Capitulo 5:

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Dos guerreros sayayin muy parecidos volaban a una considerable velocidad en dirección a su acogedora casita, ambos tenían un sorprendente parecido pero la diferencia de edades era abismal pues eran padre e hijo.

Goku miraba con alegría a sus alrededores el paisaje que tenía a la vista sin duda era inigualable, árboles frondosos con frutas y los distintos animales que paseaban a sus alrededores, el río que se desplazaba montaña abajo y el fresco soplido del aire menear su cabello. Estaba tan concentrado en eso que no se daba cuenta que su hijo menor, la copia exacta de él al menos en lo físico estaba distraído y a la vez preocupado jugueteando con sus pequeñas manos mirando por instantes a su padre para después desviar la mirada con cierta molestia en su pequeño rostro. 

-Goten- habló de repente deteniendo su vuelo -bajemos a recoger algunas manzanas para tu madre-

-Si- bajó junto a su padre a un gigantesco árbol repleto de manzanas rojas y en el aire empezó a recoger algunas.

-¿Te pasa algo Goten?- miro a su hijo un poco distante, hace algunos minutos encontraron a una familia de dinosaurios, como era de esperarse él los saludó con entusiasmo en cambio su hijo permaneció callado y solo se despidió de ellos sin mayor interés.

-Solo estoy un poco cansado- formó una sonrisa forzada en su rostro para convencer a su progenitor.

-Ya veo-

-Oye papá ¿porque a mamá le gustan mucho las manzanas?-

Río nervioso a la pregunta tan inocente de su hijo, cualquiera diría que no tenía nada de malo con aquella pregunta, una simple pregunta ¿No? Pues él pensaba lo contrario, la manzana era una fruta que les gusta a ambos además era una fruta que cuando la miraba o comía siempre le recordaba a su esposa, tenía un significado muy importante para él, un significado amoroso.

-Pues porque fue el primer regalo que le dí- recordó la vez que la encontró en el borde de un hermoso lago, en ese entonces le regaló la fruta inocentemente.

-¡¿De verdad?!- expresó con cierta emoción al ver el leve sonrojo que su padre tenía en su rostro que intentaba ocultar aumentando de velocidad.

-Eso creo- respondió seguro.

Siguieron volando unos minutos más, pues Goten y Tronks decidieron ir a "jugar" en un lugar desolado y lejano para que sus madres no los regañaran.

-¡Papá espera!- se detuvo a unos metros de su casa. Su padre hizo lo mismo.

Goku miró a su hijo extrañado, sabía que le pasaba algo, su hijo a estado un poco distanciado con él hace algunas semanas, hasta el punto que pensó que tal vez era porque no pasaba mucho tiempo con ellos y se iba  a entrenar o trabajar y no la pasaba al cien con él.

No pronunció palabra solo miro a su hijo esperando a que esté continuara.

-Qui..quiero que me entrenes- casi suplicó con la mirada, si no fuera por que llevaba las manos ocupadas las habría juntado.

-Lo aria Goten- pausó mirando a su hijo, desvío la mirada a la casa que estaba a unos metros y continúo -Pero sabes que tu madre no estaría de acuerdo, ella no quiere que descuides los estudios, a menos que...-

-Prometo tener buenas calificaciones para que mamá no se enoje- desvío la mirada a su casa -pero quiero ser fuerte, muy fuerte-

-¿Por qué?-

Goten miró a su padre dudoso, por un momento se le cruzó por la cabeza decirle la verdad y sobre sus pesadillas pero lo descartó suponiendo que su padre no lo tomaría bien o en el peor de los casos no le daría importancia.

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