Buen día

9.8K 484 54
                                    

– ¿Qué hacés pelotudo? ¿Para qué me respondes por twitter si estás acá al lado?

Fue lo primero que dijo Spreen en cuanto leyó la notificación de la aplicación que le acababa de llegar en respuesta a lo que había publicado hacía apenas tres minutos. Su novio era el menos disimulado del mundo, y él un poco también, era obvio que se tenían las notificaciones activadas.

– Porque se me canta el culo – respondió encogiéndose de hombros para luego estirarse lo más que pudo. Se acababa de despertar y no daba más. Para ninguno de los dos era normal ese horario. Al menos no para despertarse, sino más bien para dormirse.

– Se te podría cantar abrazarme un poco que ya te vas ¿no? – bloqueó el teléfono para dejarlo tirado por ahí y darse vuelta en la cama, quedando de lado con su brazo sobre el cuerpo contrario.

– Que cariñoso sos a la mañana eh – rio al ver a Spreen hundir su cara en su hombro y posó su mano sobre el brazo que yacía en su pecho, acariciándolo suavemente.

– Con vos siempre soy cariñoso...

– Iván – dijo en tono de reproche. – No seas mentiroso, si sos un seco de mierda, de pedo se te cae un te amo de vez en cuando.

– Por eso, eso ya es más cariño del que le doy a cualquiera.

– Y más te vale.

Carrera cedió ante la insistencia del más alto que tironeaba de su cintura de vez en cuando para que lo abrazara como él quería. No pudo resistirse mucho más y se dio la vuelta, quedando de frente a Iván y correspondiéndole el abrazo correctamente. Spreen lo apretó aún más fuerte contra él.

– Que denso te ponés a la mañana por dios.

– Y vos que malhumorado.

– Intercambiamos papeles – rio bajito contagiándolo a Spreen. – Es que tengo mucho sueño, no tengo ganas de levantarme – se quejó.

– Y nos quedamos acá un ratito más, abrazados.

– Nos vamos a quedar dormidos – intentó alejarse, pero los brazos contrarios no se lo permitieron.

– Dormimos cinco minutitos más – se apuró a decir. – O dormí vos los cinco minutitos y yo me quedo acá haciéndote mimos y te despierto – dijo rápido de nuevo antes de que su chico le volviera a repetir que no era una buena idea dormirse.

– Me tengo que cambiar para irme amor, le dije a mi vieja que llegaba a Bahía a la tarde como mucho. Me agarra la noche manejando y me mata – se alejó un poco para poder mirarlo a la cara.

Iván le robó un beso entonces, aprovechando la cercanía. Y uno se convirtieron en varios, seguido de piquitos esparcidos por toda su cara.

– Dale... un ratito más nomás – fue diciendo entre besos.

– No me hagas esto – se quejó Rodrigo por lo bajo y Spreen ya sabía que había ganado.

No fue mucho el tiempo que se quedaron abrazados mientras Iván acariciaba suavemente el centro la espalda de Rodrigo tal como le gustaba y él dormía su bendito ratito más. Pero le bastó para saciar sus ganas de mimos para los próximos días que pasaría alejado de su novio mientras visitaba a sus amigos y familia. Aunque tenía bien claro que eso no sería suficiente como para empezar a extrañarlo en cuanto se fuera y él se quedara solo yendo a cuidar a Barry.

– Buen día – lo saludó cuando finalmente lo despertó (de forma delicada para que no se pusiera otra vez de mal humor).

– Buen día persona – respondió Rodrigo haciendo reír a ambos por la referencia al tweet de hacía un rato.

– Sólo por vos me despierto a esta hora – Carrera sonrió ante sus palabras, dejando un sonoro beso en su cuello. – Te voy a extrañar.

– Uh una muestra de afecto, ¿estás bien? – bromeó poniendo la palma de su mano sobre la frente contraria, como si pudiera tener fiebre.

– Andá a cagar, no te digo nunca más nada – se quejó intentando deshacerse del abrazo.

– Es joda estúpido – le impidió separarse. – Y son tres días que me vos nomás.

– ¿Y? – Spreen se encogió de hombros, dando a entender que eso no cambiaba nada. No era lo mismo no verse por días teniéndolo cerca que a kilómetros de distancia.

El gesto hizo reír a Carrera a la vez que morir de ternura, cada vez que a su novio se mostraba así, vulnerable y con sus sentimientos a flor de piel aunque siempre intentara evitarlo le daba muchísima ternura y le explotaba el corazón de amor.

– Yo también te voy a extrañar – fue su única respuesta. – Pero me tengo que ir porque si me seguís diciendo estas cosas no me voy más – agregó deshaciéndose finalmente del abrazo y dejando un último beso sobre los labios ajenos antes de ponerse de pie.

Spreen lo vio levantarse e ir de acá para allá preparándose para irse, siguiendo todo atentamente con la mirada y una sonrisa de enamorado inconfundible desde la cama.

Estaba más hasta las manos de lo que le gustaba admitirse a sí mismo.

IRL - Spreen x CarreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora