– Mañana mismo nos mudamos – Aseguró sin una pizca de duda en
su tono al mismo tiempo que la puerta de entrada se abría
- ¿Quién se va a mudar a MI departamento? – la actual inquilina
hacía acto de presencia.
Abigail y la vendedora giraron su cabeza inmediatamente hacia
la voz que habían escuchado, de hecho la latina lo hizo tan rápido que le quedó
doliendo el cuello. Por supuesto que disimuló el dolor transformando la mueca en una
sutil sonrisa.
Pero al contrario de las otras dos, Scylla giró lentamente y con la suma tranquilidad que la caracterizaba. No temblaba a la hora de hacer negocios por
sumas gigantescas mucho menos lo iba a hacer a la hora de sacar a patadas al
desagradable ocupante de SU departamento... O al menos eso creía, porque el
temblor, que digo temblor, el terremoto, que digo terremoto, el tsunami, que recorrió
todo su cuerpo apenas sus ojos encontraron el cuerpo y rostro de la inquilina, tiro por
la borda toda la tranquilidad y templanza anteriores. En tan solo dos segundos, ese
musculoso y fuerte cuerpo que se había quedado estancado en la puerta de entrada,
había logrado hacerle sentir lo que en todos sus años de vida no había sentido. Con
tan solo una mirada, la rubia que tenía a unos siete pasos, calculó Scylla rápidamente,
había hecho que la empresaria se sintiera desnuda como Dios la trajo al mundo.
- ¿Se puede saber qué diablos eres? – La voz de Abigail sacó a
las tres mujeres de sus distintos pensamientos - ¿Tuviste una cita con un licántropo o
algo así? – preguntó nuevamente la neoyorquina que claramente se había centrado en los
moretones, rasguños y pequeñas cortaduras que ocupaban la mayor superficie del
rostro de la rubia, aunque las lastimaduras no eran recientes, le daban un aspecto
tétrico a su cara.
- Ella es Raelle Collar, es quien vive aquí - Antes de que la inquilina
pudiera contestar, la señorita agente inmobiliaria apresuró las presentaciones para
tratar de aliviar el momento – Señorita Collar ¿se encuentra bien? – preguntó
haciendo varios pasos hacia la rubia.
Apenas vio que la vendedora caminó varios pasos hacia ella, la
inquilina retrocedió rápidamente alejándose de cualquier inquisición. La pared hizo
que no pudiera retroceder más y agradeció que la mujer hubiera detenido su avance
al notar su incomodidad - ¿Porqué están en mi casa? – volvió a preguntar a ninguna
en particular.
Era lo único que iba a decir Raelle, para después descansar contra la
pared esperando que alguna de las otras mujeres le explicara porque estaban allí
mientras ella se dedicaba a inspeccionarlas desde su lugar. Cuando se topó con la
mirada evaluadora de Scylla decidió que era mejor mantener la cabeza abajo, sus ojos
contaban demasiadas historias que ni ella misma quería recordar. En cambio la
morena acortó la distancia un poco sin sacar la mirada de la otra muchacha, no
porque no quisiera, simplemente, no podía.
- Señorita Collar – la vendedora carraspeó antes de seguir
hablando – tengo entendido que usted le informó a mi jefe que no tenía problemas en
tener compañeros de departamento – le dijo
Lejos de contestar Raelle se limitó a asentir con su cabeza.
- De acuerdo – continuó la agente inmobiliaria – Estas señoritas –
señaló a Scylla y Abigail de forma inútil porque Raelle seguía sin mirarlas –desean
mudarse mañana mismo, si no hay inconvenientes claro – agregó volviendo a mirar a
la rubia y obteniendo la misma displicencia anterior - ¿Usted quiere entrevistarlas o
hacerles alguna pregunta? – que más quería ella que alguien les hiciera pasar un mal
momento a las dos mujeres que habían sido su pesadilla durante varias horas. Nuevamente sin palabras Raelle se limitó a subir sus hombros
restándole importancia a lo que estaba diciendo la mujer.
Suspirando la vendedora siguió – Bien, una vez finalizados los
problemas creo que no queda más que...
