en el baño?

Klaus: Fue un daño colateral.

Marta se da cuenta, mira lo que lleva puesto y ve que es una simple sábana por encima

Marta: Ya me podrías haber dado ropa.

Klaus: No, así estás bien, sin más preámbulos...

Martina: ¡VIVAN LAS NUECES PUTAS!

Klaus y Marta se le quedan viendo

Martina: ¿Qué? estaba soñando con comida.

Marta: No tienes arreglo.

Klaus: Bien, ya que estamos todos despiertos, vamos a empezar.

Martina: Me duele la cara.

Kol: Perdona había prisa, la próxima vez seré más delicado.

Martina: ¿Te quieres ir? verte me dan ganas de vomitar.

Kol: Me cae bien.

Martina: Tu a mi no.

Marta: ¿Tu eres tonta? tenemos a nuestros amigos aquí delante y a ti se te ocurre ponerte a discutir.

Martina: Vale ya voy... ¡MOTUS!

Kol y Klaus se van volando a tomar por culo

Martina: Ya hice lo difícil, te toca.

Marta: Gracias por dejarme lo fácil, eres un encanto.

Marta cierra los ojos mientras balbucea, las cuerdas se elevan un poco, para después dejarse caer, Marta se libera rápidamente, pero un golpe la manda contra el suelo

Marta: Puta vida.

Martina: Nadie pasa de esta esquina aquí mandan las divinas.

Martina se levanta cantando tranquilamente, Kol se le pone delante, la chica sigue cantando, hasta que se da cuenta

Martina: ¿Otra vez tú? immobilus, a molestar a otra parte.

Martina se acerca a sus amigos, Klaus le coge de la mano, la lanza contra un pilar y luego contra la pared

Martina: Vale, me quedo aquí, que dolor.

{Con Byron}

Damon: ¿Me estas diciendo que Alan no está?

Byron: Exactamente, gracias por captar el mensaje, eres muy amable.

Stefan: ¿Y dónde puede haber ido?

Byron: Que sé yo, estaba revisando las habitaciones, cuando de pronto Alan ya no estaba.

Stefan: Que raro, pero Klaus no puede entrar ni ningún original, ¿le habrán llamado?

Damon: ¿Quién?

Byron: Claro las chicas, voy a llamar a Sandra, vosotros llamad a las otras dos.

Aventuras sobrenaturales Donde viven las historias. Descúbrelo ahora