💮Capítulo I💮(Parte 1).

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Ataraxia.

Narel

Este es un pedazo resumido de mi antigua vida. ¡ugh!

Me junte a una muy temprana edad, adoraba demasiado al hombre que tenía conmigo, la relación marchaba bien hasta que en cierto momento con el pasar de solo unos años ¡pum! todo empezó a ir en declive; llegando a caer horriblemente en jo-di-da costumbre siempre supe que cualquier relación en algún momento suele estar destinada al fracaso y me refiero a si solo empiezan a vivir como extraños en un solo departamento que los dos juntos pagaron con tanto esmero y dedicación y ¿porque lo digo así?

Bueno tal vez porque soy la que pago la mayoría de los depósitos y amueblo todo el maldito departamento, solo para un día llegar de mi trabajo de mierda, en un día de mierda del cual me despidieron.

Después de doblar turnos y no ir a casa un fin de semana casi completo porque mi jefe, un hombre gordo y asqueroso llego ebrio y se dignó a tocarme el trasero, así que le di un rodillazo en las bolas, unas cuantas patadas en donde mi pie cayera esperando que se quejara más y así poder agarrar el dinero de su cartera lo suficiente para cubrir los gastos de la semana y le dije que esperaba mi cheque con una buena cantidad de dinero y un extra si no quería que fuera a la policía y les mostrará el audio que grabe donde dice todo lo asqueroso que un ser humano con sobrepeso y borracho puede llegar a ser, qué no grabe por cierto! pero el malditamente no lo supo y solo rece para que funcionará.

Y funciono.

Solo recuerdo vívidamente llegar a casa conteniendo mis lágrimas que amenazaban con salir y la poca dignidad que sentía al no querer pedirle dinero a mis padres, lo recuerdo aun como si fuera el día de ayer a pesar de que paso el tiempo suficiente para que dejara de doler.

Recuerdo abrir la puerta de mi casa, encontrar botellas de cerveza tiradas, ropa de hombre y mujer que deduje nunca haber dejado ahí ya que no estuve en esta casa porque como dije doblaba turnos para poder sobrevivir, todo parecía tan irreal; toda la casa olía a sexo, ¿y cómo lo supe? porque es un olor que nunca se olvida y para hacerlo más evidente había una maldita tanga roja encima de la pantalla, y justo ahí encima de mi bonita azucena blanca había condones, condones ¡usados!

Entre más caminaba y me acercaba a la habitación principal menos se sentía como si fuera yo y más como otra persona viviendo a través de mí.

No sentía nada, sólo tenía que poder actuar como una perra en cuanto abriera la puerta; sabía que esto pasaría en algún momento ni siquiera nos veíamos tan seguido ya, no nos besábamos por la mañana ¡por Dios!

Es más ni siquiera coincidan nuestros horarios y no habíamos tenido sexo aburrido en los últimos meses así que simplemente lo estaba postergando y ahora para mi mala suerte tenía que haber pasado en ese día de mierda;solo me quedaba afrontarlo como una adulta, y ponerme mis pantalones de niña grande recuerdo poner mi mano en el picaporte, cerrar fuertemente los ojos y pegar mi oído en la puerta esperando escuchar algún sonido, como solo escuche silencio espere unos minutos conteniendo la respiración y después la abrí.

Nadie en la vida me preparó para lo que vi una vez que la puerta se abrió por completo...

Nadie en la vida me preparó para lo que vi una vez que la puerta se abrió por completo

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Recelo ¿No debo quererte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora