Emily: Lady Alexandra, un hombre pregunta por usted
Alex: Emily, puedes llamarme Alex, eres de la familia no una desconocido, voy a ver quién me busca
Meg: Seguramente a alguien que le debes dinero
Clara: Algunas cosas no cambian
Alex se dirige hacia la entrada de la mansión, donde encuentra a un caballero elegante esperando.
Caballero: (sonriendo) Buenas tardes, lady Alex. Disculpe mi intrusión, pero he venido a entregarle una carta.
Alex: (sorprendida) Oh, una carta para mí, ¿de quién es?
Caballero: (entregándole la carta) Es un mensaje del conde Reginald. Me pidió entregarlo personalmente.
Alex toma la carta con curiosidad y agradecimiento.
Alex: (agradecida) Le agradezco por traerla. Por favor, pase y tome algo de té mientras leo esto.
Caballero: (cortés) Aprecio su amabilidad, lady Alex. Estaré en el salón, si me necesita.
Alex entra a la mansión y se dirige a una sala tranquila, donde comienza a leer la carta con atención. Mientras tanto, Clara y Meg observan desde la distancia.
Clara: (susurrando) ¿Quién es ese caballero y por qué le entrega una carta?
Meg: (sonriendo) Parece que Alex tiene admiradores en todos lados.
Clara: (bromeando) Quizás sea su galán misterioso de París.
Meg: (riendo) No te sorprendas si empieza a hablar en verso después de leer esa carta.
Las tres hermanas, cada una con sus propias ocupaciones y encuentros, siguen desarrollando sus personalidades y relaciones en el contexto de su tiempo y lugar.
Elizabeth: Ya estoy de vuelta, hermanas
Elizabeth cuando entra ve a un hombre esperando en el salón
Elizabeth: ¿Quién es ese?
Clara: Alguien que le ha entregado una carta a Alex
Meg: Emily, tráele algo a nuestro invitado, por favor
Emily: Por supuesto lady Meg
Emily sale de la cocina y se dirige al salón para atender al invitado, mientras Elizabeth, Clara y Meg continúan observando con curiosidad.
Elizabeth: (susurrando) ¿Qué hace un hombre aquí? Y ¿por qué trae una carta para Alex?
Clara: (bromeando) Quizás es una propuesta de matrimonio.
Meg: (riéndose) Eso sería emocionante. Pero no creo que Alex acepte tan fácilmente.
En el salón, el caballero agradece a Emily por el té que le ha ofrecido.
Caballero: (cortés) Gracias por su hospitalidad, señorita.
Emily: (amable) Es un placer, señor. Si necesita algo más, no dude en decírmelo.
El caballero asiente y continúa esperando a que Alex termine de leer la carta. Mientras tanto, Alex finaliza su lectura y mira pensativa la carta en sus manos.
Meg: Disculpe, señor, ¿por qué le ha entregado una carta a Alex?
Caballero: No se preocupe señorita, no es nada grave
Meg: Entiendo
Clara: ¿Es algún asunto comercial, quizás?
Caballero: Algo por el estilo, sí.
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Aventuras sobrenaturales
FantasiEn Mystic Falls han vuelto los vampiros, se desata el caos, aventuras, nuevas amistades, viejos conocidos, ¿podrán enfrentarse a todo lo que les venga encima?