Subió a la nave de su nueva amiga, talvez si 18 estuviera allí pensaría que era una total estupidez llevar a una mujer sabiendo que gusta de su marido, pero ella era diferente confiaba totalmente en Goku que no le prestaba ni la más mínima atención a los sentimientos de esa mujer además sería una total ofensa desconfiar de su esposo ¿Razón? Nunca le ha faltado el respeto y nunca le ha dado motivos para desconfiar de él.
-¿Por donde es?- preguntó la pelilila emocionada e ilusionada de ver de nueva cuenta al pelinegro ya que nunca lo veía más de dos minutos.
-Es por la derecha- señaló con su mano derecha, abrochó su cinturón de seguridad por si acaso.
-Muy bien ¿Lista?- preguntó con una sonrisa, Milk asintió con la cabeza. Después la nave empezó a elevarse sobre el suelo pero un grito hizo que Milk detuviera a la pelilila avanzar -¿Que pasa? ¿Se te olvidó algo?-
-No es eso solo que...- miró abajo viendo una niña sacudir efusivamente los brazos de un lado a otro -Espera, ya vuelvo- dicho esto abrió la compuerta de la nave y salto sin dudar.
-¡Espera!- gritó asustada pero ya era tarde la pelinegra ya no estaba -¿Que le pasa? ¿Esta loca? Pudo haberse matado-
Si algo había aprendido en ese tiempo era que los humanos eran unos debiluchos a comparación de su raza y que decir de los sayayines.
Milk no tuvo problema alguno en saltar desde esa distancia, era una peleadora de artes marciales y eso era pan comido para ella.
Al tocar el suelo volteó en dirección a la niña que no pasaba de los cinco años, y con una radiante sonrisa se acercó a ella.
-Hola pequeña- agitó su mano
-Buenos días señora- saludó cordial para después inclinarse con respeto -Lamento interrumpirla pero los aldeanos me pidieron de favor que la llevara para que nos ayude con unos delincuentes-
Milk se agachó a la altura de la niña -Dime ¿Esta lejos?-
-Un poco- respondió nerviosa.
-Esta bien- se levantó y miró el cielo -¡Nube voladora, por favor ven!- gritó asustando a la niña y confundiendo a la pelilila-
Unos segundos después apareció una nube amarilla en frente de Milk, ella lo miró con una sonrisa y de un salto subió en ella.
-¿Cómo te llamas?-
-¡¿Eh?!- la pequeña tocaba con curiosidad la nube, era la primera vez que miraba algo así y era asombroso -Soy Maya- respondió sin apartar la mirada de esa cosa esponjosa-
-Muy bien Maya sube- indicó la pelinegra -No tengas miedo-
-Pero...- dudosa habló -¿Podré subir? Parece algo especial-
-Bueno, si no tienes ningún pensamiento maligno podrás ¿Porqué no lo intentas?-
-Está bien- se puso de puntitas y estiró su brazo para alcanzar la mano de la pelinegra que la ayudó a subirse -¡Pude!- exclamó emocionada.
Milk le sonrió tiernamente revolviendo su cabello, era bueno saber que no todos los humanos eran malos y claro estuvo al pendiente por si acaso la nube la dejaba caer pero al ver qué no lo hizo supo que la niña era buena y no tenía maldad en su corazón y esperaba que esa bondad no desapareciera con los años.
La nube empezó a elevarse hasta llegar a la par de la nave donde una pelilila miraba con ojos muy abiertos la nube voladora.
-Lili si no te importa tengo un compromiso que atender- habló para llamar la atención de la consternada chica -Puedes dejar las cosas en frente de la casa y regresar a corporación cápsula, regresaré después a recogerlas-
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Miradas de amor
Romancela forma de amar de la pareja de Goku y Milk, es diferente a las demás parejas de dragón Ball, ellos aman con la mirada que son respaldados por acciones. una historia donde quiero resaltar una forma de amar algo inusual pero única pero sobre todo m...