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𝓢𝓱𝓪𝓶𝓮







Desde dos días atrás, Shinya no dejaba de dar vueltas dentro de la casa maldiciendo a sus adentros, pero no atreviéndose a soltárselo a Sasuke, se tiró de rodillas en el suelo, puso ambas manos en su cabeza.

Su cara no podía estar más roja por la vergüenza.

No podía superarlo, mas por el hecho de que Haruno parecía estar evitándolo.

— ¿Debería recluirme en este lugar el tiempo que me queda? —murmuró dejándose caer al suelo, se golpeó la frente y soltó un lloriqueo.

—Patético —bufo Sasuke.

El más bajo no le respondió, en cambio, rodó hacia un lado como si fuera un escarabajo.

—Eres un maldito soplón —soltó Shinya cubriendo su cara con ambas manos.

—Creí que era lo suficientemente lista como para haberse dado cuenta desde antes.

—Ella es lista ¡Pero eso fue porque lo oculté a sus ojos!

—Agradéceme, acabo de ahorrarte la confesión.

— ¡Seguramente me odia! —exclamó pateando al aire — ¡Me dirá que prefiere los tipos rudos antes que un estúpido con cabello de chica y ojos defectuosos!

—Es algo rara, pero creo que no haría algo tan estúpido como despreciar al Uchiha defectuoso, después de todo, sigue siendo Uchiha.

— ¿Se supone que eso debía ayudar?

—Si.

—Naruto es mejor que tú para consolar.

—Pues vete con Naruto.

Shinya estiro brazos y piernas con cansancio.

—A todo esto ¿Qué se supone que es esa mierda en tu mano? Se ve como carbón — comento el azabache mayor.

Esto tomo por sorpresa a Shinya, sujetó su propia mano algo asustado al ver sus venas remarcarse en un color oscuro.

Se levantó corriendo para ir al baño, cerró la puerta con seguro.

Mierda, mierda, mierda.

¿No dijo Hiruzen que aún le quedaba tiempo?

Mordió su labio inferior y miro en dirección a la ventana.

Era pequeña, angosta, pero definitivamente lo haría funcionar. No dudo en subirse al depósito del inodoro en busca de salir por ahí, asomo la mitad de su cuerpo y se dio cuenta de que, si saltaba, podría romperse los huesos, pero era afortunado, pues había aprendido a usar el chakra a su favor.

Se dio media vuelta para mirar hacia el techo, usando chakra pudo pegar sus manos a la pared, le preocupó ver que el color negro se volvía más y más abundante.

Subió lo más rápido que pudo y corrió en dirección a la torre del hokage.

—¡Oye, Shinya!

Era Naruto.

Esto solo aumento el nivel de desesperación en el Uchiha, lo ignoró con la esperanza de que no lo siguiera más.

Pero ese idiota no se daba por vencido.

—¡Shinya, oye!

—¡Sasuke dijo que hoy prepararía ramen para ti! —mintió el azabache sin dejar de correr —¡Ve a la casa y dile que otra cosa quieres!

Eternal Spring ━━ Haruno SakuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora