La casa de los recuerdos

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{Un año más tarde}

Marta: (Tomando un batido) ¿Os acordáis aquí empezó todo?

Sandra: No, yo recuerdo que fue cuando estaba conversando con Alan.

Alan: Si, yo también recuerdo eso.

Marta: La cuestión es llevarme la contraria, asquerosos.

Alan: Es que es así tía.

Sandra: Hablando de eso, ¿nadie echa de menos las aventuras sobrenaturales?

Alan: No.

Marta: Yo un poco, pero la verdad, ahora está todo más tranquilo y es mejor.

Alan: La verdad.

Sandra: Sois de lo que no hay, pues yo quiero pelear y usar los hechizos.

Marta: Tu estas fatal.

Sandra: Por cierto, mirad el anillo que me regaló Klaus.

Alan: Es precioso.

Marta: Las cosas cómo son.

Alan: Hablando de cosas, ¿y Martina?

Sandra: Esa está por ahí de folleteo.

Marta: La gente no es como tu, por si no lo sabías vaya.

Alan: Podríamos está tarde ir a alguna disco y pasar el último momento juntos, pasándolo bien.

Marta: Me parece perfecto, siempre y cuándo nadie nos queme.

Sandra: Lo dices por ti, ¿no?

Marta: Si, eso será.

La puerta del Grill se abre de par en par

Marta: Hablando de fuego, ahí está la reina.

Martina: Hola corazones.

Sandra: Pero si sigues viva.

Alan: Estábamos diciendo de ir esta tarde a una disco.

Martina: Chachi, así nos lo pasamos bien.

Marta: Está se apunta a todo lo que no sea luchar.

Sandra: Siempre ha sido muy vaga.

Martina: Si soy.

Alan: Y cuéntanos... ¿algo interesante en tu vida?

Martina: Bah, lo único interesante es este momento.

Marta: ¿Y eso?

Martina: El niño de los cojones, que dice que si alguien le ve le querrá matar.

Marta: A mi Stefan siempre quiere decirme que el mundo sigue igual de peligroso, pero me come el chocho.

Sandra: Tu siempre tan positiva.

Marta: Siempre.

Alan: Pues nos vemos esta tarde.

Alan se levanta y se va

Sandra: ¿Sabéis? echo de menos a Byron.

Marta: No sé si tú cerebro de mosquito funciona, pero, ¿te recuerdo que nos intentó matar?

Sandra: Eso lo sé.

Martina: Además fue cuando te quitaste la humanidad.

Marta: Yo sigo sin saber porque.

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