La Última

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Me fui a dormir, pero a eso de las 2 de la mañana, escuché unos pequeños golpes en mi puerta y una vocecita dulce decir mi nombre
Diego: Aitana...
Aitana: Diego... pasa -entra- que ha pasado? Que haces aquí?
Diego: puedo dormir contigo? Es que... me da miedo dormir solito...
Aitana: claro que sí mi amor... acuéstate conmigo -se acuesta a mi lado
Diego: Aitana, te quiero muchísimo
Aitana: yo te quiero más... pero venga, vamos a dormir
Al día siguiente, al despertar, ayudé a Diego a coger su ropa y fuimos a desayunar
Miguel: Diego! Que raro que no hayas venido a dormir conmigo, por fin vas a empezar a dormir solo o que?
Diego: no... es que he ido a dormir con Aitana...
Miguel: ah, ya veo, si al final es verdad que me estás cambiando por ella
Diego: a ti también te quiero mucho papi, pero es que yo nunca había tenido una mamá... Tú no lo entiendes, porque tienes a mi abuelita, pero yo nunca he tenido a nadie
Miguel: bueno, yo me tengo que ir ya a trabajar. Diego, espero que te portes bien con Aitana y con la abuela
Diego: claro que sí papi, ya sabes que soy un angelito
Miguel se fue y nos quedamos los 3 solos. No sabía muy bien lo que tenía que hacer. Realmente solo tenía que estar con ellos, pero era algo muy random para mí, porque les acababa de conocer. Cuando terminamos de desayunar, Diego se fue al salón a ver la tele, y Ana y yo nos quedamos hablando
Ana: oye, dime una cosa... cuantos años tienes?
Aitana: 16...
Ana: 16... y no eres muy pequeña para estar sola? Es que tus padres no se hacen cargo de ti?
Aitana: verá... es que... estoy embarazada... de 7 semanas exactamente... Cuando se lo dije a mis padres, me echaron de casa, me dijeron que para ellos estaba muerta... Y mi novio también me dejó sola, no quería que su vida se arruinara por un bebé... -en ese momento me eché a llorar y Ana me abrazó
Ana: no te preocupes... yo te entiendo... mi hijo cometió el mismo error, que realmente no es un error, porque un hijo es lo mejor que te puede pasar en la vida. Por tu ex pareja no te preocupes, hay muchos peces en el mar... Si el no quiere a tu bebé, es que no se merece ser padre. Al igual que Renata, la madre de Miguelito... ella nunca lo quiso. Sus padres no querían que abortara, pero tampoco querían hacerse cargo de él... Y mi marido y yo tampoco... nos equivocamos mucho con Miguel, le dejamos solo en el peor momento de su vida, pero él supo salir adelante. Y nos dió una gran lección, porque en el peor momento de la mía, él sí estuvo a mi lado apoyándome en todo, sin importar el daño que le hice... Fue lo único bueno que tuvo este maldito cáncer... que me hizo recuperar a mi hijo y a mi nieto... Y Miguel cada día me demuestra que es el mejor padre que puede existir. Renata desapareció de su vida en cuanto nació el niño. Quería darlo en adopción, pero Miguel le dijo que no iba a permitir eso, que él se haría cargo de su hijo aunque fuera solo. Y así fue