IRL - Spreen x Carrera

¿Podemos hablar?

La idea de invitar a hacer un stream a Nicki Nicole les había parecido una buena a los tres integrantes de la casa de Madrid. Primero iban a prender en el canal de Spreen solos por ser su invitada y más tarde prenderían en el canal de El Mariana todos juntos. Era ese el plan que tenían, pero al final las cosas no salieron como planearon. El Mariana había comenzado a sentirse mal la noche anterior y todavía, después de 24 horas, seguía medio muerto en su habitación, por lo que decidieron que sólo se haría el strem de Spreen y más tarde se sumarían Carre y Juan en ese mismo.

Lo que Carrera no se esperaba era que ocurriera lo que ocurrió en ese strem, mientras todavía estaban Spreen y Nicki solos en él. Que la gente los shippeara no era algo que le sorprendiera, ya había pasado un poco cuando hicieron otro meses atrás. Que Iván estuviera tan tímido y cohibido tampoco, él sabía que era porque era así siempre que estaba a solas con alguien con quien no tenía la suficiente confianza como para desenvolverse totalmente. Lo que sí lo sorprendió y lo agarró totalmente desprevenido fue la sorpresa que Spreen le había preparado a Nicki, sorpresa de la que ni siquiera él estaba enterado. Todo lo vio ahí, en el momento en que estaba sucediendo.

Fue incómodo para el castaño vivir eso, ver toda esa situación mientras a la vez veía los comentarios del chat diciendo que a su novio le gustaba alguien más. Pero ahora tenía que ser profesional, ya sería momento para hablar de eso, primero tenía un stream del que participar y no iba a actuar de ninguna manera que no fuera la de siempre frente a la cámara, divertido y como si nada le importara.

Por un momento le ganaron sus sentimientos un poco, y tuvo que decir que en realidad esos mariachis que supuestamente Spreen le había llevado de sorpresa a Nicki eran algo de El Mariana que por no poder haber estado presente quedó en la nada y ahora había podido usar el pelinegro. Sus ganas de que la gente deje de hacer los comentarios que hacía sobre ellos dos habían sido tan grandes que le habían ganado a su razón, aunque no duró mucho antes de que Spreen lo desmintiera, haciéndolo sentirse aún peor con toda la situación.

En cuanto terminó el directo la cara de Carre cambió, sin embargo, todavía no era momento de hablar nada de lo que había pasado. No podía con toda la gente que había en ese momento (y siempre básicamente) en esa casa. Por eso intentó disimular lo mejor que le fue posible el tiempo que restaba hasta poder estar algo más a solas con Spreen, lo único que le salía y podía hacer en ese momento era alejarse lo más posible de él, no tenía ganas ni de verlo. Para su suerte, la casa era lo suficientemente grande y tenía la suficiente gente ocupándola en ese momento como para que eso fuera posible. Si quería, podían estar horas sin siquiera cruzarse.

Y era exactamente eso lo que quería.

A Spreen no le llamó la atención eso, desde que estaban en Madrid si bien estaban mucho tiempo juntos no estaban pegados constantemente, aprovechando para compartir tiempo con sus amigos con los que ni antes ni después de esas semanas iban a pasar tanto tiempo juntos. Le empezó a parecer extraño a la tercera vez que cuando él se acercaba al grupo de gente entre los que se encontraba Carrera el más bajito se fuera al instante, como si su presencia fuera algo que le molestara. No entendía por qué podría ser así, pero necesitaba que lo hablaran lo más pronto posible, no le gustaba la idea de que pudiera estar enojado con él por algo de lo que ni sabía.

Intentó buscarlo sin éxito por gran parte de la casa, hasta que finalmente lo encontró con Uni y Nico cerca de la pileta en el jardín. Cuando se acercó, nuevamente vio la intención del castaño de alejarse como había hecho las veces anteriores y lo detuvo tomándolo de la muñeca antes de que pudiera hacerlo.

– Che Carre, ¿podemos hablar? – esperaba que la estrategia de decírselo con gente alrededor funcionara para que dejara de ignorarlo.

– Decime – sabía que estaba intentando disimular en frente del resto.