Capitulo 3:

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Ya había pasado una semana desde la llegada de Lili, le costó acostumbrarse pero con el paso de los días se acostumbró a los humanos, pudo entender su comportamiento, sus sentimientos y lo más importante su forma de comunicarse con los demás.

Por otra parte, Bulma estaba sorprendida por la rapidez en que su nueva amiga estaba adaptándose al planeta y los humanos, por lo general los visitantes no se acostumbraban a los seres de ese planeta, con decir que el mismísimo dios de la destrucción no se acostumbraba a ellos.

Pero lo que más le preocupaba era como Lili estaba al pendiente de su mejor amigo, Goku venía todos los días a entrenar con Vegeta o mejor dicho venía a llevarse a Vegeta a entrenar en algún lugar desierto, solo tardaba al rededor de un minuto puesto que con su teletransportación aparecía y desaparecían rápidamente y en esos escasos segundos Lili aprovechaba para estar cerca del guerrero.

Empezaba a creer en la tonta teoría que 18 le había dicho hace apenas unos días atrás en ese entonces le pareció estúpido, ahora parecía que 18 tenía toda la razón, miro una vez más como Lili trataba de llamar la atención del guerrero, suspiró pesadamente ya que se enojó con la rubia por decir estupideces según ella pero ahora estaba arrepentida.

Sonrió débilmente al ver cómo Goku la ignoraba y no le prestaba ni la más mínima atención, "típico de Goku" pensó, a Goku no le interesaba nadie a menos que sea alguien fuerte y con los días descubrió que Lili no lo era.

Y como era de esperarse ambos sayayines habían desaparecido dejando a una Lili con las palabras en la boca.

Entró a la casa y se llevó a su hija en brazos para luego salir de la misma y buscar en su bolso una cápsula.

Iría a ver a su amiga la pelinegra y quizás solo quizás averiguar algo sobre el matrimonio de ambos. Al montar la nave vio como su hijo Tronks se acercaba con una mochila en su espalda y con una gran sonrisa tatuada en sus labios, entró a la nave y despegó rumbo al monte Paoz.
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El sol estaba en todo su esplendor el calor golpeaba la tierra con brutalidad.

-¡¿Goten cariño, puedes ayudarme?! - gritó, pasando su brazo por su sudorosa frente.

El nombrado corrió a su madre para ayudarla a cargar un enorme canasto de ropa recién lavada.

-Claro mamá - sonriente llegó flotando a ayudar a su madre.

-¿Ya terminaste la tarea?- tendía las playeras de su esposo.

-¡Si!- puso sus manos atrás -¿Por qué?- sonriente miraba su madre terminar de tender la ropa.

-Por que vendran Bulma y Tonks- sacudió sus manos mirando a su hijo saltar de alegría.

-¡Grandioso!-

Ambos pelinegros entraron a la casa, Goten se apresuró en subir por las escaleras a ordenar un poco puesto que el día anterior había entrenado con su padre y quedó exhausto.

Milk por su parte fue a la cocina para empezar a preparar un rico postre para su hijo e invitados, le pareció un poco raro cuando Bulma le dijo que iría a visitarla puesto que lo común era lo contrario, pero por otra parte se alegro por ello.

Una nave aterrizó a escasos metros de la casa, de ella bajaron una mujer con su hija en brazos y su hijo mayor, este al bajar de la nave corrió a la casa sin esperar a su madre y tocó la puerta.

-¡Tronks!- exclamó, mientras encapsulaba la nave -espera- tomo la cápsula en su mano libre y con prisa se acercó a su hijo que estaba parado en la puerta.

La puerta fue abierta con rapidez por un pequeño que los veía con una amplia sonrisa saludando a su gran amigo y madre de este.

-Hola Goten- saludo la mayor con su hija en brazos avergonzada al ser saludada respetuosamente.

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