Capitulo 7:

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Subió a la nave de su nueva amiga, talvez si 18 estuviera allí pensaría que era una total estupidez llevar a una mujer sabiendo que gusta de su marido, pero ella era diferente confiaba totalmente en Goku que no le prestaba ni la más mínima atención a los sentimientos de esa mujer además sería una total ofensa desconfiar de su esposo ¿Razón? Nunca le ha faltado el respeto y nunca le ha dado motivos para desconfiar de él.

-¿Por donde es?- preguntó la pelilila emocionada e ilusionada de ver de nueva cuenta al pelinegro ya que nunca lo veía más de dos minutos.

-Es por la derecha- señaló con su mano derecha, abrochó su cinturón de seguridad por si acaso.

-Muy bien ¿Lista?- preguntó con una sonrisa, Milk asintió con la cabeza. Después la nave empezó a elevarse sobre el suelo pero un grito hizo que Milk detuviera a la pelilila avanzar -¿Que pasa? ¿Se te olvidó algo?-

-No es eso solo que...- miró abajo viendo una niña sacudir efusivamente los brazos de un lado a otro -Espera, ya vuelvo- dicho esto abrió la compuerta de la nave y salto sin dudar.

-¡Espera!- gritó asustada pero ya era tarde la pelinegra ya no estaba -¿Que le pasa? ¿Esta loca? Pudo haberse matado-

Si algo había aprendido en ese tiempo era que los humanos eran unos debiluchos a comparación de su raza y que decir de los sayayines.

Milk no tuvo problema alguno en saltar desde esa distancia, era una peleadora de artes marciales y eso era pan comido para ella.

Al tocar el suelo volteó en dirección a la niña que no pasaba de los cinco años, y con una radiante sonrisa se acercó a ella.

-Hola pequeña- agitó su mano

-Buenos días señora- saludó cordial para después inclinarse con respeto -Lamento interrumpirla pero los aldeanos me pidieron de favor que la llevara para que nos ayude con unos delincuentes-

Milk se agachó a la altura de la niña -Dime ¿Esta lejos?-

-Un poco- respondió nerviosa.

-Esta bien- se levantó y miró el cielo -¡Nube voladora, por favor ven!- gritó asustando a la niña y confundiendo a la pelilila-

Unos segundos después apareció una nube amarilla en frente de Milk, ella lo miró con una sonrisa y de un salto subió en ella.

-¿Cómo te llamas?-

-¡¿Eh?!- la pequeña tocaba con curiosidad la nube, era la primera vez que miraba algo así y era asombroso -Soy Maya- respondió sin apartar la mirada de esa cosa esponjosa-

-Muy bien Maya sube- indicó la pelinegra -No tengas miedo-

-Pero...- dudosa habló -¿Podré subir? Parece algo especial-

-Bueno, si no tienes ningún pensamiento maligno podrás ¿Porqué no lo intentas?-

-Está bien- se puso de puntitas y estiró su brazo para alcanzar la mano de la pelinegra que la ayudó a subirse -¡Pude!- exclamó emocionada.

Milk le sonrió tiernamente revolviendo su cabello, era bueno saber que no todos los humanos eran malos y claro estuvo al pendiente por si acaso la nube la dejaba caer pero al ver qué no lo hizo supo que la niña era buena y no tenía maldad en su corazón y esperaba que esa bondad no desapareciera con los años.

La nube empezó a elevarse hasta llegar a la par de la nave donde una pelilila miraba con ojos muy abiertos la nube voladora.

-Lili si no te importa tengo un compromiso que atender- habló para llamar la atención de la consternada chica -Puedes dejar las cosas en frente de la casa y regresar a corporación cápsula, regresaré después a recogerlas-

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