- Mhmmm – la carraspera de Scylla la detuvo - ¿Finalizados los problemas dijo? –
Preguntó sin sacarle los ojos de encima a la inquilina – Yo creo que aun no comienzan
– agregó esperando recibir la atención de la más rubia de las presentes en la sala
pero sin éxito alguno porque Raelle seguía muy entretenida mirando el piso.
- No la estoy entendiendo Señorita Ramshorn – opinó la mujer
encargada de atenderlas – Creí que ya habían decidido mudarse mañana, y si la
señorita Collar no tiene inconvenientes – era obvio que ella quería terminar con esto
lo más pronto posible - no veo que otro problema puede haber – finalizó esperando
una pronta resolución.
- ¿USTED ES ESTÚPIDA O QUE? – el grito de Abigail si logró
hacer que Raelle la mirara con reproche por tratar a la mujer de mala manera.
Obviamente a Abigail no la movió ni un poco la mirada acusatoria de Raelle – Hay
muchos problemas – agregó sin gritar pero con un tono bastante duro – por empezar
que yo no pienso vivir en el mismo lugar que una clara prófuga de la ley, una ex
convicta, una traficante de drogas o peor aún, una degenerada – miró a Scylla
reprochándole su decisión mientras señalaba a Raelle – Scylla no podemos vivir bajo el
mismo techo que esta – volvió a apuntarle - ¿Le has visto la cara? – Poco le
importaba que Raelle estuviera presente – Estoy segura de que a la primera que nos
descuidemos es capaz de sacarnos los órganos para ir a venderlos a algún mercado
negro que le de el suficiente dinero para ir a drogarse en algún antro de la ciudad –
siguió tratando de que su amiga reflexionara – O peor aun... puede robarme mi pelo,
mi hermoso pelo y vendérselo a alguna actriz famosa que de tanta tintura ya se ha
quedado pelada...
- Abigail – habló Scylla sin nerviosismo – Cálmate – pidió
autoritariamente para después volver su mirada a algo más interesante como la
rubia, el problema fue que Raelle ya no estaba en el mismo lugar. Scylla movió su
cabeza desesperada por todo el departamento buscándola y largó un suspiro de
tranquilidad poco usual en ella, cuando la encontró sentada en la mesada de la cocina
tomando agua mientras sus piernas se balanceaban hacia arriba y hacia abajo a
compás. La rubia parecía ajena a lo que estaba pasando a su alrededor.
La morena frunció el seño cuando notó la sospechosa tranquilidad
de la otra joven y avanzó hacia a ella a paso firme. El ruido de sus tacones contra el
piso de madera, alertó a Raelle de la movida de Scylla. La rubia bajó rápidamente de la
mesada y se alejó rodeando la mesa para quedarse justo en la entrada del pasillo que
daba a las habitaciones. Scylla se frenó ante este gesto y frunciendo aun más sus
cejas habló - ¿En cuánto tiempo de puedes mudarte? – le preguntó secamente y sin
anestesia. Ahora si tenía su atención, dicho esto Raelle clavó sus ojos en los de
la morena y con su cabeza torcida se enfocó en analizar lo que había escuchado. Scylla
vio como la boca de la rubia se abría pero no escuchó que saliera sonido alguno de
sus labios. La morena insistió – Tienes que alquilar otro departamento, hemos
decidido revocarte el alquiler de este – volvió a decir con seguridad.
- No, no... Señorita Ramshorn... disculpe... creo que no ha entendido...
- inmediatamente la vendedora se arrepintió de haber dicho esas palabras, dos
segundos después tenía la respiración de la pelinegra en la nuca.
- ¿Acaso dijo que yo no he entendido algo? – preguntó punzante.
La mujer trago saliva y se pasó una mano en la frente, de repente
empezaba a sentir mucho calor, buscó ayuda en Abigail pero la neoyorquina estaba
ocupada tratando de localizar a Tally con su celular para ver si ella podía convencer a
Scylla de que esto era una locura – Lo que... lo que... lo que quise decir – volvió a
tragar salida – lo que quise decir es que, yo no me explique bien – Se corrigió - La
señorita Collar es la dueña del departamento, ella no puede mudarse – explicó con
cautela.
