Ese Lunes comenzó para Julieta a las seis de la mañana. Se despertó muy temprano y como no lograba dormirse de nuevo, decidió ir a la biblioteca del colegio buscando un libro que hiciera en ella el mismo efecto de un somnífero.
Cuando llegó se dirigió a un pasillo que recogia los libros de aventuras y amor, ya que eran sus favoritos. De entre todos los que podia haber escogido, se decidió por uno llamado La Llamada de Julieta, pero cuando intentó abrirlo fué incapaz de hacerlo, asi que se dirigió al mostrador donde se encontraba el bibliotecario. Era un joven muy apuesto e inteligente. Tenia una pequeña melena de rizos tan negros como el carbón y unos profundos ojos verdes como el mar,pero, sin duda alguna, lo que mas destacaba de el eran unos enanos anteojos redondos que lucía con mucho orgullo.
Como iba diciendo, mientras Julieta se iba acercando con el libro entre las manos, Diego (que asi se llamaba el chico) se empezaba a poner nervioso. Cuando la joven llegó junto a el, ya estaba sudando y de sus perfectos bucles caían gruesas gotas de sudor. Entonces comienzó un diálogo extraño:
-¿Te encuentras bien? ¿Quieres que llame a la enfermera?-preguntó Julieta muy preocupada y acercandose al chico para que se tranquilizase.
-Me encuentro perfectame. ¡No me toques y habla mas bajo que esto es una biblioteca!- susurró Diego de forma atrevida e insultante- ¿De donde has sacado ese libro? Pertenece unicamente al director y no se puede leer a menos que el mismo te de permiso.-dijo, cada vez mas bajo, arrancándoselo de las manos sin ningun tipo de educación.
-De acuerdo, pero deberías tener mas educación con tus clientes.
Tras esto el chico volvió a concentrarse en lo que estaba haciendo y no le izo mayor caso.
Viendo que le sería imposible recoger el libro, Julieta se fué en busca de otro.De nuevo escogió uno que puso nervioso al bibliotecario, llamado Diego y Yo, y como era de esperar la escena anterior se repitió de nuevo.
Finalmente optó por irse de la biblioteca, ya que el reloj principal estaba tocando las ocho en punto y en una hora tendría que estar en clase. Pero Julieta era muy curiosa y fué incapaz de dejar escapar una oportunidad de saber que ocultaba alquel chico y aquellos extrañísimos libros. Esa oportunidad llegó esa misma noche, pero antes de intentar averiguar algo de lo que se ocultaba en aquella oscura biblioteca, tendría que enfrentarse a muchos otros retos. Retos que la harían prosperar como persona y ayudarla a superar su enorme timidez