More than friends |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤, 𝐉𝐢𝐦𝐢𝐧

Prólogo

Conozco a Jeon Jungkook desde que ambos teníamos quince años. Cualquiera que nos viese diría que él y yo no teníamos nada que ver, y sí, efectivamente éramos polos opuestos en todos los sentidos.

Yo, muy inocente, ingenua y "niña buena". ¿Él? Un desgenerado en todos los aspectos posibles con sonrisita de conejo, gran corazón y que amaba la leche de plátano; mi amigo al final de cuentas y sin duda lo quería.

Jeon siempre fue el moja bragas desde que estaba en la secundaria y actualmente, ese es su trabajo aunque es algo que contaría después.

Lo conocí cuando tuve una horrible y desastrosa decepción amorosa que me hizo odiar todo el romanticismo posible en ese momento. Había sido rechazada y humillada frente a todo el colegio cuando de estúpida se me ocurrió declararme a mi "crush". Ingenua yo al creerme las películas en las que la protagonista se declara al chico que le gusta y terminan enamoradísimos, casados y felices por siempre.

Y sí, que si pasa, pero a mi no me iba a pasar.

¿Que hizo Jungkook en ese momento?

Por alguna razón quería sacarse unas cuantas chicas de encima y me propuso el trato de que fuésemos novios durante el resto del curso. Venga, que fui envidiada por la prepa completa por salir con el chico más codiciado del año. Y aunque fue algo que hice no tan convencida del todo, al final me brindó una de las amistades que más aprecio. Y esa era la de él.

Luego de nuestro "falso noviazgo". Terminamos siendo mejores amigos.

Volviendo al hecho de que Jungkook sigue siendo un "moja bragas", ¿que fue lo que se le ocurrió que quería hacer cuando terminara la preparatoria?

Actor porno.

—Años atrás—

—Tienes que estar loco, en serio —niego con la bandeja en mis manos mientras me dirigía a llevar la orden pedida a una de las mesas recién ocupadas en el lugar.

—¿Loco? Dios, loca va a ser la plata que voy a ganar —me sigue hablando con mucha emoción.

—¿Es en serio? —me giro y lo miro entre dientes, a punto de tirarle el agua en la cara a ver si reaccionaba—. Vas a ser grabado haciendo cochinadas con tipas que tu ni sabes de donde salen.

—Ja —ríe de lado, super indignado con mi comentario—. Esas tipas están muy buenas.

—Que guarro eres —chasqueo la lengua retomando mi andar.

—Da igual de donde salen. Voy a ganar dinero y voy a ser muy famoso.

Las personas en la mesa me agradecen por haberles traído su orden y les dedico una reverencia para girarme y tomar a Jungkook de la muñeca haciéndolo caminar a mi misma par.

—No sabes quiénes son.

—¿Te preocupa eso? —alza sus cejas—. En todo caso, te postulas conmigo y hacemos las guarradas juntos. Ya nos conocemos –guiña un ojo y le pego en el brazo, sin poder evitar de todas formas que el color rojo se me agrupara en las mejillas.

—Eres increíble, de verdad y no, eso no me preocupa —lo fulmino en un susurro—. Me refiero a todo, en general. En el hecho de tu reputación, tu vida, en todo eso. ¿En serio quieres que el por cierto de la población que consume ese contenido te vea todas las partes del cuerpo?

—Cariño —cambia su voz a una seductora, y me pega a la barra que estaba justo detrás de mi mientras se inclinaba con maldad. Lo hacía la mayoría de las veces; este tonto—. Lo bueno se mira y se disfruta.

Rodeo los ojos y lo empujo apartándolo para volver a caminar ignorando sus locuras. Pero no me deja tranquila y sigue con sus disparates.

—Venga, dame tu aprobación —me sigue a la cocina y a nadie prácticamente le preocupa su presencia ya que siempre o bueno, las mayorías de las veces anda aquí. No sé como no trabaja conmigo.