- A BUENOOOO, LO UNICO QUE FALTABA – Abigail volvía a
participar de la conversación, después de todo saber que no iba a poder vivir allí era
una noticia interesante – LLEVAMOS TODO EL DÍA EN ESTE COCHINO LUGAR Y
ENCIMA NO SE PUEDE ALQUILAR – agarró su cartera y caminó hacia la puerta –
¡Vámonos Scyl! – Le dijo a su amiga – Asegúrate de que esta vendedora mira tetas no
vuelva a trabajar más y consigámonos otra – dijo agarrando la manija de la puerta –
Tal vez una con mejor cola si es posible porque... ¿Scylla? – La neoyorquina no podía
entender como Scylla, siendo tan Scylla, todavía no había agarrado su celular para
hacer despedir a la mujer y había caminado con ella afuera de ese apestoso edificio.
- Espera un momento Abs – para tranquilidad de la vendedora, la morena frenaba a
su amiga y volvía a buscar a la rubia en la entrada del pasillo donde la había dejado -
si este es tu depar... – Pero Raelle ya no estaba en el mismo lugar. Scylla suspiró
tratando de tranquilizarse, esto ya no le estaba gustando, la sacaba de su zona de
confort y eso la molestaba. Volvió a la tarea de buscar a la rubia que ahora estaba
sentada arriba del banco de ejercicios.
La empresaria caminó hacia ella pero cuando Raelle se movió un
poco decidió frenarse
- ¿PUEDES DEJAR DE MOVERTE? – La paciencia de Abigail no
era tanta como la de Scylla. El grito hizo que Raelle se quedara inmóvil antes de llegar
al destino que pensaba ir
Aprovechando la quietud de la rubia pero sin atreverse a alterarla,
Scylla, luego de un nuevo suspiro, volvió a preguntar desde su lugar – Si este es tu
departamento – dijo - ¿Por qué necesitas compañeros para habitarlo? – preguntó
directamente a la rubia. Una vez más, la mirada de Raelle se centraba en el rostro de
Scylla y la morena veía como la rubia torcía su cabeza y abría la boca para decir algo, pero nada salía de la misma. Simplemente la chica, volvió a subir sus hombros como
respuesta.
- ¡DIOS MIO! – Abigail que había seguido la interacción
protestaba – ESTA NIÑA ME SACA. CON RAZÓN TIENE TANTOS MORETONES – cuatro
había contado Scylla. Uno que ocupaba todo su ojo derecho, otro en la mejilla
izquierda del mismo tamaño, uno más pequeño en el del costado del ojo del mismo
lado y el último en la comisura de sus labios – HASTA YO MISMA TENGO GANAS DE
HACERLE UNO – agregó la endemoniada empresaria haciendo que Scylla notara como
Raelle ni siquiera cambiaba su gesto ante los gritos de la latina. Parecía inmune a
estos.
- Señorita Ramshorn – la agente de inmueble vio la oportunidad
perfecta para terminar con esta pesadilla - ¿Es algún inconveniente para ustedes
tener que compartir departamento con la señorita Collar? – preguntó
- SIIII - Abigail
- NOO – Scylla
La mujer decidió enfocarse en la morena, ella le iba a dar la
comisión tan deseada – Si no me equivoco usted le informó a mi jefe que esta
situación era por pocos meses – dijo llamando la atención de Scylla – Entonces no veo
cual es el problema, este lugar es espacioso, confortable, barato y...
-Una mierda – agregó Abigail recibiendo una mirada
desaprobatoria de su amiga.
- ... y como ve, la señorita Collar no tiene inconveniente alguno –
siguió la vendedora señalando el lugar donde la rubia se había quedado después del
grito de Abigail pero que obviamente ahora ya no era ocupado por ella. Scylla y
Abigail solo giraron los ojos ante un nuevo cambio de lugar de Raelle.
