Su victoria es inegable, ante todos quedó claro que el había ganado sin siquiera luchar, pero pocos sabían los comienzos de este hombre.
Los comienzos de su padre o madre.
La llegada del mayordomo.
La historia de su abuela.
Cuando el chico dejo de s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dos años, dos largos años fue lo que tardo el escualo en comunicarse con el mayordomo, el cocodrilo había acabado antes su misión, aunque al ser personas de star city tuvo que recorrer unos cuantos kilómetros para dar con la cabeza de todo ese lio, pero para resumir todo lo que encontró, solo puede destacar el soborno a los policías, los medios, guardias marítimos, etc, eso y que al parecer la pequeña organización había sido contratada por el hombre al qué deboro, escarbando un poco más supo que sólo fueron enredos por trabajo como había dicho el asustado hombre, pero solo era un hombre de mecha corta al qué manipulaba una mujer paraplejica, a la que al parecer había salvado junto a una niña de un tirano, ya que las había escondido del ojo público o de cualquiera.
- oye mocoso, no te ilusiones mucho pero creo que lo encontré.- el muchacho junto al mayordomo estaban tras una gran pantalla, ya que no se pudo quedar quieto, empezó a hacer mejoras en todo el lugar, aprobechando qué DzTech estaba sacando productos tecnológicos para la vida diaria y especiales para policía, saco algunos de sus prototipos para si mismo, agregando algunas mejoras para lo qie el ocupaba.
- dame un segundo King.- Alfred le había enseñado un par de trucos nuevos, como por ejemplo, aquel microchip parásito que puso en uno de los satélites en los que DzTech fue invitado a participar, al tener algo de buena tecnología y gente preparada, la nasa lo invito a su proyecto de satélites artificiales, eran para tomar fotografías desde el espacio, era un prototipo pero a él le es de buena utilidad.- ya se donde estas, solo déjame tener una imagen clara.- El mayordomo miro orgulloso al muchacho, aprendía rápido, más el hecho de que supiera usar cualquier carta a su favor le era útil, en ese tiempo había hecho viajes al frío Europa acompañado del viejo Faddei, disfrazado de una temporada de negocios, el muchacho se entero de un monje con el que era difícil que te escogiera de alumno, para su sorpresa el monje era el viejo Faddei que aunque lo conocía de años exigio una rigurosa prueba antes de tomarlo como a uno de sus alumnos.
- a veces realmente me asusta lo que te pueda enseñar tu mayordomo niño.- pero al ver que el mocoso se quedó callado sintió la necesidad de mirar tras su espalda.- ¿El está ahí contigo no?- pero solo recibió silencio, lo que lo altero más, si de por sí el maldito cocodrilo se ponía de acuerdo con el ex militar para fastidiarlo, no quería saber si se habían empezado a hacer mejores amigos y ahora lo molestaran por venganza.
- el amo Bruno no esta señor Nanaue.- amte el grito nada varonil el mayordomo miro con diversión al chico malvado qué estaba explotando de risa por el miedo del escualo.- ¿porque habría de sentir miedo Nanaue?- el tiburón no había odiado el qué alguien dijera su nombre tanto como ahora, que siento un escalofrío.
- Solo... solo dile que se apure, hace tiempo no salgo del agua salada.- pero luego pudo escuchar como el mocoso se burlaba abiertamente de el.- ¡tu mocoso! ¡definitivamente eres el maldito diablo! - su cola pego contra un inocente pecesillo qué pasaba por ahí, que se fue después de darle un par de palabras nada agradables.
