El latir de su enamorado y puro corazón, aceleraba sin razón alguna por tener a Milk en sus brazos. Podía sentir su dulce y natural aroma, una ventaja sin duda de ser un sayayin.
-¿Goku?- llama Milk, sin querer interrumpe la concentración que tenía Goku sobre ella. Milk notó a Goku un poco ausente y eso le preocupo ¿Acaso había un enemigo nuevo?
-¿Que pasa Milk?- responde con una sonrisa tan tierna y encantadora como siempre -¿Estás incomoda? Podemos hacer una parada si quieres-
-No, no es eso- se acurruca más cerca de él si es posible, sentir su calor, su cuerpo la tranquilizaba mucho -Te notó un poco distraído y no quiero que por eso te olvides de mi y que me sueltes-
Goku baja la mirada y ve a su querida esposa acurrucada a él. Parecía adorable en esa posición, se veía tan frágil a comparación de él y en ocasiones le asustaba que la lastimara sin querer.
-Jajaja, que cosas dices Milk- cierra los ojos y inhala profundamente cerca de ella, su aroma era adictivo con solo probarlo una vez.
-¿Goku que haces?- dice nerviosa al sentir a Goku olerla como un adorable perrito.
Siente su cara arder de la vergüenza, Goku era un sayayin y por ende tenía los sentidos más agudos que un humano. Pero ella tampoco se queda atrás y también inhala el aroma varonil de su esposo.
-Hueles muy bien- comenta Goku sin darse cuenta. De pronto siente un pequeño golpe en su pecho, insignificante para él -¿Dije algo malo?-
-No tonto, solo que me sonrojas- comenta totalmente roja, su corazón salta de alegría al saber que sigue provocando las mismas sensaciones en él.
Goku suelta un pequeña risa, risa que molesta a Milk. Goku aumenta la velocidad, y atraviesa las nubes girando con suma alegría. Su vida era perfecta a pesar de que su camino a estado cubierto de oscuridad y incontables veces de tristeza y desesperación pero la luz y la esperanza nunca lo abandonaron.
Así como nunca lo abandono Milk, su esposa siempre lo acompaño, siempre fue su refugio y su motivo para que su hermosa sonrisa no dejará de existir.
-Nunca te dejaría caer Milk, nunca- conecta su mirada con la de ella, observa como Milk tiene un leve sonrojo en sus mejillas, hace que en su estómago sienta una sensación inquietante pero agradable.
Milk se pierde en la profunda mirada, de alguna manera Goku siempre la cautiva como la primera vez. Tenía el poder de despertar sus más bajas pasiones, como también despertaba su gran y puro amor.
-Te amo Goku- menciona para luego besarlo, el calor de su boca la estremece, se siente tan pequeña y a la vez protegida en sus grandes y fuertes brazos.
Goku corresponde con gusto el beso, nunca imagino que cambiaría de opinión puesto que él siempre detesto el contacto físico con otras personas pero desde que conoció a Milk todo cambio.
Se funden en un maravilloso beso, ambos siguiendo la misma sincronía y como no, si llevan muchos años de casados que saben perfectamente como conectar. Su hermoso momento era espiada por un dios de la destrucción, se las había ingeniado para vigilar cualquier movimiento del guerrero y así saber su punto débil.
Mira con detenimiento como aquel sayan besa y abraza con efusiva alegría aquella mujer, era ignorante en asuntos de los humanos, una raza extraña inexistente en su universo.
-¿Mi señor?- llama el angel, en su opinión este asunto de Son Goku era algo exagerado, sin necesidad de acercarse supo que propuso el torneo sin ninguna mala intención, sabía que el guerrero era de corazón puro.
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Miradas de amor
Romancela forma de amar de la pareja de Goku y Milk, es diferente a las demás parejas de dragón Ball, ellos aman con la mirada que son respaldados por acciones. una historia donde quiero resaltar una forma de amar algo inusual pero única pero sobre todo m...