- Nos mudamos mañana mismo – aseguró Scylla agarrando su
cartera
- ¿QUEEEEE? NO, NO – la neoyorquina seguía con su estado de negación –
Scylla espera... - había empezado a perseguir a su amiga – piénsalo bien – le pidió su
amiga
- La mira tetas tiene razón Abigail – la neoyorquina le arrojó una
mirada envenenada a la mujer. Después de todo ella tenía la culpa. - Es por pocos
meses y que mejor forma de pasar desapercibidas que vivir en un departamento en el
cual tenemos que compartir los gastos con otra persona – le dijo
- Si, pero con otra persona que está en un estado mental
deplorable Scylla – seguían las protestas – ¡Mírala por favor! – insistió la neoyorquina
pidiendo algo que la morena no tenía problemas en hacer. El problema era donde
mirar, porque Raelle nunca estaba en el mismo lugar – Saltémonos el hecho de que
necesita una cirugía de rostro inmediata, saltémonos el hecho de que tiene un tatuaje
en el cuello... -La ojiazul recordó la imagen que ya tenía grabada en su retina, una
pluma con la palabra "free". Una pluma dibujada con trazos negros y con pequeñas
líneas que le daban movimiento. - Pero... ¿Ya viste como viste Scylla? ¡Por Dios! tiene puesta una
remera de mangas largas millones de talles más grande que ella, un jean que no ha
lavado hace años y unas zapatillas que estoy segura yo misma doné el año pasado –
Abigail miró al espacio vació donde debería estar Raelle – Y NO PARA DE MOVERSE
– agregó con un grito que volvió a frenar a Raelle en medio camino – Además...
además no hay suficiente habitaciones en este lugar para nosotras – este dato si hizo
detener a Scylla. Abigail suspiró aliviada, tendría que haber pensado eso mucho
antes.
- ¿Cuántas habitaciones dijo que habían? – le preguntó a la
vendedora
- Cuatro – respondió para pesar de la latina – Pero dos están
ocupadas por la señorita Collar y...
- Vas a tener que desocupar una de las habitaciones – le dijo Scylla
a la rubia inmóvil
Por tercera vez en el día, la morena veía como Raelle torcía su
cabeza y la miraba en fijamente para después abrir la boca y quedarse en esa
posición durante un momento. Scylla pensó que nuevamente la chica no iba a decir
nada y se dispuso a salir pero como raras veces pasa, Scylla pensó mal.
- Eso no puedo hacerlo – dijo Raelle en un suave pero firme tono de
voz.
Scylla se dio vuelta sorprendida - ¿Qué dijiste? – volvió a preguntar.
- Señorita Ramshorn estoy seg....
- Haga silencio – fue severa con la agente. La cara de Raelle se
frunció al ver el mal trato a la otra mujer otra vez - ¿Qué dijiste? – Scylla insistía con
su pregunta.
Raelle torció su cabeza, la miró fijamente y contestó – Solo hay dos
habitaciones disponibles, la otra es mi habitación y la otra... bueno la otra está
ocupada – contestó mientras jugaba con sus propias manos.
Scylla sonrió, miró a Abigail que a su vez miraba a Raelle como si
la rubia estuviera diciendo la peor de las barbaridades. Scylla volvió a sonreír, pero
esta vez lo hizo agregando una carcajada. Cuando volvió el silencio, la morena se
enfocó en el fibroso cuerpo que tenía enfrente – Pues vas a tener que solucionarlo –
le dijo firmemente – Porque mañana mismo Abigail, Tally y yo nos mudamos aquí
y queremos una cama para cada una ¿De acuerdo? – preguntó sin sacarle la mirada
de encima.
Como era de esperarse todo el ritual de la rubia se hizo presente,
mirar, torcer cabeza y abrir la boca, sumado a que ahora sí, nada salió de sus labios y
solo una subida de hombros respondió la pregunta de la morena.
- ERES DESESPERANTE – Fue lo último que dijo la neoyorquina antes de
salir por la puerta seguida de la agente inmobiliaria. Por su parte Scylla miró una vez
más a la otra chica y siguió los pasos del resto, este día había sido raro para la joven
Ramshorn, muy raro, era hora de volver a la normalidad. Poco le iba a durar.
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NO SOY PARA TI (RAYLLA)
FanfictionEsta Historia es la adaptación RAYLLA de "NO SOY PARA TI" by Alllove escrita originalmente para Faberry. AU - Una millonaria inversora llega a Nacional City acompañada de su socia y su mejor amiga con el propósito de arrasar con todo y agregar más l...