Nevertheless | 𝗝𝗟

chapter 43

Jennie caminaba por los pasillos de su trabajo llevaba más de quince minutos esperando a Lisa y aun no aparecía, el día anterior la pelinegra le había dicho que, a partir del fin de semana, como los alumnos de la escuela donde trabaja salían de vacaciones, que preparara sus maletas y que ese viernes, saliera temprano del trabajo ya que le tenía una sorpresa, que no se preocupara por sus hijos, ya que ellos se iban a quedar con Ryujin y sus padres. Ambas pasaban todo el tiempo juntas, ni Jungkook, ni Dahyun hicieron preguntas ante la evidente actitud de sus madres. Jennie se dio cuenta que Lisa se había convertido en una mujer mucho más maravillosa que aquella mujer encantadora que recordaba, y no dejaba de preguntarse cómo sería su nueva vida al lado de ella.

Tan perdida se encontraba Jennie en sus pensamientos, viendo un diploma colgado en
la pared de la escuela, que no se dio cuenta de que se escuchaba el sonido de unos pasos, acercándose hasta que prácticamente tuvo frene a ella a Lisa.

— Ven amor, vamos, te tengo una gran sorpresa.

Jennie y Lisa salieron de la escuela y subieron a un elegante auto, la alta dio una orden y el chofer las llevó hacia el puerto que se encontraba a unos kilómetros de la mansión.

Cuando llegaron al muelle y bajaron del auto, Jennie pudo contemplar el enorme y elegante crucero que tenía frente ella, totalmente diferente a aquel crucero al que tanto quería ir a sus 16 años.

— ¿Qué te parece, Jen?

— ¡Es increíble! — gritó ella, emocionada — ¡No puedo creer que esta era tu sorpresa!

— Vas los mejores días de tu vida y el crucero es solo la primera parte de mi promesa ¿Habías estado alguna vez en algún crucero, Jen?

— Sí, una vez hace diez años con Jin.

— Pero esta vez lo será, realmente espero que te guste. Los lugares a los que iremos son tan hermosos y únicos, quiero que disfrutes.

— ¡Gracias Lisa! — dijo Jennie abrazándola y la besó en la mejilla, con una enorme sonrisa dibujada en su rostro — ¡No puedo creer que vamos a estar en ese crucero!

— Y espera a verlo por dentro, te encantara el camarote que reserve para ti — dijo Lisa — Como este crucero es muy exclusivo y reservé con poco de anticipación, tuve suerte de que nos dieran el mejor camarote, la mejor suite todo el crucero.

Un par de empleados del barco les ayudó a bajar sus maletas del auto, tras lo que subieron al crucero. La majestuosidad del barco por fuera, era poca comparada por como lucía por dentro: Pasillos decorados elegantemente con varias pinturas, enormes candiles que daban una gran iluminación y grandes ventanales que permitían una gran vista del mar.

Los empleados llevaron a Jennie y Lisa hasta la suite en la que estaría con Jennie durante su estancia en el crucero, tenía una estancia en la que había una pequeña sala, un comedor pequeño, así como una chimenea que dividía la estancia de la habitación, en donde había una cama King Size y un par de puertas, una que daba al baño y otra a un espacioso closet.

— ¡Es preciosa, Lisa! — dijo Jennie fascinada observando el lugar.

— Me alegra que te gustara, Jen — dijo Lisa mientras los empleados dejaban las maletas de las dos a un costado del closet.

Los empleados salieron de la suite, dejando a Jennie y Lisa pensando en que ese fin de semana, serían ellas dos juntas y solas.

— La cama es bastante amplia, vamos estar bien y ningúna de las dos estaría incómoda.

— Tienes razón, la cama es muy amplia y estaremos cómodas — Jennie sonrió de manera sugerente.

— No intentaré aprovecharme de ti, ni nada por el estilo, pequeña pervertida.

— Que lastimas que seamos adultas y no unos adolescentes que se dejan llevar por sus hormonas... — dijo Jennie besando el cuello — No va a pasar algo que ningúna de las dos no quiera ¿Verdad?

Ese era justamente el problema, Lisa quería hacer más que besar a Jennie desde el día que ella regresó a Seúl y aún no se atrevía a hacerlo, por no decir que no salía de su cabeza la idea de que finalmente las dos podrían estar juntas sin ningún impedimento y por un momento se sintió algo caliente.

Lisa salió rápidamente de la suite dejando a Jennie muy confundida por su actitud, ya que tenía la impresión de que la pelinegra traía algo entre manos, así que mientras la esperaba, desempaco su maleta, acomodó sus cosas en el closet y tomó un largo baño de tina.

Para cuando Jennie salió del baño, pudo percatarse de que ya había oscurecido y no
había señales de que Lisa había regresado o eso creía hasta que vio al pie de la cama una gran caja blanca junto con una pequeña nota:

Para la más hermosa resplandora de todo el mundo: Te espero en el gran comedor que
está en cubierta y deseo que este pequeño presente te quede perfecto.

Lalisa

Jennie abrió la caja y miró un elegante vestido color negro, la tela era brillosa, Jennie sonrío al ver el vestido y la pequeña nota, sabía que, al lado de Lisa, le esperaban un sin fin de sorpresas.